Capitulo 5: El bar de Tony

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Olor a cigarrillo, whisky, vodka, alcohol, mucho alcohol. El lugar estaba lleno de gente, todo tipo de gente. El uniforme era bastante provocador, pero era imposible que alguien se me acercara con Teo alrededor mío. Era como tener un guardaespaldas continuamente, y mamá estaba preocupada porque Teo me cuidara. Me reí sola.

-Hola lindo- me apoyé en la barra de mi novio.

-Hola, ¿hace mucho venís acá? - empezó el juego. Puso la sonrisa, esa que yo conocía.

-No mucho pero me dijeron que había un barman que está muy fuerte, y bueno acá estoy- me mordí el labio.

-Si es por eso, no hay que perder el tiempo- salió de atrás de la barra y me agarró la cintura.

-¿Podes salir de tu lugar de trabajo? - no respondió, respiró en mi oído. Suspiré.

-Se pueden hacer excepciones -me dio un beso, pasional, divertido, juguetón.

-Tengo que trabajar, ¿Vamos a tu casa después? - dejé un besito en su cuello.

-Si, por supuesto - el sonrió.

Después de un par de horas ya estaba cansada, cuando miré la hora en el celular eran las tres y media de la mañana. Observe el lugar, algunos jugaban a las cartas, otros venían a encontrarse con sus amantes, otros simplemente a emborracharse y otros a escaparse de sus casas. Era un lugar oscuro, la música sonaba bajito, Tony siempre decía "Esto es un bar, no un boliche, ni un pub como le dicen ahora".

Una mano en la cintura me hizo estremecer, sonreí pensando que era Teo, pero cuando me di vuelta vi que no era él.

-¿Qué haces? - salí de su agarre.

-Sos muy linda, muy linda  - estaba borracho. Me dejó contra la pared.

-Basta Gastón, salís de acá - Tony apareció y lo sacó.

-Voy a buscar a Teo - pero ni hizo falta el ya estaba ahí. Y lo tuve que parar para que no matara a nadie y nos podamos ir a su casa tranquilos. Busqué mis cosas y caminamos entre la gente hasta la puerta para encontrarnos con mi pesadilla: Gregorio. 

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