Capítulo 5: Graduación

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La Preparatoria Parkland lucía sus mejores arreglos para engalanar la graduación de una generación más de adolescentes que cumplían una importante meta en su vida. El día parecía perfecto, el cantar de los pájaros y el bullicio de las personas encargadas del montaje del escenario se hacían notar toda la mañana. Las medallas, diplomas y demás reconocimientos estaban listas para condecorar a los alumnos. Todo estaba preparado.

En la casa de la familia Burgesandler se respiraba amor, satisfacción y emoción, sobre todo. La graduación estaba cerca. Los mellizos Michael y Julie eran ya unos jóvenes hechos y derechos. El Sr. Vincent se sentía por demás orgulloso al ver concluida la etapa de preparatoria de sus hijos. Ellos evidentemente tenían su futuro asegurado en la exitosa compañía de su padre y dado el caso, los chicos no tenían preocupación alguna en lo que respecta a la vida que les depara después de la escuela.

Juntos en familia discutían y planeaban lo que harían cuando culminara el acto de graduación. El Sr. Vincent ofrecía recompensas a sus hijos dándoles a elegir la misma a cada uno.

— ¡A ver niños, como se los prometí desde un principio, pidan lo que quieran hoy!

Michael y Julie se miraron uno a otro. No sabían qué pedir, jamás lo habían pensado.

—¡Vamos! ¿No han decidido aún? — cuestionaba su padre.

—¿Me dejas pensarlo unos días más? — respondió Julie. Eran tantas las cosas que deseaba que no podía elegir entre ellas.

—¡Está bien cariño, piénsalo bien! - añadió sonriendo el Sr. Vincent.

Tras minutos pensando, Michael muy decidido le dice a su padre:

—¡Quiero que me prestes la casa en Northapton!

— ¿La casa en Northapton? ¿Otra fiesta?

—¡No, no, para nada padre! ¡No será una fiesta de nada, sin algarabías ni bullicio de gente. Quiero llevar a mis amigos y alejarnos de la civilización por un par de días!

— ¿Eso es todo lo que quieres?

— ¡Sí padre, eso es lo que quiero!

— ¡Pues es lo más desinteresado que he escuchado pedir de ti, hijo. Tendrás la casa pero hay una condición. Tu hermana Julie irá también. Ella junto con tu madre son las dueñas del orden en esta casa y como no quiero que la casa en Northapton quede como todo lo contrario... tu hermana irá contigo y con tus amigos!

— ¡Hecho! ¡Además, en mis planes estaba llevar a Julie también! ¿Tenemos un trato?

— ¡Es un trato Michael!

Como dos hombres de negocios, padre e hijo estrecharon sus manos en señal de aceptación. Julie era la más beneficiada y la alegría se hacía notar en ella. Ella no había pedido nada aún y ya era parte del regalo que le correspondía a Michael. Con eso se cerró la conversación entre padre e hijos. El Sr. Vincent tenía una casa en Northapton, Pensilvania, en la que, con su familia, acostumbran pasar el verano. Es una casa enorme rodeada de naturaleza. No posee más que árboles frondosos a su alrededor y Michael no quiso nada más que llevar a sus amigos a pasar un fin de semana completo alejados de la ciudad. Era obvio que su invitada de preferencia y de honor sería Emily. Por ella tenía planeado realizar ese viaje.

*********

En el seno de mi familia, sucedía lo mismo. Yo me preparaba para la ceremonia. El tonto nudo de la corbata no se centraba, ni los tutoriales en internet me ayudaron a descifrar su código. Mi madre, quien pasaba por ahí quiso asomarse a ver cómo iba yo con mi vestimenta. Desde luego, de lo primero que se dio cuenta fue de mi lucha con la tonta corbata. Se acerca y con una risa casi fingida me ayuda con la misma. Para mí fue vergonzoso que mi madre supiera más de corbatas que yo. Ella nunca en su vida había usado una y mi padre menos. Por ser mi madre desde luego nunca me juzgaría, pero me sonrojé en ese instante sintiendo un poco de vergüenza. Después de menos de un minuto que le tomó finalizar, ella se conmovió y unas lágrimas brotaron de sus ojos. Para mis padres, yo era un orgullo. Sentían una enorme felicidad de verme graduado de la preparatoria para emprender luego una etapa por demás importante, la cual era ir a la universidad.

Imposible OlvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora