Full Moon

Novio

-¿Sientes eso? -preguntó el castaño al ver que el espectro que flotaba cerca suyo también levantaba la nariz en el aire. Llevaba largo rato ya tratando de descifrar qué era o de dónde provenía ese olor. Rodó su silla hasta la ventana detrás de él, intentando averiguar si tal vez provenía de afuera.

- Maestro Reigen, necesito pedirle un favor… -se acercó el discípulo a su escritorio.

- Mob, ¿te pusiste perfume hoy? -lo interrumpió el mayor, volviéndose de la ventana.

- ¿Eh? ¿Huelo mal? -levantó el antebrazo para oler la manga de su gakuran.

- ¡No! No es eso; algo huele bien. Muy bien…

Le era imposible identificar correctamente ese aroma, pero era fresco, y era dulce, e inspiraba una sensación muy agradable a la vez que algo parecido al hambre.

-Tal vez él estaba usando perfume, no me di cuenta -respondió oliendo nuevamente su uniforme.

- ¿“Él”? ¿Quién?

Una pequeña campanita sonó en el bolsillo de Shigeo. Sacó su teléfono y su cara se iluminó con una sonrisita cariñosa. Reigen jamás le había conocido esa expresión. La habitación se inundó de aquel aroma a ambrosía…

-¡Reigen! ¡Creo que esas son sus feromonas! ¡¡Está enamorado!! -Hoyuelo gritó en un susurro, cerca de su oreja, mientras el chico marcaba una rápida respuesta y volvía a guardar su teléfono.

- Mi novio -continuó como si esa pequeña interrupción no hubiera ocurrido. -Me acompañó hasta aquí y vamos a tener una cita después. De eso quería hablarle.

- ¿Eh? ¿Novio?

- Sí, eso dije; concéntrese por favor. Vamos tener una cita. Quería preguntarle si puedo salir un poco antes del trabajo, por hoy.

- ¿Cómo que tienes novio?

- Se lo pedí y dijo que sí -respondió con simplicidad -Es lo que se suponía que tenía que hacer, ¿o no?: conseguir un novio.

- Pero… ¿quién es? -preguntó el maestro, mareado aún por la revelación.

- Teruki Hanazawa, de la secundaria Vinagre Negro -respondió sin mirarlo, mientras recibía y contestaba otro mensaje. -Ya lo conoce. Es un esper, como yo.

Claro que lo conocía. Nunca le había puesto mucha atención ni sabía que seguía en contacto con Shigeo, pero ahora rebuscó en su memoria tratando de recordar qué sabía de él, y sobre todo, qué vibra le daba el chico.

-¿Entonces, puedo salir un poco antes? Diez minutos está bien. Iremos al cine y la película empieza pronto.

- Ah, tssssss, justamente hoy… -se rascó la nuca mientras trataba de pensar alguna excusa.

- ¡Claro que sí! -se le adelantó Hoyuelo. - Que sean mejor veinte minutos. No: media hora. No: vete ahora. ¡Diviértete!

- No hace falta -le sonrió Shigeo. -Él vendrá por mí. Dijo que estaba cerca, ya debe estar por llegar.

- Oye… -Hoyuelo se le pegó a la mejilla para hablarle y que sólo él lo oyera - Quiero que te diviertas, pero también que te controles. No hagas destrozos como el día que se conocieron. Ustedes dos son dinamita juntos, ya ví lo que pueden hacer.

- N-no voy a destrozar nada…

- Hola… -se asomó una rubia cabellera desde la puerta.

Una nueva oleada de esa fragancia encantadora inundó otra vez la oficina.

-Buenas tardes, Señor Reigen. Hola, Hoyuelo -saludó. - Shige-chan, ¿estás lista?

-¿... “ Shige-chan ”? -repitió para sí el maestro, entornando los ojos con una mezcla de extrañeza y ligero desagrado.

Se apresuró a volver a su actitud relajada y animada de siempre.

-¿Irán al cine, no? ¡Ahhh, cuánto hace que no voy al cine! Suena bien: iré con ustedes.

- ¡Reigen!... -lo regañó Hoyuelo, que ya veía lo que estaba haciendo.

- No. Usted no puede venir -lo cortó de inmediato el aprendiz.

- Tal vez la próxima, Señor Reigen- lo conformó Hanazawa con una sonrisa.

- ¿Qué película irán a ver? -quiso saber.

- “La sombra de los años” -respondió Shigeo.

- Es una película independiente finesa -explicó el otro esper.

¿Una película aburridísima? ¡No iban a ver la película!

-¿Por qué no van a ver esa película popular de la que todos están hablando, “One Punch Hero IV”? -les propuso en cambio.

- Suena bien. ¿Te gustan las películas de acción, cierto Shige?

- ¿Pero si es tan popular no será difícil comprar entradas tan tarde? Además no ví las anteriores.

- Entonces podemos verla en mi departamento, tengo los dvd. Podemos ir al cine otro día y ver la continuación.

- Sí, prefiero los ambientes tranquilos.

“ ¡A su departamento NO!”, se estresó Reigen.

-¡No sean tontos! ¡Una cita es más divertida si hay muchas personas alrededor! -gesticuló exageradamente.

-Creo que no llegaremos a tiempo si queremos ver esa película… -dijo Shigeo mirando la hora.

- Puedo llevarnos súper rápido con telekinesis -le sonrió Teruki.

- No; me mareo.

- Entonces ya deberíamos ir saliendo -volvió a sonreírle.

Los chicos se despidieron y Hoyuelo les deseó que se divirtieran. Reigen reaccionó, rodeó el escritorio y detuvo a Mob antes de que saliera sujetándolo del codo.

El chico lo miró un poco sorprendido. El mayor abrió la boca pero no sabía realmente qué decir.

-Mob, no vayas a su departamento -dijo al fin.

- ¿Por?

- Él es un chico .

- ¿Y?

- Tú eres una chica.

- Ya me di cuenta -respondió con acidez.

- Un chico y una chica no pueden quedarse solos.

- ¿Por qué no?

- No es correcto.

La expresión de Shigeo cambió lentamente a una más seria. Torció el brazo para librarse de su agarre sin parecer brusco, pero igual denotaba frialdad.

-Hasta mañana -le dijo cortés pero firme. Salió, y Reigen pudo ver al otro chico pasándole un brazo por los hombros antes de que la puerta se cerrara detrás de ellos.

Tras un par de segundos inmóvil, el castaño se apresuró a ir a su escritorio y tomar las llaves de la oficina para cerrar.

-¿Qué vas a hacer? ¿Vas a seguirlos? -se le plantó delante Hoyuelo.

El supuesto psíquico no contestó. Chasqueó la lengua y dió un paso al costado para rodearlo. El espectro se le interpuso otra vez.

-¡Es sólo una cita! ¿Qué piensas que va a pasar, pervertido ?

El castaño reaccionó. Sólo una cita. Nada más. Eran niños.

Resopló y volvió a su escritorio.

-¿Eh? ¿Qué vas a hacer? -preguntó Hoyuelo, sorprendido de que se diera por vencido tan rápido.

-Encontrar una cura para la maldición - respondió volcándose sobre su portátil -Nada de esto estaría pasando si la hubiera encontrado antes.

(Continuará...)