El avión aterrizo cinco horas después de haber despegado, mi cuerpo estaba entumido y mi cabeza dolía como los mil demonios.
Me levante de mi asiento y camine detrás de las personas que hacían fila para bajar del avión. Una vez ya abajo tome mis maletas y camine hacia la salida donde estaban las taxis, era de madrugada por lo que no había tantos taxis, camine hacia uno y me subí, le indique mi destino y este arranco.
NARRA CHRISTOPHER UCKERMANN
La carrera estaba a punto de comenzar, estaba emocionado, quería ver a Dul, ¿Ella vendría? Quería ver a mi Pequeña, quería que me viera ganar. No sé qué me pasaba con ella, últimamente mi cabeza solo se centraba en ella y en nadie más. Y es que ella era especial, su sonrisa, diablos, su sonrisa era la más bonita que había visto en mi vida, sus ojos, esos ojos que enamoran a cualquiera, incluso a mí, su cara cuando está enojada es lo más tierno del mundo, su c... ¿Pero qué diablos estoy diciendo?
Estaba con los chicos fumando cigarrillo, a lo lejos divise a la amiga de mi pequeña, ¿Mi Pequeña? ¿Enserio Uckermann? El caso es que venía sola con su amigo, pero Dul no estaba con ellos, me desilusione un poco, pero que raro, ella se la pasan juntas.
-¿Estás listo para que te patee el trasero Uckermann?; una voz ronca resonó detrás de mí, voltee a verlo con burla, era el idiota con el que correría hoy.
-Ucker: Creo que yo debería de preguntártelo a ti imbécil; dije frio, el rio y arranco a toda velocidad. Idiota.
Estábamos en la línea de fuego, estábamos a punto de empezar, mira hacia donde está la amiga de Dul y nada, ella no estaba. Sentía la necesidad de tenerla aquí, conmigo.
La chica con las banderas nos indicó que era hora de partir, ambos arrancamos a toda velocidad.
Minutos más tarde tenía a los chicos a mi alrededor y una gran fajo de billetes en mi mano, había ganado, como siempre.
-Ucker: Ahora vuelvo; dije a los chicos cuando vi a la amiga de mí pequeña acercarse.
Venía platicando cómodamente con su amigo y cuando me vio sonrió.
-Mayte: Hey! Felicidades Christopher; dijo sonriente, yo asentí.
-Ucker: Gracias; dije serio; Y uhm; rasque la parte de atrás de la cabeza; ¿Dul no vino contigo?; pregunte sonrojado.
¿Por qué si quiera me sonrojaba?
-Mayte: Oh; puso cara triste; ella no vino, tuvo un problema.
-Ucker: ¿Problema?; pregunte; ¿Puedo preguntar que paso?; dije.
-Mayte: Ella se tuvo que ir, tuvo un problema familiar; dijo triste.
Se fue, ella se fue, mi Pequeña se fue.
-Ucker: ¿Qué' ¿Cómo que se fue' ¿A dónde?; pregunte desesperado.
-Mayte: Tal vez no regrese; dijo triste y mi mundo se vino abajo.
NARRA DULCE MARIA ESPINOZA
El taxi me dejo en el Hospital Central, donde se encontraba mi pequeña, baje con todo y mis maletas y entre, rápidamente el olor a medicina y cloro inundo mis fosas nasales, odiaba ese olor.
Deje encargadas mi maletas con una enfermera y subí por el elevador hacia el piso 4 en donde se encontraba Jessica y por ende mis padre.
"Ya llegue, ahora estoy en el Hospital, espero que todo salga bien, besos" le escribí a May mientras el elevador subía.
El elevador abrió sus puertas y salí de ahí, camine por un largo pasillo hasta divisar a mis queridos padres.
-Dulce: Papá, mamá!; corrí hacia ellos y los abrace con fuerza mientras lagrimas salían de mis ojos.
-Hija, que bueno que estas aquí; dijo sonriendo mi padre, mi padre, se veía muy mal, tenía unas ojeras terribles y mi madre ni se diga.
-Hija, te extrañamos; mi madre beso mi mejilla.
-Dulce: Yo igual mami; sonreí, aunque mi sonrisa no tardaría mucho; ¿Cómo esta Jessica? ¿Ha habido alguna noticia?
-Ella sigue igual, el doctor no ha salido, no nos ha dicho nada; dijo mi madre tristemente.
-Hija, tenemos que ser fuertes; dijo mi padre; Ahora más que nunca nos necesitamos el uno con el otro; dijo con la voz entrecortada, Dios, que no llore; La veo muy mal hija, muy mal; empezó a llorar, no; No la quiero perder, no quiero que nos dejó; empezó a sollozar.
-Dulce: Quiero verla, necesito verla, dije llorando.
-Ve hija, ve con ella, no quiero ser negativa, pero tal vez ella solo te esté esperando a ti, tal vez quiere despedirse de ti; dijo mi madre llorando, Dios ¿Por qué?
Camine hacia la puerta y la abrí lentamente, entre y allí estaba ella, mi bebe, tenía un respirador, tenía varios tubos y cables conectados, se veía más frágil que nunca, corrí hacia ella y la abrace sin importarme nada.
-Dulce: Mi bebe, mi princesa, tienes que despertar, tú eres fuerte, lo sé, no me puedes dejar, no nos puedes dejar, tú no, tienes que despertar, te juro que cuando despiertes estaré aquí a tu lado y no me iré nunca más, iré contigo a tus terapias y me presentaras a tu príncipe azul; rompí en llanto; No me dejes bebe, por favor; susurre acariciándole su hermosa y pálida cara; ¿Por qué tú? ¿Por qué no yo? Daría lo que fuera por estar en tu lugar, tú no mereces sufrir, tú no mereces estar aquí, en esta cama, tu no; me dolía tanto verla así, ¿Por qué ella?
Me quede un rato más hablando con ella y dándole ánimos, tal vez me escuche, de un momento a otro la maquina empezó a sonar, empezaron a entrar doctores y enfermeros, yo no sabía que pasaba, ellos me sacaron, corrí hacia mis padres y los abrace.
-¿Qué paso? ¿Por qué esos doctores entraron así?; preguntaron preocupados.
-Dulce: Yo... yo no sé, ellos, solo... la maquina empezó a sonar y ellos entraron y me sacaron; dije temblando.
No dejaba de llorar, Dios, ¿Qué estará pasando ahí dentro? ¿Por qué nadie nos decía nada?
Una hora después, el doctor salió del cuarto, camino hacia nosotros y se quitó el tapabocas azul, nos miró.
-Lo sentimos; dijo el doctor con pena; No pudimos hacer nada.
Mi mente se quedó en shock, esto no podía estar pasando.
mx
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El Odioso
Romance"Del odio, al amor solo hay un paso" Pero ¿Qué pie tienen que utilizar? ~~ Distintos Ranking #17 Vondy (30/09/2018) #35 Enfermedad (30/09/2018) #109 Universidad (30/09/2018)