Los tres nos dirigíamos al lugar prometido. Clayton había accedido a las peticiones de Julie de acompañarnos a Detroit. Para mí, ese gesto era sin duda una grata señal de cariño por parte de ella. Me sentía entusiasmado por lo que estaba próximo a vivir y también agradecido con ellos dos. En el camino íbamos haciendo suposiciones de cómo sería el gran encuentro. Ya no podía esperar más; el camino se hacía eterno.
—En verdad, no sé cómo agradecerles chicos.
—Por favor Zack no agradezcas... Nosotros también estamos entusiasmados — Respondió Clayton.
—Gracias amigo — Expresé de forma gentil colocando mi mano en su hombro desde el sillón de atrás.
Al llegar a Detroit, todo consistía en localizar la dirección exacta dada por el conocido de Richard quien vivía en la que fuese casa de Emily. Recorríamos calles y avenidas buscando y preguntando por la dirección, pidiendo puntos de referencia y demás. Hasta que finalmente creímos que estábamos frente a la dirección exacta. Me quedé pensando un momento antes de bajar.
—Pues... creo que aquí es.
—¿Estás listo?
Tomé un suspiro enorme —Sí. Estoy listo...
—Nosotros iremos a la plaza central, necesitas hacer esto tú solo. Llámanos cuando nos necesites ¿De acuerdo?
—Está bien. En verdad gracias chicos, no hubiera sido posible sin ustedes.
Clayton y Julie me dejaron ahí, frente a la casa y se dirigieron a cualquier lugar para pasar el tiempo y disfrutar de su instancia en ese lugar. Luego me acerqué a la puerta, pero antes de tocar, quise analizar muy bien qué es lo que diría. Tomé una postura recta, mi corazón latía fuerte, lo pensé dos veces pero al final me decidí a tocar. Soné un par de veces el timbre, lo hice una tercera vez y al no escuchar movimiento adentro supuse que no había nadie. Pero no tenía a dónde ir, tenía que hacer lo que sea para ver de nuevo a Emily, aunque eso implicara quedarme ahí sentado esperando. Quise insistir y toqué una cuarta vez el timbre, esta vez sí escuché movimiento. Mi corazón siguió latiendo fuerte hasta que finalmente atendieron la puerta y sin más preámbulos fue la propia Emily la que salió. No se mostró toda, nada más asomó su rostro y la puerta cubría el resto de su cuerpo. Su impresión fue exorbitante y sus ojos se agrandaron, no lo podía creer, nunca lo habría imaginado.
Para mí fue el mayor de los gustos saber que no me había equivocado de lugar, y más aún, ver que la propia Emily atendiera la puerta.
—¡Hola Emily!
—¡¿Zack!? ¿Por qué estás aquí? — Respondió con una expresión la cual no daba crédito a mi presencia en ese lugar.
—No pude más... Tenía que encontrarte.
—¿Cómo me encontraste? ¿A qué vienes?
—Es una larga historia... Pero ya estoy aquí. Fui un completo idiota, Emily. Me sentía culpable por la muerte de Michael y sí; Él me hizo prometer que jamás trataría de estar junto a ti. Pero ya no quiero seguir sufriendo, tú eres mi felicidad, te amo Emily... siempre lo he hecho.
Definitivamente quise desahogarse en ese momento. Ya no quería posponerlo más, simplemente lo dije no importando cuál fuera su respuesta.
A Emily se le llenaron de agua los ojos. El sentimiento de verme ahí parado frente a su puerta no se podía ocultar. Después de todos esos meses de no verme ella jamás me olvidó. Accedió a mudarse a Detroit precisamente para tratar de borrar el recuerdo que la invadía. Pero ya nada era igual.
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Imposible Olvidar
RomancePara Zack Dinkelman, un chico tímido y sin habilidad alguna para sociabilizar, es una difícil tarea confesar su atracción por Emily; la chica que lleva amando en total secreto desde la preparatoria. Su mayor problema y muralla es conservar la amista...