CAPÍTULO XIV Un poco más cerca

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CAPÍTULO XIV
Un poco más cerca

El suave sonido del crepitar en la chimenea armonizaba el despacho. La noche había caído ya y a través de la ventana podía verse la luna plateada en medio de un cielo despejado.

Zero se encontraba sentado en su silla. Con una expresión insondable en el rostro observaba detenidamente el contenido de un sobre amarillo.

Era fin de semana nuevamente, así que salvo uno que otro vampiro, todos los alumnos de ambas clases estaban de descanso en sus hogares.

- Eyre Liam ¿eh?... – dijo en un tono suave, mientras se reacomodaba los anteojos de lectura y depositaba las hojas sobre su escritorio, quedándose con la frontal que era donde estaba la foto de aquel vampiro - …Es extranjero, aunque no cabe duda de eso por el acento de su voz, y para no variar es rico, influyente y con un sinfín de logros y aportaciones a la sociedad. Pero se que hay algo más con él de lo que aquí dice… ¿Pero qué?... ¿Por qué siento ahora que lo he visto antes, cuando sé que jamás ha sido así?

Continuó observando la imagen del sangrepura un poco más; luego, agotado, la dejó junto al resto de las hojas; se retiró los anteojos y los dejó también sobre el escritorio y  se recargo sobre el respaldo de su silla  levantando el rostro hacia el techo y cerrando los ojos.

- Estoy comenzando a creer que he enloquecido… en definitiva, no debí haber ido hasta ese lugar.

<<<<<<<< Flashback >>>>>>>>

La puerta se abrió de golpe y antes de que reaccionara el director ya estaba prácticamente encima de él.

- Zero-kun!!!, mi pequeño Zero-kun!!! – el hombre comenzó a revisarlo abriendo su cazadora, dándole la vuelta y revisando sus brazos – hijo mío, ¿te encuentras bien?... ¿te hicieron algo?... díselo a tu padre…

- ¡Ya suéltame!... Sí, estoy bien – Zero lo miró exasperado y con un tic en el ojo.

Kaien se alejó de él y se mostró aliviado, pero casi de inmediato su expresión se transformó en una de fingida severidad.

- Me alegro, pero no debiste haber hablado con extraños, ¿Qué tal si te secuestraban?. Eres tan lindo y uno nunca sabe que intensiones puedan tener.

- Deja de decir tonterías, lo más cercano a un pervertido que he conocido eres tú.

- ¡No me digas esas cosas, Zero-kun! – fingidas lagrimas aparecieron en los ojos del director.

- Ya Kaien, deja de hablarle al chico como si  tuviera cinco años.

Ambos se giraron. En el dintel de la puerta estaba parado Yagari con su acostumbrada expresión dura y su tono brusco. Sin decir más, se adentró en el despacho y tomó asiento en una de las sillas frente al escritorio.

- Si los dos están aquí, supongo que no tengo que preguntar cómo fue que se enteraron.

- Kaito nos lo dijo sólo porque al parecer tú te quedaste preocupado por ese sangrepura que conociste.

- Sí, claro; y bien ¿lo conocen?

Yagari se encogió de hombros, encendió su cigarrillo y lanzó una bocanada de humo al aire.

- La verdad chico, a diferencia de ti nunca me ha interesado conocer a todos los sangrepura. Entre más alejados estén del territorio que vigilo, mejor para mí. Además debo reconocer que no a todos les gusta meterse en problemas como a ese desagradable líder del clan Touma, o como a Kuran Kaname.

AL FINAL DE LA NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora