Darkness (Bellamy Blake)

Capítulo 20

Únete o muere.

Miraba el mapa fijamente con Jasper, aunque el movimiento del coche nos impedía concentrarnos en él.

—Deberíamos parar a cargar el coche– dijo este.— Es un mapa sin distancias, podríamos tardar días en llegar al avión. Necesitamos esperar a que el coche se cargue con el sol.

—¿Qué sol?– cuestionó Clarke desde el asiento de alante. Era cierto, estaba lloviendo. No serviría de nada, el coche no cargaría.

—Seguiremos hasta que se agote –sentencié.

—No. Seguiremos hasta encontrar a Luna.

Asentí ante la corrección de Octavia y comencé a jugar con una pulsera de mi mano que me había hecho un paciente hacia un tiempo. Ni siquiera prestaba atención a su conversación, estaba sumida en mis pensamientos.

¿Dónde estaría mi padre? ¿Le habrían chipeado ya? Si no lo habían hecho ya, probablemente le quedaba poco tiempo.

Sentí un frenazo y tuve que agarrarme para no salir despedida.

—¿Estáis bien?– preguntó Bellamy desde delante. Todos asentimos.– Daré la vuelta y buscaré otro camino sin obstáculos. Por este....

No le dio tiempo a terminar, ya que Octavia de bajó del coche.

—Bueno, al parecer iremos a pie –dijo Clarke siguiéndola.

Suspiré y, tras coger mi arma les seguí.

—¿Nadie ha oído lo de que podemos tardar días?

—Venga Jasper – le animé.— ¿Acaso no sería divertido?

Él rodó los ojos como respuesta y salió detrás de mí, para ver cómo Clarke y Octavia se iban corriendo hacia el sonido del agua.

—Atentos– dijo Bellamy.— Podrían ser hostiles.

Sin embargo, nadie le hizo caso.

—No son hostiles – le contestó su hermana, antes de seguir caminando.

Tras correr durante unos minutos, llegamos al mar, siguiendo exactamente las indicaciones. El paisaje era el mismo que el dibujado, sin embargo, ahí no había nada ni nadie.

—¿Se ha ido?– cuestioné, mirando las piedras amontonadas que había en ese lugar.

—¿Y qué haremos ahora?

Octavia chilló frustrada.

(...)

Dejé un puñado de palos sobre la hoguera que estaban haciendo.

—Se está haciendo de noche– dijo Clarke.— Hay que decidir qué vamos a hacer.

—Esperar a que amanezca, y peinaremos la orilla completamente– decidió Octavia, mientras encendía el fuego.

—Estoy de acuerdo. Lincoln no mencionaría este lugar si no fuera importante – Bellamy fue a coger el libro de Lincoln para mirarlo, pero su hermana le apartó la mano.

—No lo toques.

Un incómodo silencio se creó en el lugar, hasta que Bellamy volvió a hablar:

—¿Cuando piensas perdonarme?

—No lo sé. No puedo ni mirarte, porque cuando lo hago veo a Pike apuntando a la cabeza de Lincoln, oigo el disparo y le veo caer.

—Yo no maté a Lincoln.

—No, pero está muerto por tu culpa.

—Acudí a ti, te ofrecí mi ayuda. Si hubieras confiado en mí... –Bellamy se cayó cuando se dio cuenta de que Octavia le ignoraba, y salió de allí. Le seguí hasta la playa.