Capitulo 9: Milo

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Milo. Un compañero del colegio. Lo había estado viendo este mes, estábamos en una especie de relación, parecía que teníamos diez años, nuestras conversaciones eran muy tontas pero me divertían y distraían. Lo había invitado al departamento, quería que todo este perfecto.

Subí rápido al cuarto y busque algo para ponerme, un short de jean tiro alto, una blusita con corazones de colores, fresca para los días de verano y mis converse rosa. Deje mi pelo suelto, sólo con ganchito y salí de la habitación.

Había pedido comida china porque sabía que a Milo le gustaba y yo no sabía cocinar ni in huevo al agua. Me encargue de poner linda la mesa, ¿Teo vendría? Puse un vaso para el por las dudas. Secretamente siempre esperaba que llegara.

Tocaron el timbre, camine rápido y abrí la puerta. Milo estaba ahí con un ramo de flores chiquito y camisa blanca, y gel en el pelo. Lo hice entrar nos quedamos cerca de la mesa.

-Pedí comida china, se que te gusta - le conté con una sonrisa.

-Gracias, si me encanta esa comida.

Nos sentamos a comer, Clara, Felipe, Milo, yo y llego Teo a lo último. Sabía que después iba a terminar pidiendo pizza, no le gusta el pescado.

Milo y Felipe en frente mío, Teo al lado mío y Clari en la punta. Al principio estuvo bien, hablábamos del colegio, anécdotas, estábamos en el mismo curso. Todo empezó por la culpa de Teo, siempre tenía que molestar. Al principio fue tranquilo, me acariciaba la pierna, despacio, delicado y yo lo sacaba o lo pinchaba con el tenedor. Sonreía nerviosa, su toque me quemaba la piel. Encendía cada parte de mi cuerpo y él lo sabía y lo hacia apropósito.

Lo peor fue cuando supuesta y sorpresivamente se le cayeron los palitos chinos debajo de la mesa. De repente sentí besos en la pierna derecha y caricias en la izquierda. Suspire fuerte. Si estuviéramos solos ya estaríamos en la habitación y las ganas que tenía que eso pasara. Mire con cara de auxilio a Clara que fruncía sus labios para no reírse, patee fuerte y salió de mesa.

-No los encontraba, estaban perdidos- casi se estaba riendo, yo me había puesto nerviosa. Quería clavarle el tenedor.

El resto de la cena paso relativamente tranquila, Milo conto que quería estudiar abogacía el año que viene. Estaba cansada cuando terminamos de levantar la mesa, le dijo a Milo que subamos pero le entro una llamada y se quedo abajo para responderla.

Aproveche ese momento para subir y encarar a Teo, lo que había hecho hoy en la cena no lo iba dejar pasar.

-Lo que hiciste allá abajo es la última vez que lo haces- grite cuando cerré la puerta de su cuarto.

-No fue tan grave, como si no te gustara Lola, no exageres-  hablo como si nada hubiese pasado.

-Sos un idiota, pensé que este tiempo habías pensado un poco, pero no. Seguís igual de estúpido que siempre- gritábamos los dos.

-Encima soy un idiota - rio sarcástico- ¿Haber que está haciendo tu noviecito?

-Está hablando con su papa que llego a Nueva York, tiene una excelente relación con él. Y no es mi novio.

-Yo también tendría una excelente relación con el mío, si el hijo de puta no me hubiera abandonado cuando era chico - sabia que eso le había dolido y le iba a pedir perdón pero me interrumpió - Y no será tu novio pero te vas a acostar con el ahora.

-Sos un imbécil,  no me voy acostar con nadie, porque hace noches que no duermo por las pesadillas, no puedo ni caminar de lo cansada que estoy. Te odio tanto - lo miro con más dolor que odio.

-Yo también - hizo una pausa y me miro a los ojos - me volves loco - pensé que se iba a ir de la habitación pero no, me rompió la boca de un beso. Me agarro por la cintura y me colgué de su cuerpo con mis piernas, chocamos contra la pared con empapelado negro y blanco. Lo extrañaba y lo necesitaba, pero no podía hacerle esto a Milo.

-Perdón, no puedo hacer esto - mis manos parecían demasiado chiquitas en su pecho bronceado y desnudo. Lo mire a los ojos y me perforaron el corazón, si supiera que lo último que quiero es dejarlo, pero no podía estar con alguien que me sofocaba y no confiaba en mi. Me bajo y me dejo sentada en su cama. Se fue al baño. Y no lo pude evitar, su olor estaba en toda la habitación. Despacio me deslice en su cama y cerré los ojos. Estaba tan cansada. Al no dormir del todo pude sentir cuando entro al cuarto y me dio un beso en la frente. También escuche cuando salió, me desperté del todo y como pude me acerque a la puerta. Estaba hablando con Milo

-La voy a traer a su cuarto y te vas a quedar con ella. La vas a querer y le vas a dar todo lo que te pida. En el momento que ella se ponga mal o llore por vos, te mato - no lo dejo responder que vino para su cuarto, rápido corrí y me hice la dormida.

Me agarro en brazos y me llevo con Milo, me dejo en la cama suavecito, como si no quisiera dejarme ahí.  Cuando Teo se fue de la habitación y Milo me abrazo, espere a que se durmiera, y llore bajito.

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