❀ 012

178 20 28
                                    

Febrero, 2021.

Me moría de los nervios porque, desde que aquel cachorro salió de su habitación, habían pasado como diez minutos —o al menos era lo que parecía que había pasado— y parecía que en cualquier momento mi corazón iba a dejar de latir, ¿qué se supone que estaba haciendo ahí fuera? Me estaba poniendo nerviosa que tardara tanto cuando estaba casi segura de que no se quedaría en el salón. Me planteé en muchos momentos salir de allí para buscarle pero, ¿no sería más impactante llegar hasta su habitación y verme ahí?

El corazón me latía a mil por segundo y, sentía que en cualquier momento echaría la poca comida que había probado, ya que me sentía tan nerviosa que el estómago se me había cerrado por completo. Intenté relajarme varias veces pero, era totalmente imposible, deseaba tanto verle que no podía evitar ponerme nerviosa, es más, ¿no era normal? Tantas cosas podrían pasar al vernos que, era lo más nerviosa que me tenía.

Sentí como se aproximabas a tu habitación y, como a su vez, los nervios se aproximaban hasta mí aún más que antes y más preguntas se formulaban en mi mente. Respiré hondo cerrando los ojos imaginándome lo bonita que podría ser su reacción, sintiéndome por un momento, menos nerviosa y más ansiosa de que el momento sucediera. Sonreí y decidí dejar de jugar con mis manos sudorosas esperando a que entrara por la puerta dejando que todo pasara y sucediera sin planearlo. ¿Qué malo podía pasar? ¿Que ya no me quisiera? Quizás eso era lo que me aterraba.

Entró por la puerta con una sudadera blanca en mano mirando hacia el suelo bastante desganado, podía notar desde aquí que estaba lo suficientemente cansado como para andar así, como si fueras un zombie andante. Le observé dándome cuenta de lo mucho que lo echaba de menos, y sentí cómo las lágrimas de felicidad se aproximaban hasta mis ojos queriendo salir sin previo aviso. Negué con la cabeza intentando eliminarlas sin poder evitar sonreír.

Probablemente, estaba mucho más alto de lo que recordaba, su pelo se mantenía castaño, un color que le favorecía muchísimo y que nunca había tenido la gran suerte de poder verlo en persona. Lo poco que podía ver de su cara cabizbaja, eran aquellos labios finos y rosados como los recordaba formando un puchero debido al cansancio que sentía, no se notaba mucho que lo hacía pero yo, de costumbre, podía verlo, además de unas bolsas notables bajo tus ojos que hacían mayor presencia de tu cansancio, por un momento me sentí preocupada. Si hablábamos de su cuerpo estaríamos entrando en una zona en la que me volvería loca solo de pensar lo genial que te quedaba aquella ropa de deporte, ¿acaso habías estado entrenando tanto como para ponerte de esa manera?

De un momento a otro me despertó de mis pensamientos trayéndome a la vida real. Abrió los ojos como platos al verme y no pude evitar sonreír por su reacción, desde luego, ni se esperabas encontrarme ahí, cosa que me hace pensar que Jimin había hecho un buen trabajo ocultándolo. Sonreí sin poder evitarlo porque, me habías sorprendido de la misma manera además de que no podía evitar sentirme nerviosa y temblorosa, ya que por fin estaba sucediendo este momento. Soltó su sudadera sin importarle donde acabara mientras aún me miraba como si de un fantasma me tratara.

—¡Sorpresa, Kookie!

Sin pensarlo Jungkook se aproximó hacia mí rodeándome con sus brazos con tanta fuerza que pensé que en algún momento me dejaría sin respiración pero, igualmente, no me importaría si al menos había podido disfrutar de sus brazos una vez más. Nuestros corazones iban al mismo son y, no hacía falta una máquina médica para comprobarlo. Ocultó tu rostro en el hueco de mi hombro una vez dejó de caminar mientras me abrazaba quedando ambos muy cerca de la pared. Su cuerpo se sentía tan cálido como recordaba, tenía un olor de hogar que me hacía recordar lo muy importante que era para mí y además, había conseguido recobrar y reconstruir aquellas piezas de mi roto corazón en solo un segundo, haciéndome ver que eso de que los abrazos deseados hacen maravillas.

Remember Him ↠ Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora