Feromonas

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N/A: pequeña nota para decir Hola... y que por una metida de pata me olvidé una escena en el capítulo anterior (=_=")... Si les interesa, ya está puesta, y si no, no influye demasiado. Creo.
Gracias por los comentarios, estrellitas y buena onda de siempre 😘.
MissPlatino.

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“Mob, ¿te gustan los chicos o las chicas?”

Esa pregunta se había instalado en él con insistencia, recientemente. ¿Le gustaban los chicos o las chicas?

Le gustaba Tsubomi, de eso estaba seguro. Y pensó que eso no cambiaría sin importar cómo se viera su cuerpo. Pero también le gustaba Teruki. Era apuesto, y dulce, y acababa de descubrir que le encantaban sus besos. Amaba cuando estaban juntos, pero cuando no, rara vez se metía en su cabeza. Tampoco había pensado en él hasta dormirse como lo había hecho con Tsubomi durante años.

Y luego, en una categoría completamente diferente, estaba el Maestro Reigen. No era tan apuesto como Teruki, ni olía tan rico como Tsubomi, pero le generaba sensaciones que no estaba seguro de dónde salían. Le tenía mucho aprecio, no le cabía ninguna duda de eso pero ¿le gustaba?

Tsubomi, Teru, el Maestro… Eso hacía dos contra uno, pensó. ¿Le gustaban los chicos, entonces? Buscó la figura masculina más cercana y se fijó en su profesor.

El Profesor Koga le recordaba un poco a su maestro. También le transmitía una sensación de confianza y seguridad; tal vez porque era un adulto. ¿Significaba eso que le gustaban los hombres mayores?

El profesor se dió vuelta y sus miradas se cruzaron.

-Kageyama parece estar atento por una vez. Dime, ¿cómo seguirías desde aquí?- preguntó señalando una ecuación en el pizarrón.

- Ehhh...Ehhh… - Shigeo se puso muy nervioso. ¡No había estado prestando atención para nada!

El profesor se acercó para ver qué había apuntado en su cuaderno, o si acaso había anotado algo. Se detuvo a su lado y miró qué había escrito.

-Está bien hasta aquí. Pero recuerda que debes multiplicar antes de sumar -dijo haciendo algunas marcas con un lápiz.

Shigeo no supo qué responderle, así que simplemente le sonrió. El profesor Koga le correspondió cálidamente la sonrisa y volvió al frente de la clase para continuar con su explicación.

¿Qué acababa de pasar? Shigeo sentía el corazón latiendo a mil por hora. Su profesor no le había llamado la atención por estar distraído, ni lo había regañado por no saber algo que le habían explicado hasta el cansancio. El profesor Koga nunca había sido realmente grosero, pero eso fue extra amable.

-¡Es por las feromonas!- le explicaría más tarde Hoyuelo.

- ¿Fero… monas? ¿Qué es eso?

- Es como un superpoder que tienen las chicas para hacer que sean buenos con ellas. Sólo imagínalo como polvo de hadas a tu alrededor -gesticuló mágicamente con las manos.

Shigeo no entendió qué quiso decir con eso, pero no se lo preguntó. El señor de la heladería había vuelto al contador, y nunca le hablaba en presencia de otros que no podían verlo.

En su primera cita con Teru habían ido por un helado. A Shigeo le había costado decidirse entre tantos sabores. Todos se veían muy coloridos y sonaban deliciosos. Esta vez la tarde era cálida y sintió ganas de probar alguno que no hubiera podido en esa ocasión.

-Serán 420 yenes -dijo el hombre de la heladería.

Shigeo contó su dinero y comenzó a sudar nervioso: sólo le quedaban 360…

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