Capitulo 25: El vestido.

7 0 0
                                    

Esa mañana me desperté sola, abrazada a mi tortuga. Cuando me di cuenta que seguía en la habitación de Teo, salí rápido por las dudas que Gregorio o Milo se dieran cuenta y lo lastimaran o me lastimaran. Me di un baño relajante, las burbujas de jabón y espuma por toda la bañera. En una hora tenía que estar lista para la prueba de vestido, necesitaba preparar mi mente para eso pero de solo pensarlo quería meter la cabeza abajo del agua y contar hasta mil. Después de un ratito salí del baño cambiada y peinada. No me maquillaje, no tenía ánimos y no me importaba estar linda para algo que aborrecía.

-Cookie, Teo te va a acompañar a la prueba del vestido. Vamos a hablar nosotros después – Gregorio habló en tono bajo, solo para que yo lo escuchara.

Fui directo al garaje y Teo ya estaba dentro del auto, antes de entrar vi que su ojo tenía todo un contorno azul-violeta. Era imposible que Gregorio se haya enterado que dormimos juntos la noche anterior. Me metí rápido en el auto. Tenía cara de dolor, y yo tenía el presentimiento que no era solo su ojo lo que estaba lastimado.

-Nunca más vamos a dormir juntos, no por ahora – dije seria, mirando hacia adelante cuando el auto empezó a andar.

-No es tan grave, ya está. Me gusta dormir con vos, no voy a dejar de hacer por el idiota de Gregorio – habló duro.

-No voy a seguir así, si te van a lastimar, no puedo – respondí más calmada pero firme en mis palabras.

-Lo puedo soportar, si estoy con vos puedo – me sonrió. El siempre había sido así, protector, y yo también no tenía ningún derecho a decirle nada. Pero me molestaba el hecho de que el me protegiera tanto en algún punto, no entendía que yo lo podía ayudar, que podíamos salir a matar a los dragones y monstruos juntos.

***

-Estas preciosas – habló Maurice el modisto, acomodando la cola del vestido alrededor del piso. Él ni siquiera me pidió las medidas, ya las tenía. El vestido estaba prácticamente terminado, lo que me hizo pensar que la boda debía estar planeada para dentro de unos días, yo no tenía idea. Lo mejor de todo esto es que era mi casamiento.

-¿Te sentís bien? – preguntó Teo cuando Maurice había ido a buscar unos alfileres para terminar de marcar unas cosas del corsé.

-No me quiero casar, no se suponía que esto iba a ser así – murmuré al borde del llanto y Teo me abrazó – quiero estar con vos.

-Bueno estemos juntos entonces.

-No es tan fácil Teo.

-Podemos ser novios en secreto. Dale bailemos el vals, hace de cuenta que ya nos casamos – puso sus dos manos en mis cintura y agarró mis brazos para ponerlos en su cuello. Bailamos así, sin música, solo se escuchaban los sonidos de nuestras respiraciones.

-Me encantaría poder hacerte un smoking para su boda – le habló Maurice a Teo, él sabía todo. Gregorio se lo había dicho. Podía ver la culpa y la tristeza en sus ojos, pero de repente todo se volvió negro.

***

Paredes blancas, sábanas duras y un camisón demasiado grande para mi tamaño. Despacio abrí los ojos, Teo y su mamá estaban frente a mí. Otra vez estaba internada.

-¿Qué pasó? – pregunté desorientada.

-Estás embarazada Lolo. 

RunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora