IDFC ~ Jikook.

04

Luego de una larga jornada en el instituto al fin había llegado la hora de irse. La mayoría amaba los días viernes porque eso significaba descanso. Decirle adiós a una semana ajetreada para darle bienvenida a un fin de semana de relajo en donde puedes levantarte a la hora que quieras, hacer lo que quieras y estudiar por si tenías alguna prueba en la semana.

En mi caso, odio los viernes y desde hace 5 años que lo hago. Desde que vivía con mi tía y su familia lo que menos quería era permanecer en esa casa al menos más de 24 horas. En la semana luego del instituto voy a la casa de alguno de los chicos y me quedo allí el mayor tiempo posible con tal de volver tarde a mi casa.

Cuando mis padres murieron tuve que irme a vivir con ella. No tenía otro familiar que pudiera haberse hecho a cargo de mí, ella era la única que cumplía con "el perfil". Los primeros meses fueron relativamente buenos, tenían empatía por lo ocurrido con mis padres. Pero luego de un tiempo las cosas cambiaron, discutían conmigo por todo y por nada, me trataban de huérfano, su marido me odiaba, bueno lo sigue haciendo.

En ese entonces aún era amigo de Jimin. Me ayudó bastante a superar el dolor, la tristeza y el luto que llevaba. Pero las cosas comenzaron a cambiar, él se interesó por otras cosas, cosas que ocasionaron que todo se desarmara a pedazos.

Lo último que bastó para quebrar nuestra amistad que venía mal de hace tiempo fue una de las tantas "buenas nuevas" de mi tía que en realidad solo eran buenas para ellas y una granada para los demás.

"Nos iremos a vivir a Seúl"

Esas palabras me habían destruido completamente. Irme a vivir a otra ciudad dejando toda una historia atrás, dejando recuerdos con mis padres y a un amigo que estaba próximo a perder.

{flash back}

La puerta se abrió cuando mis lágrimas ya se habían apoderado de mí y la desesperación le acompañaba. La señora que consideraba como una segunda madre me dejó pasar sin preguntárselo dos veces.

-Jungkook, bebé ¿Qué ocurre? -dijo en un tono de preocupación mientras cargaba a Joy, su pequeña hija.

-¿D-d-dónde está J-Jimin? -decía a penas.

Ella se quedó en silencio. Sabía perfectamente en dónde se encontraba.

-Mami, po que kuki ta llodando -decía la pequeñita.

-¿Qué pasó? -volvió a preguntar ella.

-da igual... -susurré mientras secaba mis lágrimas.

No sé qué es más doloroso. Saber que tendré que irme a vivir a otra ciudad en donde no conozco a nadie o saber que había perdido a mi mejor amigo. El dolor se había vuelto peor pero silencioso. Las lágrimas se cortaron y una mirada seria se apoderó de mí.

-Jungkook, ¿estás seguro? -volvió a preguntar.

-Sí, señora Park -tomé aire- fue un error haber venido, perdón.

Señora Park. Yo nunca le decía así ¿Por qué es que lo hice ahora?

Ella intentó retenerme para sacarme la información de por qué lloraba, pero no lo logró.

Salí de su casa en silencio, lo último que le dije fue un "no se preocupe, señora Park". Justo a un par de metros se encontraba Jimin con esa sonrisa que lo caracterizaba. Al verme en las condiciones que me encontraba se acercó con rapidez hacia mí. Las lágrimas volvieron.

¿Ahora se preocupa por mí, en serio?

-¿Por qué estás llorando? -me preguntó preocupado- ¿Pasó algo? ¿¡Mi mamá está bien!?