Muchos dicen que el no puede amar, que está hueco por dentro, no le importa nada más que él, yo no lo creó así. Mi alma vive por él, No importa las veces que vuelva a Arkham, siempre me vamos a reencontrarnos. ¿Sólo por que le tocó el papel de ser e...
La vendedora de bienes raíces esperaba impaciente que los clientes aceptarán la casa. Una niña de entre doce a trece años peinada de dos coletas y un fleco, entro dando pequeños saltos a la casa, mientras que la madre entraba unos segundos después, una mujer de cabello rubio pálido y mechones azules y rosas.
— Bueno, ¿Y que tal? — Pregunto.
— Bien, es grande.
— ¡Perfecta para su hija y esposo!
Harley borró su sonrisa, se quitó los lentes oscuros y miro a la vendedora.
— Oh no, mi esposo murió hace unas semanas, así que volvimos a Gotham. Digamos que fue culpa de la dichosa liga de la justicia.
Menciono con desprecio tocando los muebles con polvo.
— Pero si ellos están para servir a la sociedad.
— Mmm, no se crea.
La vendedora Sara, pudo ver a la niña observando toda la casa con detalle, se acercó hasta ella para charlar un poco.
— ¿Que te parece, linda?
— Pues mi papá compraba mejores.
— ¿Y que fue lo... le pasó a tu papá? — La curiosidad mató al gato.
— ¡Ah, eso! Casi no pasábamos tiempo juntos siempre estaba en club nocturnos o atrapando a un enemigo vestido de murciélago. Murió en manos de Super man, lo atravesó con una mano, cuando lo encontraron estaba destrozado, había dejado una nota de despedida. — La niña aparento que empezó a llorar, la vendedora se sintió intimidada.
— ¡La compramos! — Gritó Harley. Lucy camino a otra habitación, cuando ya estaba los suficientemente lejos, comenzó a reír y limpio las lágrimas falsas.
— Siento lo de su esposo, debe ser duro.
— Fue horrible que su avión cayera.
Sara levantó una ceja. ¿Avión? No había sido súper man el asesino. Estas personas están locas.
— Okay. Yo me tengo que ir es toda suya.
— Usted sabe, ¿Quien soy?
Sara negó con la cabeza.
— ¡Ah, Harley Quinn! Mucho gusto, me gusta tu perfume, ¿Es fragancia mortal? — Sara no entendió. Se supone que esos villanos habían desaparecido hace años y Gotham no había tenido problemas en todos esos años.
— ¡Ayuda! — Grito corriendo a la salida. El Joker le sonrió dándole con un Acha justo en medio de la cabeza. Con un pañuelo limpió la sangre que había salpicado a su rostro.
— ¡Es bueno volver! — Exclamó. Harley se quitó ese enorme abrigo y se quedó con su traje. Lucy observó el cuerpo de Sara. No le causaba temor, ya estaba acostumbrada
— Volvimos, gente bonita — Agrego Harley tomando su cámara del bolso. Hace años habían desaparecido para criar a Lucy y seguir con el legado, pero ahora las cosas volvieran a ser como antes, ahora el pingüino y dos caras dejarían de ser los villanos más peligrosos.
Y lo primero que harían, era difundir el mensaje.
A todo Gotham.
Y de inmediato, Gotham recibió el mensaje. Bruce Wayne lo veía, no era posible.
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Bueno, tarde o temprano sabía que ese payaso volvería, que no todo el tiempo estaría lejos. Y ahora que anuncia que tiene un legado. » Una nueva villana. El juego volvió a comenzar comenzar, tomar a Gotham. Difundir el miedo.
— ¿Que harás? — Pregunta Diana.
— Bueno, esto es entre Batman y él Joker. No necesito ayuda para salvar a mi ciudad.
Respondió fastidiado.
Ese juego de Batman y los reyes de Gotham jamás acabaría. Por que:
