CAPÍTULO 7

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Voltee la cabeza para ver quién era, era May, chismosa.

-Dulce: Me asustaste; exclame, ella rio.

-Mayte: Perdón, no pude evitar escuchar, ¿Así que tienes novio?; pregunto alzando la cejas.

-Dulce: No, que cosas dices, no tengo novio.

-Mayte: Entonces debes apreciar mucho a esa persona para llamarla así; asentí.

-Dulce: Claro que sí, era mi hermana; sonreí; Mi pequeña hermana.

-Mayte: Vaya, no sabía que tenías una hermana; musito; Por un momento pensé que era tu novio y que engañabas a Christopher; dijo riendo.

-Dulce: Ahora lo sabes, ¿Engañar a Christopher? Ese idiota y yo no somos nada; dije seria; Yo estoy soltera y buscando; dije y las dos reímos.

-Mayte: Bien, bueno, te estaba buscando para preguntarte si te apetece ir al centro comercial, necesito compras unas cosas y un poco de ropa; hice una mueca, en realidad quería ir, pero no tengo dinero para comprar, si tengo, pero es poco y es para sobrevivir y para comprar cosas realmente necesarias. Aunque solo podría ir a acompañarla.

-Dulce: Esta bien, ¿A qué horas?; pregunte.

-Mayte: Terminando las clases te espero en la entrada y tomamos el bus ¿Te parece?; Yo asentí, ella se despidió y se fue a su clase, así como yo a la mía.

(*)

Estábamos esperando el bus en la parada que estaba a dos cuadras de la uní, teníamos 20 minutos y no pasaba, estaba desesperándome.

Al final decidimos tomar un taxi y 15 minutos después ya estábamos en el centro comercial.

-Mayte: Dul!!; grito May como loca cuando veíamos unos vestidos.

-Dulce: Mierda, May, asustas, ¿Qué pasa?

-Mayte; Se me había olvidado decirte que hoy habrá una fiesta y estamos invitadas; dijo emocionada.

-Dulce: Que yo recuerde a mí nadie me invito; respondí.

-Mayte: Oh vamos Dul, no seas aburrida, tenemos que ir, se pondrá buenísima.

-Dulce: May, ya te dije que no; dije abrumada.

-Mayte: Dul, por favor; dijo haciendo un puchero; ¿Dejaras ir a tu mejor amiga sola?

-Dulce: Esta bien, ya que, ¿A qué hora será?; pregunte.

-Mayte: A las 8 ya tienes que estar lista, de todos modos pasos por ti a tu dormitorio; asentí.

Estuvimos alrededor de dos horas de tienda en tienda hasta que May se decidió a comprarse un vestido, un puto vestido, solo eso se compró, idiota.

(*)

Las 8 en punto marcaba el reloj, estaba vestida con unos jeans negros rasgados, un top blanco, una chaqueta negra y unos botines negros de tacón.

Tocaron la puerta, era May, tome mi bolso y abrí, ahí estaba ella con el vestido que había comprado, nos saludamos y salimos de ahí, al parecer Alfonso nos llevaría. Y así fue, salimos y ahí estaba el en su auto deportivo, entramos y lo saludamos.

Nos adentramos a un barrio donde abundaban las mansiones, vaya, que daría por una casa así. El auto de Alfonso se estaciono enfrente de una gran mansión, había demasiados autos y demasiadas personas afuera, nos bajamos y caminamos hacia la entrada.

Un olor a cigarro, marihuana, cerveza, inundaron mis fosas nasales, asco.

La casa era demasiado grande por dentro, estaba llena de chicos y chicas, unos bailando, tomando, etc.

El OdiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora