—Claro, bebé —dije parandome en las puntas de mis zapatos para besarlo.
Nos dirigimos a su auto y él se apresuró para abrirme la puerta.
—Adelante ma'am —dice imitando a un mayordomo
—Gracias, amable caballero —dije siguiendole el juego. Los dos reimos y entramos a su auto.
Íbamos hablando todo tipo de tonterias, cosas tiernas y románticas; él con una mano en el volante y la otra en mi pierna.
—Shawn ¿a dónde vamos?
Tenia mucha curiosidad, él no me había dicho a donde íbamos y eso me estaba matando.
—Ya verás, Ale, sé que te va a encantar.
Este chico me quiere matar de la duda.
—Sabes que no dejaré de insistir y preguntar —dije tratando de sacarle algo pero no funcionó
—Sé que seguirás hablando, Ale, y si no estuviera conduciendo te callaria a besos pero no puedo.
No sé que hice para merecer esta adorable criatura.
Enfoqué la vista en el camino y noté que estamos lejos de la civilización. La puesta de sol era hermosa, era un día muy tranquilo y la carretera estaba llena de hojas que caían de los árboles a nuestro lado, todo era planicie y naturaleza.
Estaba hipnotizada por la vista cuando de pronto la voz de Shawn me saca de mis pensamientos —toma, ponte esto.
Me pasó un pañuelo negro para que me cubriera los ojos. Lo vi un poco incrédula.
—Tranquila, sólo quiero que sea una sorpresa —reí mientras me la ponía; minutos después el auto se detuvo.
—¡Llegamos!
—No puedo ver nada.
Escuché la puerta del auto abrirse y cerrarse.
—¿Me vas a dejar aquí sola? —grité entre risas, sabía perfectamente que el no haría nada de eso. Mi puerta se abrió.
—Hemos llegado ma'am
—¿Enserio? No lo había notado, talvez sea por este tonto pañuelo —dije sarcástica, en eso sentí que unos brazos me cargaban.
—Vamos, Ale.
Shawn me soltó en un lugar que se sentía muy suavecito
—A la cuenta de tres te quitas el pañuelo —estaba emocionada, no lo podía negar —. Uno, dos y tres.
Me quité el pañuelo y quedé completamente maravillada al ver el lindo detalle que había preparado.
Lo que hizo Shawn
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Mis ojos estaban húmedos, quería llorar, era muy lindo lo que él había hecho por mí
—¿Y bien?
Lo abracé y empecé a dejarle pequeños besos en todo su divino rostro.
—¡Gracias, gracias, gracias, Shawn!
—Todo por ti, princesa.
••• Este es un capítulo especial, está dedicado a AlejandraAguilar211, gracias por la idea aunque la cambie un poco, espero que te guste.
Si quieren que les dediqué un capítulo o tienen alguna sugerencia por favor haganmelo saver, las quiero y espero que tengan un buen dia/tarde/noche ❤
