El chico del GAME ©

3 | Canto y eso...

Miguel POV:

Pasaron dos días desde que ví como Alex traía a ese chico, su compañero de trabajo, en su moto.

Por los gemidos que escuché supe que habían tenido sexo, me sentí un poco mal, no se que sentí cuando lo ví entrar al Game, me llamó algo de atención en él, no sabía que era, solo quería estar más cerca de él, por eso, lo seguí hasta su trabajo, llamé a tres amigas para estar cerca de él, solo eso, y para mi sormpresa, me encontré el rollo que tenían estos dos.

–Miguel–dijo Tyler sacandome de mis pensamientos.

–Dime–dije tumbandome en mi cama, tenía mucho calor, y estaba muy cansado.

–Nos vamos Mick y yo a una fiesta, no te pregunto si quieres venir porque se lo que me vas a decir–dijo–no nos esperes hasta tarde–terminó de decir.

Y salió de mi habitación, dejandome solo.

Alex POV:

–Oye Alex–dijo Laura entrando en mi habitación, estaba afinando mi guitarra justo en ese momento.

–Dime Laura–le dije mirandola.

–Me voy a una fiesta, ¿te vienes?–me preguntó con una sonrisa.

–No, no me apetece, otro día–le dije, no me gustan mucho las fiestas, pero si que me gustan de vez en cuando.

–Ok, no me esperes despierto–dijo dandome un beso en la mejilla.

Y se fue dejandome solo en mi cuarto.

Miguel POV:

Me dí una ducha, y cuando me estaba secando el pelo fuera del baño, en mi cuarto, escuché una voz maravillosa mientras tacaba la guitarra.

–My mama don't like you and she likes everyone, and I never like to admit that I was wrong–cantaba Alex desde su habitación, mi cancion favorita (Love Yourself de Justin Bieber).

Podía observarlo por mi ventana, estaba solo en boxers, estaba en pose indio sobre su cama y tenía una guitarra con un pua, se le veí muy concentrado, no quería decirle que bajara la voz.

Me quedé observandolo hasta que terminó la canción, canta expectacular.

Entonces, giró su cabeza en dirección a su ventana y me vió, mirandole, esos ojos azules, me recuerdan al cielo que hace en verano.

–Hola–dijo este–¿me has estado escuchando?–me preguntó.

Sí, y observando tu maravilloso cuerpo.

–Sí–dije sin más.

–¿Te ha gustado?–dijo Alex apoyandose en la ventana, sus musculos de sus brazos se tensaron, podía ver como los había trabajo perfectamente.

–Sí, cantas muy bien–dije y después quería darme una torta, cuando me quedé viendole, como si fuera una colegiala mirando al capitán del aquipo, tenía 19 años, y yo 21, ¿no tendría que ser al reves?

Sí, pero él no te quiere, podreis ser amigos pero poco más.

Callate–le dije mentalmente a mi subsconsciente.

–Gracias–dijo este.

Se quedó callado, debatiendo si decirme algo o no, abría y cerraba la boca.