Darkness (Bellamy Blake)

Capítulo 6

Niebla de guerra.

Miraba como Clarke le explicaba a Bellamy todo sobre Monte Weather utilizando un mapa que ella misma había dibujado. Yo simplemente me sentía estúpida, apenas recordaba los túneles por los que habíamos cruzado, y solo si me esforzaba conseguía recordar los pasillos del interior. Abby decía que era por el golpe que me di en la cabeza al caer, pero igualmente no me sentía agusto.

—Te juro que si tu madre no autoriza pronto la misión, pienso ir yo sólo –dijo Bellamy dando un trago a su bebida.

—Iremos contigo –le contesté, mirando al mapa. El asintió con la cabeza. Tras esto, eché una mirada a ambos y salí de allí.

No me encontraba bien. Abby decía que había hecho un sobre esfuerzo que no me había permitido curarme correctamente, y el primer día tras volver fue horrible, aunque ahora estaba algo mejor.

Oí pasos detrás de mi y, al girarme vi a Bellamy. Esbocé una pequeña sonrisa.

—¿Qué te pasaba? Estabas ausente– preguntó, sentándose en un saliente de la pared. Me acerqué a él.

—Solo estoy preocupada por ellos. ¿Por qué parece que a nadie más le importa?

Él me miró unos segundos y suspiró.—Porque no les importa. Mientras tu padre esté por ahí... Perdido, nuestros amigos son un segundo plano.

Asentí con la cabeza. Era cierto.

—¿Te puedo decir algo?– él asintió con la cabeza y se puso de pie, junto a mi.— Cuando me dijiste que el había llegado no me gustó. Me sentí incomoda. Es mi padre, Bellamy, y no entiendo porque no me causó nada de felicidad saber que venía.

—Por su culpa bajaste con los cien. Fue él quien te metió en la cárcel por algo que no habías hecho.

—Lo sé, pero... –las lágrimas se aglomeraron en mis ojos. Bellamy era de las pocas personas que sabían lo que había hecho mi padre. Él me abrazó.— Sentía que Finn era mi única familia, y ahora ni siquiera me atrevo a hablarle. ¿Por qué siento que hago todo mal?

—No somos los mismos, Katia. Hemos cambiado, y es normal. Finn estaba desesperado por encontrarte. Debes darle una oportunidad.

Asentí con la cabeza y luego me separé de él con una diminuta sonrisa.

—Buenas noches– dije conteniendo el nudo que se había formado en mi garganta. Él dejó un beso en mi cabeza y yo me fui hacia mi habitación secando las lágrimas que se me habían caído.

Nunca había sido llorona, ni siquiera lo hice cuando me metieron en la cárcel, pero no podía dejar de imaginar a mi padre, su rostro. No podía dejar de pensar en mí reacción cuando le viera.

(...)

Habíamos decidido volver al Monte Weather. Obviamente no dentro, pero sí cerca, de forma que, mientras Raven intentaba eliminar la intervención de estos en nuestras radios, ya que por estos no podíamos comunicarnos a larga distancia.

Sin embargo, nadie nos dejaba salir solos al exterior. No se fijaban de nosotros para nada, por lo que Abby y dos soldados más nos acompañaban.

Estábamos caminando por el bosque y Finn se acercó a mí, que me encontraba más atrás de los demás.

—¿Podemos hablar? –me preguntó. Le miré de reojo. Era el mismo amigo por el que daría mi vida, siempre. Asentí con la cabeza. —Lo siento. Necesitaba encontraros con vida. Eres lo más parecido a una... Familia que tengo y me desesperé. No debía haberlo hecho, y por eso te suplico perdón.