Capitulo 13: Amigos.

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Desde la noche que me intentaron las cosas con Teo cambiaron. Ahora éramos amigos de nuevo, amigos que se daban besos, que dormían juntos, que cuando no aguantaban la tentación terminaban uno encima del otro en una guerra por quien podía amar mas al otro y que se decían "te amo", pero cuando se hacía de día parecían desconocidos con muchos, demasiados recuerdos. Y así fue que pude dormir de nuevo y por un rato éramos los mismos de antes que necesitaban dormir con sus cuerpos enredados o agarrados solo de un dedo. Teo parecía  mas tranquilo en lo que respecta a sofocarme, pero todavía sentía como, hasta dormido, me sostenía fuerte de la cintura o de la mano. Si hubo algo que me sorprendió, fue hace una semana...

Flashback

Estaba tirada en la cama, pintándome las uñas de los pies cuando Teo entro al cuarto.

-¿Ya te queres acostar? Ya término - hable sin dejar de pintar. El no respondió, levante la vista y lo vi vestido. Terror me subió por el cuerpo, si el salía yo no iba poder dormir; una por las pesadillas y otra por la intriga de saber si estaba con otra.

-¿Salís? - tenia terror a la respuesta.

-Yo la verdad te quería invitar a salir, va a dar una vuelta con la moto nada más. No sé, yo, hace como quieras - estaba nervioso. Hacía mucho no me invitaba a salir.

-Si quiero ir.

Sonrió y se tranquilizo. Me puse las zapatillas y salimos, salude a Clari y Feli que estaban en el sillón mirando una película.

-Me olvide los cascos, los voy a buscar y vengo.

-No, está bien. Vamos así.

Me dejo sentarme atrás, lo abrace por la espalda, mis manos debajo de su remera, mi cabeza en su espalda. Bajamos en una estación de servicio.

-Me dejaste estar atrás tuyo - el siempre quería que vaya adelante, esa protección suya.

-Yo no quiero sofocarte, no quiero que te asustes - me miro a los ojos, sonreí-

-Tranquilo, no me asustas- le di un beso en la mejilla.

La vuelta fue tranquila, lenta, disfrutando cada momento. Cuando llegamos nos tiramos en el sillón,  justo estaban pasando una película.

Fin flashback

No había sabido nada de Milo desde hacía una semana y me parecía raro, el generalmente me llamaba o me mandaba un mensaje.

Estaba con el celular en la mano cuando Clara llego con bolsas de supermercado.

-¿Que paso que estas con esa cara? - ella me conocía. Siguió sacando y ordenando las cosas de las bolsas.

-Nada, Milo no llama desde hace una semana. ¿Le habrá pasado algo? - pregunte preocupada.

-No creo, quizás tiene mucho trabajo. Mejor perderlo que encontrarlo, aparte, se sincera conmigo ¿Lo queres un poquito de lo que lo queres a Teo? - ya lo tenía que meter en la conversación.

-Yo creo que te paga, siempre hablas bien de él. Milo te caía bien en el colegio - realmente creo que le paga.

-No  me paga nada, es como mi primo, obvio que siempre lo voy a defender - me reí fuerte - y no, siempre ese chico tuvo algo que no me gusto.

-Esa es mi prima - Teo salió de atrás de la puerta de la cocina. La abrazo a Clara.

-¿Sabias que no se escuchan conversaciones ajenas nene?

-Shh. Escuchame necesito que me acompañes a un lugar.

-¿Donde? - pregunte haciéndome la desinteresada.

-Un lugar - parecía un nene de cinco años contestando así.

-Decime donde, sino no voy.

-Por favor no preguntes tanto y Veni. Necesito que te vistas bien. En una hora en la moto - se fue por la cocina. Estaba muy emocionada, pero no se lo iba a demostrar a él. Mire a Clara en signo de ayuda y ella entendió al instante.

Subimos corriendo a mi habitación y revolvió mi placar. Encontramos el vestido adecuado. Verde agua, suelto, un poco antes de la rodilla y hasta la mitad de la espalda. Sandalias y cartera doradas. El pelo lo deje suelto y me hice una vincha de trenza con el flequillo largo. Me maquille tranquila, pero bastante gloss en los labios.

Clari me miro con aprobación y me dio un abrazo. Baje las escaleras para encontrarme con un Teo vestido para matar. Jeans negros ajustados, camisa blanca y zapatos de vestir. Pelo con gel y perfume.

- Estas como para un casamiento, decime que no nos vamos a casar hoy. No tengo ramo -  me hice la preocupada.

- No va a poder ser hoy señorita. No creo que lleguemos a Las Vegas en moto - siempre dijimos que nos íbamos a casar en Las Vegas, solos, a lo sumo con Clara y Felipe.

-Bueno entonces ¿me vas a decir a donde vamos?-pregunte subiendo a la moto detrás de él.

-No, es una sorpresa.

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