CAPÍTULO II Anhelo

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Ya habían pasado varias semanas desde su entrevista con el director. Y aunque como sangre pura sus decisiones eran irrevocables y para todos su palabra era prácticamente ley. Interiormente aún se preguntaba si había hecho bien en volver. No era que no lo deseara; sino más bien era que, él mejor que nadie, sabía que como sangre pura y aún más como líder de su sociedad no siempre se podía hacer lo que se deseaba, sin que eso repercutiera.

Desde siempre todo mundo esperaba que actuara de cierta forma y estaban atentos a cada uno de sus movimientos y él por lo general les daba gusto. Eso había traído consigo que con el paso del tiempo tuviera que aprender a fingir y sólo mostrar lo que los demás querían ver. Pero ésta ocasión era diferente y es por eso que allí se encontraba ahora.

Un par de semanas antes se había reunido con los miembros del senado y les había externado su intención irrevocable de apoyar la creación de una clase nocturna nuevamente en la Academia Cross. En un principio se opusieron rotundamente pues sabían que la idea en realidad había surgido del presidente de la asociación de cazadores y no de él. Sin embargo al final de cuentas; a diferencia de Kiryuu con la asociación donde sus miembros respetaban a su presidente, a él el senado le temía; así que no habían tenido más remedio que tragarse su orgullo y aceptar.

Pero que el senado aceptara no era lo que importaba en realidad, lo que sí, era que la clase nocturna debería formarse por voluntarios; vampiros interesados en respetar las normas establecidas en el plantel. Y para ello pidió a Ichijou hiciera del conocimiento de todos los vampiros nobles que la clase nocturna volvería a crearse.

La respuesta fue favorable; en pocos días un número considerable de vampiros estaba dispuesto a asistir por propia voluntad e incluso algunos en contra de los deseos de sus padres. Kaname sabía que parte de su decisión se debía al hecho de que él ingresaría como miembro también. Pero si bien lo hacían por congraciarse con él o porque realmente les interesaba la coexistencia con los humanos; poco a poco ellos mismos se quedarían o se marcharían si es que no eran capaces de acatar las normas. Él se encargaría de que así fuera.

- Bien, ya he terminado... - Ichijou que estaba sentado frente a su escritorio, se incorporó y luego de estirar sus brazos para relajarse, se dirigió hacia él. Kaname lo miró desde su posición junto a la ventana - Aquí está la lista de los alumnos que ingresaran a la clase nocturna... - Kaname tomó la carpeta que le ofrecía y hojeó su contenido - ¿Quieres que se la lleve al director?

- No... gracias, lo haré yo mismo. - Kaname cerró la carpeta y se encaminó hacia la puerta.

- Espera... ¿iras ahora?

- Si, ¿Por qué?

- Es que aún es temprano y debe haber todavía muchos aspirantes humanos paseándose por las instalaciones.

- No importa...

El sangre pura salió del despacho mientras Ichijou lo miraba y suspiraba; pues aunque su amigo nunca decía nada, él sabía perfectamente el motivo de su prisa. Así que simplemente sonrió.

En tanto, Kaname abandonó el área designada a los estudiantes de la clase nocturna; cruzó los jardines del área común y se dirigió hacia el edificio principal, donde se encontraba, entre otras, la oficina del director.

Durante el trayecto pudo percatarse que efectivamente aún había muchos aspirantes dispersos por las instalaciones; quienes a su paso se detenían o se volvían hacia él.

- ¿Quién será?

- No lo sé, pero es muy atractivo y...

- ¡Qué lindo! ¿Crees que ingrese a la clase diurna?...

AL FINAL DE LA NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora