Full Moon

El mismo Mob de siempre

Shigeo estaba completamente decidido. Hecho un manojo de nervios, pero no obstante muy seguro de la decisión que había tomado. Había llegado tan lejos tan sólo con estar allí parado que no quería arruinarlo todo y echarse atrás. Sintió que no podía dejar pasar el momento; si lo postergaba por un día, un minuto, o un segundo , tendría que revivir la pesadilla de tener que armarse de valor otra vez. Ya estaba allí, tenía que soltarlo.

Dió una gran bocanada de aire, pero parecía que su pecho estaba demasiado lleno. Sentía el corazón golpeando tan fuerte contra su esternón que parecía sacudirle todo el esqueleto. Estaba seguro, muy seguro; sólo tenía que abrir la boca y…

-¡Maestro, por favor quédese con mi virginidad! -gritó sin control de su volumen, al tiempo que zambullía la cabeza en una profunda reverencia ante su mentor.

Los segundos que se estiraban se le hacían eternos. Se mordió el labio a la espera de una respuesta, que temía no poder llegar a escuchar por el sonido de sus propios latidos retumbando en sus oídos. En esa posición y con sus nervios, parecía estar esperando la caída de una guillotina.

-Mob… -comenzó.

Su voz era suave, era dulce, cargada de compasión. Estaba sintiendo pena de él. Shigeo apretó los puños esperando equivocarse en lo que imaginaba que seguiría. Pensó que ese no era el mejor momento para empezar a leer la atmósfera.

-Mob, no puedo hacer eso. Soy tu maestro, eres mi aprendiz. Sólo así te veo. Nada más.

Habló con suavidad, pero aún así sentía el rechazo. Y dolía.

Levantó la cabeza y lo miró con una expresión suplicante.

-Por favor…- rodó de sus labios que apenas se movieron. Tenía que ser él, no podía imaginar a nadie más.

- Nos conocemos hace mucho, Mob. Pero para mí sigues siendo el mismo niño que un día cruzó por primera vez esa puerta. ¿Lo recuerdas? -le sonrió esperando que la nostalgia de ese recuerdo lo devolviera a un estadio más seguro para sus sentimientos. -Antes de ser tu maestro, solías llamarme “Hermano Mayor” ¿recuerdas? Sigues siendo ese mismo niño para mí. Aunque ahora seas una chica -lo miró de arriba a abajo- no tienes ningún encanto como mujer. Tampoco eres simpática. Ni puede decirse que tengas una gran personalidad. ¡Vamos, que ni siquiera intentas fingir que te parezco gracioso! Sigues siendo “ el mismo” “Mob” “de siempre”. Por eso, sólo sigue siéndome útil por ahora.

MUJER DESPECHADA 100%

-¡Hermano! ¡Hermano! ¿Te encuentras bien?

Oyó los pasos apresurados de Ritsu y vio su silueta en la oscuridad hincarse a su lado.

-¿Qué… pasó? -preguntó adormilado.

Vio el perfil de Ritsu girar a su alrededor, como si buscara algo en dirección al techo.

-Se detuvo… -lo oyó murmurar. Lo vio voltear hacia él en la oscuridad y permanecer en silencio por algunos segundos. Luego, explicó con una voz casual - Hubo un terremoto. Fue bastante fuerte.

-No escuché nada…-dijo notando por primera vez los libros de su estantería regados por el suelo.

- ¡Niños! ¿Están bien? -apareció Papá en la puerta de su habitación con una linterna. Poco después se le unió Mamá.

- Estamos bien -respondió Ritsu mientras Shigeo evitaba la luz con una mano.

- Bajen a la cocina, tenemos que seguir el plan de evacuación.