Capitulo 3: "Del lado de los pies"

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Habían pasado algunas semanas desde la llegada de Gregorio pero todavía no había causado ningún problema, igual yo estaba alerta de cualquier cosa que pudiera pasar.

Estaba aburrida y sola, desde que Oli llego, la sobrina de Clari, ya no casi ni nos veíamos. Yo no tenía otras amigas, nunca fui una persona con muchas amigas. A demás me acostumbre a estar con Teo y ahora estoy peleada con él. Mi papa tampoco esta, el se fue con sus amigos a jugar póker, no miento cuando digo que viene de familia, mis papas se conocieron en Las Vegas jugando póker.

Puse música y ordene la casa que bastante desordenada estaba. Cuando termine eran las once de la noche, estuve tres horas limpiando teniendo en cuenta que empecé a las nueve. Apague todas las luces y subí a bañarme.

Salí del baño en ropa interior y el pelo mojado, la luz de mi habitación estaba prendida y yo estaba segura que la había dejado apagada. Agarre un shampoo y entre despacio al cuarto. Pegue un grito cuando vi quien era. Teo tirado en mi cama con su celular. Vale aclarar que estaba sin remera y yo tenía que estar enojada con él.

-¿Qué haces acá? - grite histérica.

-¿Me ibas a pegar con un shampoo Lolo? - se reía. ¡Se reía!

-Te vas.

-No, me gusta dormir acá y me gusta ese conjunto- me señalo, me había olvidado que estaba en ropa interior.

Iba a ser imposible que se vaya, lo conocía como nadie. Vino para hacerme la noche imposible.

-Bueno, vas a dormir acá pero del lado de los pies.

-No, yo te conozco me vas a poner todos los pies en la cara- me reí y le puse mi pie en la cara.

-Si me acabo de bañar - me reí - Dale, tengo sueño- me miro mal y se acostó.

Tenía calor y me sentía transpirada, me trate de mover hasta que me di cuenta donde estaba dormida. Tenía una pierna encima de su cuerpo y al otro solo enganchada en su pie. Lo abrazaba por el cuello. Intente salir de ahí y hacerme la dormida, pero Teo se despertó también.

-¿Por que con ella Teo? - pregunte después de un rato y rodé fuera de su cuerpo. Siempre corríamos las carreras de siameses juntos. Y en la había elegido a Azul ayer. Ella mi "enemiga" siempre nos peleábamos en la escuela y ella siempre quiso a Teo.

-Te busque, no te encontré y necesitaba la plata - prefería la verdad antes de lo que dijo ayer: "No se" y se fue.

-Está bien.

Salí de la cama y camine con cuidado de no despertar a mi papa pero el ya se había ido a trabajar.

Busque algo de comer en la cocina, por suerte había pan para tostadas, café y chocolatada.

Teo bajo vestido igual ayer, me miro confundido cuando me acerque al pie de la escalera. Y más confundido estuvo cuando lo agarre del cuello y le di un beso. Un beso que con el paso de los minutos se torno pasional y travieso, tanto que tuvimos que subir a mi cuarto y posponer el desayuno.

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