Capítulo 13: ¡Estoy aquí!

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Finalmente llegamos a Allentown. Mi corazón latía muy fuerte y en el fondo no quería entrar a ese hospital, pero a la vez la ansiedad se apoderaba de nosotros y deseábamos llegar pronto. Al entrar, noté un ambiente bastante melancólico y no era para menos. A las primeras que logramos ver fue a Margareth y a Julie. Al vernos, Julie explota de alegría e inmediatamente corre hacia nosotros. Podría jurar que nos abrazó por más de cinco minutos antes de pronunciar palabra alguna.

—¡Chicos, llegaron! — Dijo llena de felicidad. Aunque con lágrimas en los ojos.

—¿Entonces es bastante delicado el estado de Emily?— pregunté después de corresponder a su saludo.

—Lamentablemente así es— Respondió Julie — Ha sido sometida a varios exámenes y a un par de cirujías. Lleva cuatro días en coma. No sabemos qué sucederá— Agregó con un tono ya no feliz como lucía su rostro en el reencuentro con ambos.

Rachel al escuchar esto se lanzó llorando a los brazos de Margareth y su llanto parecía inconsolable.

Yo quedé inmutado. Me senté lentamente en las sillas con la mirada fija en el suelo. En mi cabeza trataba de acomodar mis pensamientos y tratar de llegar a la conclusión de cómo habían ocurrido los hechos.

Por su parte, Michael se encontraba aún en ese mismo hospital. Se reponía de sus lesiones sorprendentemente no graves y al parecer era el último día como paciente en dicho lugar. Él estaba en calidad de detenido.

Al salir del estado de shock en el que me encontraba después de enterarme de la situación, quise ver su estado.

—¡Julie, quiero ver a Michael! ¿Está aún aquí?

— ¡Así es! Sígueme, te llevaré. Aunque está de un humor muy malo.

— ¿De muy mal humor?

—¡Sí! La familia de las dos personas que perecieron en el accidente presentó cargos en su contra. Además, Michael estaba metido en drogas al parecer, ya que en el auto encontraron mucha evidencia de eso... Zack... ¡Mi hermano irá a la cárcel!

— ¡Vamos, necesito verlo!

Michael dormía, en eso Julie abre la puerta y entra. Trata de despertarlo suavemente moviendo su mano.

— ¡Hermano despierta! Alguien vino a verte...

Michael despierta e inmediatamente me ve entrar a la habitación.

Yo siento gusto de volver a verlo, aunque no fue del todo grato para mi verlo postrado en la cama de ese mugre hospital.

—Hola Michael— Dije... y me senté en una silla que estaba a un lado de la cama.

— ¿Zack? Vaya hermano, tuve que accidentarme para verte de nuevo

— Yo los dejos solos, para que conversen— interrumpió Julie.

A mí me causa gracia la ironía o el sarcasmo con la que Michael me recibe, pero ya sabía cómo era él.

—¡Me da gusto verte, aunque no en estas condiciones, lo admito.

— A mí también, como vez, leí todo el manual de cómo ser un idiota en tres simples pasos.

— Fue un accidente Michael, esas cosas pasan y no tenemos control sobre ellas.

—¡No Zack! ¡Fui yo! ¡Yo causé todo esto! ¡Debí ser yo el que quedara en coma!

— Dime que va a pasar contigo ahora...

— ¡Iré a la prisión como un vil criminal! Eso es lo que soy. Posiblemente hoy me vaya de este maldito lugar.

— No sé qué decir Michael, Yo... lo... lo siento mucho...

Imposible OlvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora