- ¡Shigeo, baja ya a desayunar!- llamó Mamá por segunda vez. Como no hubo respuesta, Ritsu se ofreció a ir a despertarlo.
Entró a su cuarto y lo encontró profundamente dormido. Llamó varias veces su nombre hasta que consiguió que abriera los ojos.
Shigeo vio a su hermano del revés. Giró sobre su abdomen y levantó la cabeza. Hizo un esfuerzo hasta que pudo enfocar su rostro. El chico estaba ligeramente sonrosado y se señalaba el propio botón del uniforme. Al chico adormilado le tomó un momento entender, antes de bajar la vista y ver que el botón de su pijama estaba abierto y enseñaba un poco de escote. Los recuerdos de la noche anterior le llovieron.
-Podemos decir que estás enfermo si prefieres quedarte hoy en casa -le ofreció su hermano.
- No… Tengo un examen la semana que viene y no quiero perderme las clases -contestó Shigeo arrodillándose en su futón y abotonando bien su pijama.
- Esta bien. Estarás bien, pero si necesitas algo búscame en la escuela -lo reaseguró una vez más su hermano. -Tengo que irme ya. Será mejor que te apresures, mamá te llamó a desayunar ya varias veces.
- Sí.
Shigeo bajó con su uniforme y su bolso listo para salir.
-¡Shige! ¿Por qué te tomó tanto tiempo despertar? No me digas que te desvelaste anoche… -comentó su madre al verlo aparecer.
-Lo siento.
- Tu hermano ya se fue a la escuela, apúrate a desayunar.
Mamá iba de un lado al otro, de la mesa a la cocina, recogiendo el desayuno de Ritsu, sirviendo el de Shigeo, y preparando el de su padre.
-¡Shige! ¿Qué le hiciste a tu uniforme? - preguntó al pasar por su lado y se detuvo a tratar de quitarle el polvo de los hombros y espalda con una mano, volviendo difícil para su hijo llevarse la cuchara a la boca entre tantas sacudidas. -¡Aish! Tendrás que llevarlo así, ya que destrozaste el otro. Realmente no sé lo que haces…
- Ah… -fue todo lo que Shigeo contestó, no sabía lo que se suponía que debía responder. -Mamá, los pantalones de mi uniforme me quedan cortos. Ritsu me prestó los que tenía de repuesto.
- ¿Eeeh? ¡Estas creciendo! -chilló con adoración en la voz- ¡Y cada día más guapo! -le acarició una mejilla, viéndolo de cerca. -Déjamelo a mí: le arreglaré el dobladillo y luego te compraremos otros. ¡Pero apúrate!
Shigeo se apresuró con su desayuno y tomó su bolso para salir.
-Ya me voy - anunció.
- ¡Shige! ¡Lleva al menos tu plato hasta la cocina!
- Ah. Sí.
- ¡No, vete que llegarás tarde!
- Ah.
Shigeo llegó hasta el recibidor y vio sus zapatos. Dió la vuelta.
-¡Shige! -exclamó su madre con impaciencia al verlo volver.
- Lo siento, olvidé algo -explicó corriendo hasta su habitación.
Revolvió en el fondo de su armario hasta que encontró un viejo par de zapatillas que no usaba desde el año anterior. Le pareció curioso que aunque hubiera crecido en estatura, sus pies parecían haberse encogido un número o dos. Por supuesto, eso no era todo lo que le resultaba curioso de su nuevo cuerpo.
Su día de escuela consistió en tratar de no llamar la atención y no hablar demasiado, tal como le recomendó Ritsu. Al finalizar las clases, se presentó en la sala del club con su gakuran, para excusarse de las actividades.

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Full Moon
FanfictionUnos espíritus maldijeron a Mob transformándolo en una chica. Sus amigos tendrán que encontrar la forma de deshacer la maldición antes de que tenga su primera regla y las hormonas descontrolen sus emociones durante su SPM.