Normal

327 33 4
                                    

Se encontraban ambos a altas horas de la noche.

Era esa época del año en donde el frío era muy potente a tal grado que nadie saldría a ver las fuentes de agua que bailaban a la luz de la luna y melodías de música sinfónica.

Definitivamente, nadie los vería.

Judai y Johan se encontraban en una cita, a meses de haber comenzado su relación.
De verdad agradecían estar juntos, porque podrían jurar que no había quién los complementara de mejor modo en que lo hacia el otro.

No obstante, como en toda pareja, siempre habían pequeñas fallas.

Así, volviendo a la actualidad, ese fresco 20 de Noviembre, ambos estaban en la plaza central, completamente solos.
Estaban a minutos de que el reloj de la torre sonara al compás de 12 campanadas.

Entonces, Judai tomó la mano de su novio mientras se sentaban en un banquillo para observar los chorros de agua que parecían danzas al ritmo de una preciosa melodía de violín.

-¿Sabes algo, Johan?-Susurró con una dulce voz el menor- Nunca me había sentido tan bien saliendo de noche.-Le afirmó a su peli turquesa.

El de ojos jade lo miró unos segundos, y acarició su mano.

-Yo tampoco, amor.-Puntualizó.

Se encontraban tan inmersos en su respectivo compañero, que no notaron el momento en que una mujer se sentó en el banquillo de enfrente.

Estaban a segundos de besarse, de no haber sido porque Johan la notara, provocando que se separara de su amado cómo sí estuviese haciendo algo en demasía horrible.

Judai, al notar el desconcierto de su amado, enseguida quiso saber la razón.
Por consiguiente, al notar a la mujer adulta que revisaba su teléfono móvil, no pudo evitar, en un impulso de alegría, querer dirigirse a ella, entregarle su propio teléfono, y decirle un par de palabras al oído.

Johan no pudo escuchar nada de la charla, pero al ver a su novio regresar hasta donde él, notando que la mujer tomaba una fotografía de ellos dos en una pose muy comprometedora, no pudo evitar sentirse incómodo.

Pocos instantes después, la amable señora le devolvió su móvil a nuestro efusivo moreno, y él a su vez se dirigió a su amante, besando su mejilla en el acto.

-Mira, cielo, ¡saliste muy guapo!-Canturreó Yuki, provocando que el ceño de Anderson se frunciera todavía más por la desesperación.

-Nadie te dio permiso de tomarnos una foto, Judai.-Respondió seco.

El castaño apenas escuchó eso, supo que iba a comenzar otra de sus peleas, y lo peor era que se trataba del mismo asunto.

-De nuevo. Johan, ¿tanta vergüenza te doy?-Susurró Judai.

Para ese entonces, la amable mujer ya se había marchado del sitio, pues las fuentes también se habían apagado al igual que la felicidad de los amantes.

Por su parte, Johan bufó.

-¿Por qué siempre dices lo mismo, Judai?

El moreno rodó los ojos.

-¿Y tú por qué me tratas como basura cuando estamos en público?

Ambos estaban estresados.

-No es eso. Sólo estoy siendo precavido...

Judai rió sarcástico.

-Ah, ¿precavido? ¿de qué? ¿de que se enteren de que estamos saliendo?

Ambos se miraron a los ojos.

Johan no quería decirlo... pero en realidad, la respuesta era un completo SI.

-Y-Yo... No quiero que nos vean como una pareja en público, cariño.-Le dijo lo más sutil Johan a su pequeño.

Lamentablemente, la respuesta de Judai fue escandalosa y muy herida.

-¿¡Entonces sólo quieres tratarme como tu igual cuando me tienes en la cama!?-Gritó.

Los alaridos lograron alertar todavía más a Johan, quien quería que el conflicto fuese lo más bajo posible.

-N-no... Comprende. Es que quiero que nos traten como gente normal, amor.

-...-

Aquellas fueron suficientes palabras para que el castaño, en un ataque de desesperación, arremetiera una sonora bofetada en la mejilla izquierda de su amante.

-¡Eres un imbécil, Johan! No logro comprender entonces qué demonios haces a mi lado. Sí quieres ser "normal", ¿entonces por que no te vas con una chica? ¿Por qué...?-Estaba diciendo, pero su llanto le impidió continuar.

Johan, el inseguro Johan, entonces tomó a su pequeño entre brazos.

A estas alturas, ya no le importaba sí sus padres descubrían que no estaba en casa durmiendo cómo ellos creían. Ya no le importaba sí alguno de sus compañeros del colegio los descubría. Tampoco le interesaba lo más mínimo que alguien los agrediera por sus preferencias.

Sí lo echaban de casa.
Sí sus compañeros se burlaban.
Sí lo lastimaban un poco.

Ya nada de eso importó, pues había descubierto que todas esas inseguridades sutás habían dañado a la persona de la cual había estado locamente enamorado desde hace tiempo.

Y entonces lo presionó más contra sus brazos.

-Judai Yuki; como el día en que te pedí salir conmigo, quiero decirte que eres lo más valioso para mí. -Besó sus mejillas, llegando hasta sus ojitos chocolate, retirando sus lágrimas en el acto.-Te amo, y nunca me voy a avergonzar de ser tu novio. Te pido perdón por haberte echo esto desde el inicio ... Es sólo que tengo miedo a que alguien te dañe. ¡Tengo miedo!

Yuki sonrió un poquito melancólico, acariciando la espalda de su novio.

-Así que ... ¿Aún no superas lo que ocurrió hace años?-Ambos se quedaron en callados, Johan llorando en silencio, y Judai dando palmadas en la espalda de su querido Anderson.

Había sido un pasado duro; un pasado que ninguno de los dos quería revivir.

No obstante, el pequeño se tranquilizó, así dando paso a que su novio también lo hiciera.
Entonces Johan habló.

-Prometo que ya no seré el mismo exagerado.-Se secó las lágrimas, tratando de sonreír a su dulce Judai.-Haré lo que sea para asegurar que nadie te lastime, así como también... Poco a poco iré desenvolviendome contigo. Sólo dame un poco de tiempo, y verás.

Yuki asintió, verdaderamente complacido.

-Y yo prometo no hacer cosas deliberadas que puedan incomodarte.-Levantó su meñique derecho, enlazándolo con el de su chico de orbes esmeralda.

Y sellaron su pacto entonces con un beso, el cuál sería testigo de sus nuevos propósitos para un futuro próximo.

Judai entonces, al separarse, miró la hora de su teléfono móvil, y entonces se preocupó demasiado por su pareja.

-Amor, la hora. ¿Necesitas llegar ya a casa?

Así, el más alto negó con toda sinceridad.

-Ya va siendo hora de que diga que lo más normal a éstas horas es estar a un lado de mi novio, ¿verdad?

🌸Drabbles Dark/Spiritshipping.🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora