Johan Bael

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Advertencia: Capitulo extenso.

* * *

Desde tiempos muy remotos, los humanos nos han encapsulado en las tontas ideas de que somos seres sin alma, sin emociones ni sentimientos como ellos. Creen que no somos capaces de distinguir el bien entre el mal, y mejor aun: creen que nosotros no sentimos, no odiamos ni amamos como ellos lo hacen.

Si bien es correcto decir que nuestras acciones van en contra de sus principios, podemos asegurar que incluso tenemos un mejor aprecio a la vida que ellos. Nosotros disfrutamos cada cosa que hacemos, un ejemplo de ello es el hacer sus vidas miserables.

No es como si con ello ganáramos algo; sólo lo hacemos porque nos parece divertido.

Aquí en el inframundo no nos rigen las leyes que ellos creen: Nadie nos tiene encerrados, pues somos libres de salir cuando queramos; no le tememos a los ángeles y realmente no somos enemigos mortales. Unos a otros sabemos que dependemos mutuamente: Sin los ángeles no habría bondad qué contaminar y sin nosotros ellos no tendrían a quien curar. El valor de cada jerarquía es bilateral para tener una sociedad fuera de utopías.

Mi nombre es Johan Bael y soy un demonio que se encarga de ofrecer sus servicios a humanos comunes y corrientes, es decir, sin ninguna posición social o económica importante.

—¡Johan! ¡Oye ya despierta amor!-La voz que gritaba desesperada mi nombre era de mi fastidiosa novia Asuka.

Inmediatamente cruzó la puerta de mi casa como si se tratase de la suya.

—¿Y ahora que pasa?–Resoplé de mala gana.

Aun era muy temprano como para salir.
Desgraciadamente para mí, la de cabello rubio y ojos color carmesí tenía la llave de mi hogar y podía acceder a ella cuando le viniera en gana.

—¡Quiero que me lleves al mundo humano! No sabes las ganas que tengo de despedazar a las chicas engreídas como Mai.

—Si el problema es con ella, será mejor que se lo digas en la cara y lo arregles directamente con esa tía que ir a destrozar a inocentes.

—Ehh... Pero que aguafiestas estas últimamente, cielo. Dime ¿acaso no te dan ganas de ir a asustar niños o engatusar a unas cuantas chicas para después hacerlas sufrir mucho?

—Creeme que no–dije cortante.

—¡Entonces tengamos una cita! Ya sabes, esos lindos paseos que dan los novios que quieren seguir conquistando a sus chicas.

—Mmhh... Entonces no es lo mío–me burlé para que dejara de fastidiar.

—¡Idiota!–Luego del insulto me sacó la lengua como si fuera una chiquilla haciendo rabietas.

—No seas infantil. Sabes que odio que hagas cosas como esas.

Y era verdad, realmente odio las cosas estúpidamente cursis y tiernas.
Si es que estoy con una tipa así de molesta es por el simple hecho de seguir lo que nuestro clan dicta y tener una descendencia digna de ser una siguiente generación.

—Solo dejaré de molestar si me llevas al mundo humano–Insistió.

Rodé los ojos.

¡Maldita sea!
¿Por qué ésta niña nunca se ha esmerado por aprender los conjuros de traspaso?

—De acuerdo, pero sólo si te callas la boca durante el trayecto y me dejas ir por un niño a mí solo. Tú te buscas a tu humano y nos reunimos a las 6:00 antes de que amanezca ¿bien?

🌸Drabbles Dark/Spiritshipping.🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora