Aunque no te pueda ver

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Johan estaba en la habitación de su hogar en Europa, analizando con cuidado las fotos que se había sacado en la increíble Academia del Duelo durante la ceremonia de egreso: su último día en Japón.

Miró con cuidado el rostro de sus amigos más preciados: La seriedad de Axel, el carisma de Jim, la amplia sonrisa de Fubuki, el rostro avergonzado de Asuka mientras usaba un vestido rosa, la melancolía de Sho, la serenidad de Hell Káiser, el llanto de Kenzan y Rei por tener qué despedir a sus superiores.

Todo parecía ir normal para aquel joven europeo que se dedicaba a limpiar sus recuerdos de hace un mes, pero de repente sintió una punzada en su corazón al darse cuenta de que nunca pudo fotografiar a su mejor amigo: Judai Yuki, aquel chico que fue el único en no despedirse de nadie.

Johan tomó sus fotos y se clocó justo delante de la ventana de su habitación que reflejaba las gotas de lluvia que comenzaban a caer.
Así, suavemente comenzó a cantar:

" ayer tuviste un día gris, tranquilo.
Yo haré canciones para ver  así consigo hacerte sonreír."

Y sin querer, la imagen de Judai se apoderó de todo pensamiento suyo al interpretar esa dulce balada.

"lo que quieres es huir, camina, yo haré canciones para ver así consigo fuerzas para vivir."

Sostuvo fuertemente las fotografías y, sin evitarlo, pensó en su primer recuerdo juntos: Cuando Estrecharon sus manos y Johan pensó, de manera muy avergonzada, que aquel castaño era realmente bonito.

"No tengo más motivos para darte, que éste miedo que me da, el no volver a verte nunca más."

Y al notar que su interpretación era tan acercada a su realidad, de repente sus ojos se llenaron de lágrimas amargas.

Pero pese a todo, no detuvo su canto:

"Creo ver la lluvia caer.
En mi ventana te veo pero no está lloviendo.
No es más que un reflejo de mi pensamiento.
Hoy te echo de menos.

Yo... Sólo quiero hacerte saber:
Amigo, estés donde estés, te falta el aliento, ¡yo te lo daré!
te sientes solo, ¡háblame!
Que te estaré escuchando, Aunque no te pueda ver."

Y de ese modo tan melancólico, terminó de cantar.

—Judai Yuki...–Susurró, sabiendo que nunca más lo volvería a ver.

Nunca más tendría a esos ojos bonitos destellando enfrente suyo, ni a esa melodiosa risa sonar enfrente de sí.

Johan entonces se secó las lágrimas de aflicción que cargaba consigo, apagó las luces de su habitación, y se acostó en su cama, sumamente resignado.

—Siempre... Siempre estaré para ti, mi lindo Judai. Aunque no te pueda ver...

* * *

Contador de palabras: 430.

Songfic:

→"Aunque no te pueda ver", interpretado por Alex Ubago.
Disponible en multimedia.

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