Prácticamente corrí hasta la oficina de Gregorio, esto no iba a quedar así. Teo no era parte de este trato, y si él lo había traído para seguir lastimándolo no lo iba a permitir. No podría soportar verlo lastimado de nuevo, ya había hecho este trato con Gregorio y no lo había cumplido. No iba a caer de nuevo.
-¿Que hace Teo acá? - dije cuando ya estuve en su despacho.
-Pensé que lo extrañabas, que lo querías de vuelta.
-¿Por que no puedo hablar con el entonces?
-Teniendo en cuenta lo que paso entre ustedes, no quiero que se confundan las cosas, estas con Milo ahora.
-Sínico.
-¿Yo? No hermosa, estoy enseñándote una lección. Tener algo que queres y no poder tenerlo, duele. Mirarlo, mirarlo y que este prohibido, y aun peor que te ignore. La ignorancia mata, duele más que un golpe. El dolor de la ignorancia llega a un nivel físico, que no se va nunca. Lo sentís desde la mañana hasta la noche.
-Callate, no hables más.
-Si hubieses visto como Débora ignoraba a todos, incluso a mí, solo le importaba Octavio.
-No voy a poder hablar con el entonces- afirme yéndome del despacho.
-No, solo te doy un dato, estuvo hablando con otra chica. Creo que están de novios - lo había dicho para lastimarme. Teo no podía hacer eso. Asentí antes de salir.
***
-¿Estas de novio? - pregunte a Teo que seguía en la cocina.
-¿Quien te dijo?
-No te importa ¿Es verdad?
No contesto. Eso confirmo todo. Teo me había traicionado. No solo no me había buscado, sino que estaba con otra chica. Me había dejado sola. Rompió su promesa.
-Si volvés al departamento tráeme una caja violeta. Esta arriba del placard.
Me encerré en la habitación. Me arranque el vestido y lo cambie por un camisón de seda color uva, mientras me lo ponía pensaba en las palabras de Gregorio "la ignorancia mata, duele más que un golpe", "si hubieras visto como Débora me ignoraba”,"el menos pensado te traiciona".
El conocía el sentimiento, a la perfección, porque cuando lo describía podía sentirlo. De la manera que el describió es sentimiento, era como me sentía, podía identificarme. Y el tenia tanto conocimiento de lo que genera la ignorancia porque lo había sentido en carne propia, porque había sufrido y le había dolido. Porque de a kilómetros se veía la tristeza en sus ojos cuando dijo que mi mama lo ignoraba. A el también lo habían traicionado, lo habían lastimado. Y eso era Gregorio, un hombre lastimado por una mujer, ignorado, dolido.
Y yo sabía lo que Débora amaba a Octavio, y conociéndola se a que nivel pudo llegar su ignorancia hacia Gregorio, porque ella solo era incondicional a Octavio. Así como yo lo era con Teo, nunca pude mirar a Milo como lo miro Teo, porque simplemente me era imposible hacerlo. Yo era igual a Débora en ese sentido, como cuando se fue para protegerme, yo me fui para que Teo este a salvo.
Pero también era igual, o me sentía igual que Gregorio, simplemente el sabia que palabras usar para que hicieran eco en mí, todo lo que él dijo me describía, no solo el tema de la ignorancia. Sino cuando describió mi amor por Teo aquella vez
Y a su vez, Octavio era muy parecido a Teo, ellos estaban por fuera y a la vez adentro de esto. Mi mama y yo éramos las del problema con Gregorio, pero las dos tuvimos, por suerte, a ellos con nosotras. Y así ellos se convirtieron en parte de esta historia. Siempre con nosotras. Porque así era, todos en algún punto coincidíamos, todos en un momento éramos iguales. Era un círculo interminable de coincidencias.
Ese día siguió triste y aburrido, un debate entre matar a Teo por tener novia o bajar y romperle la boca de un beso porque en ese traje yo no me controlaba. Porque yo se que el pensaría lo mismo, porque nosotros también somos iguales, y eso hace que el circulo siga creciendo mas y mas.
