Solamente mío

378 29 3
                                    

Judai estaba acostado entonces.

Aquellas lágrimas no paraban desde las seis de la mañana en que su pareja se había ido del departamento que compartían desde hace unos meses, cuando su relación había iniciado.

Todos sus amigos les decían lo monos que lucían cuando estaban juntos, e incluso que sabían que iban a terminar así: Como una bonita pareja que se amaba con todo el corazón.

¡Vaya mentira!

Judai mismo trataba de levantarse ahora de su cama, pues después de haber sido golpeado y obligado por su pareja a tener relaciones con él, se sentía sucio, deplorable y como un vil objeto.

¿Eso es a lo que llamaban amor?
¿Era ese el dulce sentimiento color de rosa que lograba reconfortar tus días?
Pues para él, no era nada más que un infierno.

Judai no sentía esa libertad de poder siquiera sentirse vivo; de salir con algún amigo o charlar un rato con alguien que no fuese su pareja.

Tan solo, lo de la noche anterior, se había suscitado porque Edo Phoenix, un buen amigo de ambos, había halagado el buen aspecto del castaño.

¿Y el resultado?
Que el posesivo peli turquesa armara todo un teatro en plena fiesta de Asuka Tenjoin, arremetiera un par de puños en la cara a su "amado", y terminara por abusar con sadismo de su cuerpo.

Judai ya desde hace tiempo había tratado de que alguien lo ayudase, pero su familia se negaba.
Sí él había decidido unirse a un hombre, debía de afrontar las consecuencias.
Y por parte de sus amigos, no creían que sus "peleas" fuesen tan severas.

Claro.
Como ellos no habían visto sus moretones.

Cuando nuestro frágil protagonista logró levantarse, con mucho dolor se dirigió hacia donde el armario donde guardaba su ropa mientras recordaba los días en que Johan Anderson era dulce con él.

"Eres solamente mío".

¿Cómo es que en algún tiempo esas horribles palabras le parecían románticas?

Él no era una propiedad.
Él no iba a seguir soportando eso.

Apenas empacó todo lo necesario en una pequeña valija, se dispuso a salir de ahí con mucho temor.
No sabría cómo reaccionar sí esa bestia aparecía de nuevo enfrente de sí.
Estaba aterrado de Johan, de sus amigos que pudiesen delatarlo, y hasta de su propia familia.

Al cabo de media hora andando, y justo cuando creía que ya todo estaba olvidado, recibió un mensaje de texto.

"¿Qué mierda crees que haces, Judai?
me perteneces.
Eres un inútil sin .
Dime, ¿quién va a alimentarte de ahora en adelante?
Con lo de anoche, ¿todavía no entiendes que eres mío?
Te voy a encontrar, y prometo que no te dejaré ir, cariño.

Te amo, mi idiota."

Con asco y mucho terror, guardó el teléfono.
Tocó sus recientes moretones y comenzó a llorar como niño pequeño.
Sólo quedaba rezar porque ese tren en el que iba ahora mismo lo llevase a un destino en el cual, ni Johan ni nadie, pudiera atarlo nuevamente.

* * *

Contador de palabras: 490

Hola.
En ésta ocasión quise mostrarles una historia que, si bien duele mucho leerla y ha tenido un final "reconfortante" dentro de lo que cabe, es con el único propósito de comunicar mi indignación ante las relaciones de pareja con posesiones sobre el otro.

Quiero hacerles saber que, están en una relación así, quiero que tengan mucho cuidado.
No soy nadie para decirles si lo que hacen o no está mal, pero no deseo que sufran lo mismo que mi personaje.

Historia basada en muchos hechos igual (o más fatídicos) que estos.

🌸Drabbles Dark/Spiritshipping.🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora