Remember Him ↠ Jeon Jungkook

❀ 025

Febrero, 2021.

Sonreí apoyándome sobre el cristal del ascensor. Pude apreciar en su mirada lo mucho que ella había sufrido mas ahí seguía, luchando por la vida a pesar de su problema, haciendo el esfuerzo de no dejar a sus familiares atrás. La abuela de Jungkook era digna de admirar. Aún recordaba sus palabras, aquellas palabras que casi me hicieron llorar. «Eres increíble, especial y me alegro de que Jungkook vea eso en tu interior. Guárdalo para toda la vida y siéntete afortunada de haber escogido el camino correcto, de haberte quedado junto a alguien que quieres con todo de ti. Te quiero mucho, pequeña, casi como a una nieta más.» Creo que jamás nadie me había dicho algo tan bonito y tan desde el corazón como ella y, me sentía afortunada. Muy afortunada. Deseaba con toda mi alma poder cumplir sus deseos, hacer brillar a Jungkook, cuidarle y amarle para siempre. Observé mi pulsera junto a una sonrisa. Salí del ascensor poco después.

—¡Ya has vuelto! —Exclamó sonriendo Youngmi junto a un cuenco de palomitas entre sus brazos—. Ya está casi todo preparado, ve a cambiarte, ¡necesitas tu pijama!

Reí ante sus palabras. Dejé mi abrigo y zapatos en la entrada para ir de camino a mi habitación y cambiarme. Caminé desganada por el pasillo, sintiendo como el dolor entraba en mí. Mi vista se volvió borrosa y, no fue hasta que entré en mi habitación que no sentí lo que de verdad me había influido verla. Imaginé el dolor que debió sentir Jungkook durante todo el tiempo que estuve fuera y, realmente pude recordar cómo se veía reflejado ese dolor en sus ojos antes de hablar con ella. Temía que ella le olvidara. Pude verlo. ¿Cuán difícil tuvo que ser para él ver cómo se deterioraba, ver cómo la podía perder, ver que no se acordaba de nada? Tuvo que haber sido tan difícil que me siento fatal de haber tenido la gran suerte de solo haber visto un cuarto de la realidad.

Las lágrimas se deslizaban por mis mejillas antes de tomar mi teléfono móvil. Quería ser sincera y, ya que no había podido decirlo en persona, lo haría de esa manera. Sintiendo el dolor que oprimía mi pecho, busqué su nombre con dificultad puesto que tenía la vista realmente borrosa. Tragué duro e intenté no hacer ruido por mis sollozos. No sabía qué decir, cómo explicarle que se me había encogido el corazón en aquella casa que solo me traía buenos recuerdos, en aquella casa donde nació nuestro amor. Me dolía tanto pensar que toda la felicidad de aquel lugar había desaparecido. Me dolía pensar que aquel lugar era oscuro. Que todo había quedado reducido en cenizas.

"El otro día cuando hablamos, olvidé decirte que quería ser sincera, que de esa manera acabaríamos con nuestros problemas y molestias. Por lo que ahora quiero serte sincera. No quise preocuparte en el coche pero, estoy destrozada. A pesar de que tú me lo habías contado, no pude ver lo que era realmente dolor hasta que lo vi reflejado en tus ojos. Me duele saber que has sufrido tanto durante este tiempo y que no pude hacer nada. Es más, me siento fatal de ser la afortunada a la que le haya tocado ver la parte buena de las cosas. Realmente me duele. Quiero que sepas que aunque nunca fuera mi culpa, siempre me sentiré mal de no haberte ayudado, de ser una ignorante de tu dolor. Sabes que ahora me tienes aquí, que siempre me tendrás (y ahora lo digo en serio), que jamás dejaré que el dolor te consuma como lo ha hecho. No quiero que tengas miedo, y quiero que, aunque duela, no pienses en la posibilidad de que ella desaparezca porque, mientras esté en tu corazón jamás será olvidada. Quiero que disfrutes lo que queda, porque, aunque puede que ella no le recuerde, tú jamás lo olvidarás. Ahora estoy aquí para ser fuerte contigo. Aunque me cueste porque me duele tanto como a ti. Te amo con mi corazón, Jungkook, quiero lo mejor para ti y para nosotros. Cumpliré con el deseo de tu abuela de protegerte y de no separarme de ti. En las buenas y en las malas, cariño. Eres lo mejor que me ha pasado. Gracias."

Cerré los ojos. Las lágrimas recorrían mis mejillas de una manera tan espectacularmente rápido que era inimaginable. No sabía cómo había escrito tanto, pero, lo había hecho desde el corazón aunque fuera doloroso. Solté mi móvil sobre la cama y limpié las lágrimas que aún recorrían mis mejillas. Me dolía tanto el corazón. Nunca imaginé que podía doler tanto. Sentí unos brazos rodear mi cintura con fuerza y me asusté ante ese hecho. Youngmi besó mi mejilla con suavidad antes de apoyar su mentón sobre mi hombro.