Capitulo 17: Lo que trae el otoño.

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Estaba preocupada por Milo de nuevo, fue todo muy raro, como desaparecio sin siquiera llamar. Me prepare un té, el otoño se hacia presente en Buenos Aires. Las hojas estaban amarillas y el viento soplaba fuerte y constante. 

-¿Todo bien? - hablo Teo cuando entro en ls cocina. 

-Si, estoy preocupada por Milo un poco. El practicamente desaparecio Tei.

-¿Te seguis preocupando por ese estupido?

-No le digas asi, es un buen chico y estuvo conmigo cuando lo necesite - grite esperando la guerra de gritos que vendria. Pero no, nadie hablo. Todo quedo en silencio. Teo se fue. Me quede sola. Y queria que venga y grite y termine bien como siempre. Porque los gritos y las palabras horribles que nos podemos decir duelen, pero que me ignore duele mas. 

Y asi fueron los tres dias que siguieron, noches sola, comidas en silencio, miradas esquivas y soledad, mucha.

-Tengo que ir al Quemador - hable cuando entre al cuarto de Teo, el asintio - ¿Queres venir conmigo? - no respondio. Y yo no aguantaba mas esta situacion, que me ignore me rompia en mil pedazos.

Ni siquiera me miraba, no sabia como captar su atencion. 

-Estoy harta de esto, hablame, gritame, insultame, corta todo aca, pero decime algo porque no puedo más. 

-Andate - hablo entredientes.

-No hasta que me hables. ¡Decime algo! - grite y tire la ropa de la silla.

-¿Que haces? - grito parandose de la cama.

-¿Te molesta mucho? - grite tambien y saque la ropa del placard. 

-Deja de tirar todo y andate. Encontralo a Milo asi esta con vos, cuando mas lo necesites - lo dijo, era obvio que estaba enojado por eso -Pero ahora te vas, no te quiero ver mas Dolores - me dijo Dolores, ese era mi verdadero nombre, pero yo siempre decia que me llamaba Lola. Pero el lo habia dicho, estabab enojado en serio. Sali de su habitacion y cerre su puerta. Entre en la mia y cerre mi puerta detras de mi. Las lagrimas salian solas peo esta vez no me sente a llorar, no. Grite fuerte, saque, mas bien arranque las sabanas de la cama, arranque la ropa del placard , la tire por toda la habitacion, las fotos de las paredes desparramadas por el suel, los peluches tirado, la almhoada rota , los portarretratos destruidos, las cortinas salidas. El esmalte de mis uñas saltado, mi pelo revuelto, el maquillaje corrido. ¿Como iba a seguir si Teo no me queria en su vida? No tenia idea y me aterraba. Sin Teo a mi me faltaba una parte, lo nuestro habia llegado a un nivel fisico, sin el una parte de mi cuerpo no funcionaba, no respondia. Esa parte solo respondia a el y a nadie mas. 

Escuche el grito de Teo y como cerro con fuerza la puerta del placard y como despues le pego a la pared. Los dos estabamos hechos mierdas, rotos. Y queria que fuera como siempre, retocandolo pero siempre juntos. Y aunque estábamos en habitaciones contiguas lo sentía a mil kilómetros de distancia. Pero lo tenía que aceptar, y aunque yo siempre lo iba a esperar, esto era lo que había traído el otoño.

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