Capitulo 16: Colegio

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Después de los insufribles pedidos de mi mama porque termine el colegio, el primero de Marzo me anote en uno. No era el típico colegio, ibas a algunas clases y después rendías las materias que te faltaban. Estaba en el sillón esperando que un compañero llegara para hacer un trabajo práctico. El profesor de Biología, dijo que si nuestro trabajo era excelente, no había necesidad de llegar a la instancia de examen. 

-¿Que estás haciendo? - Teo apareció en el living.

-Espero a un compañero para hacer un trabajo.

-¿Así vestida? 

-¿Queres que me ponga un vestido?

-No, pero ese short... ¿No temes otro? Es muy corto - lo dijo bajito y me reí.

-No, estoy cómoda así y además, el trabajo es sobre el cuerpo humano. Alguno de los dos lo tiene que poner. 

-¿Me estas cargando? Mira si es un violador el chico este. Te juro que hace algo y lo mato.

-No te conté la mejor parte, tengo puesto el conjunto animal print.

-¿Encima tenés que estar desnuda? - se estaba volviendo loco y me encantaba. Los ojos abiertos y la mandíbula dura. 

Me empecé a reír fuerte, parecía una loca, Teo me miraba desconcertado, no entendía nada. 

-Relajate, nadie va a poner su cuerpo, lo vamos a ver desde la fotocopia. Estaba jugando nada más.

-Tenés cinco años. 

-Y un conjunto animal print puesto. 

-Que tu compañerito no va a ver - estábamos contra la pared, más bien yo en la pared y el con una mano a cada lado de mi cuerpo.

-No, no lo va a ver.

-Pero yo sí.

-Cuando quieras.

-Ahora.

-Tengo quince minutos. 

-Me alcanza perfecto.

Me agarro por la cintura y me dio un beso que se prolongo hasta que llegamos al baño. De un momento para otro estábamos desnudos, besos, mordidas y caricias eran repartidos por todo el cuerpo. Grite cuando sin previo aviso Teo vino a mí de un solo golpe y más cuando se movió hasta llegar al tope. Me quede abrazada a su cuerpo hasta poder recuperarme. Tocaron el timbre. Me vestí en un segundo y deje un beso en el pecho de Teo. Era increíble como de un momento de juego y risas terminábamos teniendo sexo en el baño de nuestra casa, teniendo una cama solo con subir la escalera.

Abrí la puerta, pidiendo perdón por tardar y Valentino, mi compañero, acepto con una sonrisa. Nos sentamos en la mesa y empezamos con el trabajo. El cual era más fácil de lo que pensé, pero era largo. Cuando estábamos e la mitad del trabajo le ofrecí algo de comer o tomar. Fui hasta la cocina, era raro que Teo no haya aparecido en ningún momento.

De repente alguien me dio vuelta y Teo apareció en escena. Pego su cuerpo al mío, permitiéndome sentir cada parte de este junto al mío. Rozo sus labios desde mi mejilla hasta la clavícula y volvió dejando algunos besos chiquitos en mi pecho, justo como había hecho yo antes de salir del baño. Volvió con sus labios a mi oreja y cuando hablaba podía sentir el movimiento de ellos.

-¿Falta mucho? 

-No, un ratito y ya término. ¿Necesitas algo? - pregunte, me costaba respirar.

-No, solo quería saber. 

Y se fue, me dejo sola en la cocina y en ese estado. Lo único que quería era subir con él y no bajar hasta mañana al mediodía, como hacíamos antes. Pero no, tenía que ir con toda mi fuerza de voluntad, sentarme en esa silla y terminar el bendito trabajo. Y así hice, cuando terminamos el trabajo eran las nueve de la noche. 

Subí al cuarto y Teo hablaba por teléfono, me acosté al lado suyo y empecé a dar besos por todo su pecho hasta llegar al elástico de sus bóxers, los cuales no baje todavía, sino que di besos y acaricie por encima de la tela. Era espectacular ver su cara y como trataba de hablar normal por teléfono. Metí mi pequeña mano dentro de la tela y acaricie suave, despacio, tortuoso. Y ahí lo deje, sin terminar, tal como el había hecho conmigo hoy. Me miro desconcertado y reí fuerte. Me acosté al lado suyo de nuevo. Cortó el teléfono y se puso encima de mí. 

-Sos un diablo, eso no hace hermosa. 

-Vos lo hiciste hoy a la tarde, me la debías. 

-Vas a tener que pagar ahora, perderte, perder el control conmigo.

-Me encanta enloquecer con vos, perderme y perder el control con vos. 

-Perdámonos juntos entonces.

-Perdámonos - dije y empezó con los besos en cuello.

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