Capítulo XXII Protegerlo

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Capítulo XXII 
Protegerlo.

El cielo vespertino se encontraba despejado y el sol cercano a su puesta. La opaca luz dorada se filtraba por la ventana y bañaba los muebles cálidamente; mientras el silencio que reinaba en el despacho sólo era roto por los ocasionales ruidos externos.

De pie en medio de la estancia, leía concentrado las hojas que tenía en las manos. Después de unos minutos,  frunció el ceño y metió éstas de nuevo dentro del sobre amarillo.

-   TSK… Lo que nos faltaba -. Maldijo internamente y salió aprisa del lugar. Necesitaba encontrarlo de inmediato e informarle.

Avanzó por el corredor con paso firme mientras miraba por los altos ventanales esperando verlo. Sin embargo llegó a las escaleras sin hallar rastro de él. Suspiró sonoramente. No le sorprendía, lo más probable es que ni siquiera estuviera cerca de los edificios principales. Después de todo su amigo siempre solía hacer lo mismo cuando algo le preocupaba. Se alejaba para pensar a solas y sin interrupciones.

Cruzó el vestíbulo y al salir por la puerta principal chocó con alguien de frente.

-   Que diab… -. Maldijo, pues estuvo a punto de caer. Y al ver con quien había chocado, frunció aún más el ceño. - ¿Tu?... ¿Qué diablos haces aquí?

-   Yo… lo siento Takamiya-kun, no fue mi intención -. Ichijou estaba frente a él, vestido de manera casual y le sonreía con cierta afección.

-   Te hice una pregunta.

-   ¿Eh?... si. Bueno, vine a la biblioteca a devolver unos libros que tomé prestados –. Respondió el noble mientras le mostraba los dos volúmenes que traía consigo y un sutil rubor se instalaba en sus mejillas. – Como no hay ningún alumno humano en la academia, creí que no habría problema… ¿Y tú a dónde vas tan apresurado que ni siquiera te percataste de mi presencia?

Kaito lo miró inexpresivamente.

-    No es de tu incumbencia –. Dijo secamente y pasó al lado del vampiro alejándose lo más rápido que pudo. Ichijou sólo se lo quedó mirando con una sutil sonrisa en los labios.

Kaito volvió a fruncir el ceño mientras se alejaba. Ese vampiro lo ponía demasiado nervioso. Siempre amable y sonriendo. Además, ¿no se supone que a los vampiros les molesta la luz? ¿Qué diablos hacia ahí con el sol aún en pleno cielo?. No entendía cómo es que Zero lo toleraba y había entablado cierta amistad con él. A él en lo personal le ponía los nervios de punta. En especial cuando se lo quedaba viendo como hacia un momento.

En un principio había creído que su acercamiento con Zero se debía a que tenía algún tipo de interés en el cazador. Con el paso del tiempo se dio cuenta de que no era así y de que además era un imbécil. Incluso se lo dijo a Zero quien por cierto se había reído de él. << - ¿Le temes a un vampiro como él?>>, le había dicho. Obviamente no era eso; sólo que su amigo no sabía por qué detestaba a ese tipo.

Un rubor más intenso se reflejó en sus mejillas.

<<<<<<<< Flashback >>>>>>>>

-   ¿A qué has venido?. Según tengo entendido el asunto sobre esos traficantes ya se ha solucionado.

Kaito se encontraba recargado sobre el muro junto a la puerta; no lo miraba y tenía las manos dentro de los bolsillos de su gabardina. Ichijou al verlo sonrió.

AL FINAL DE LA NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora