14 | Pues sí, lo eramos

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Alex

Ya había pasado el día donde Devon, un señor que nos había dicho que podíamos pasarnos para que vieran si podríamos ser modelos. Aún no me entraba en la cabeza como se había fijado en nosotros.

En ese momento estaba limpiando mi habitación, con mi lista de Spotify, como eran las once de la mañana podía poner la música alta sin que los vecinos se quejaran.

Estaban sonando las canciones de Sia, y yo, con solo mis pantalones de deporte, estaba bailando y cantandole a Max, que estaba tumbado en mi cama, mirando como limpiaba.

-Come on, come on, turn de radio on...-le cantaba al perro.

Terminé después de un par de canciones y tocaba tumbarse en mi cama, y jugar un poco al Resident Evil.

Pasaron dos horas y decidí irme a comer, mi barriga me lo pedía, y aunque Max no quería que se levantara de mis piernas, tuvo que acerlo porque me iba a levantar.

-Hoy cocino yo-dije entrando a la cocina, donde me encontré a Laura.

-Vale, perfecto-dijo con una sonrisa y me dió un beso en la mejilla.

Terminamos de comer y me metí en Google Maps para ver donde sería el sitio donde tenía que ir.

Puse la dirección pensando que iba a estar bastante lejos, pero estaba considerablemente cerca de donde yo vivía.

Después de media hora, cogí mi móvil y escribí a Miguel, que me contestó a los pocos segundos.

MIGUEL

Yo: Te espero en el garage

Miguel: Allí estaré pero vamos en ni coche

Yo: Por qué?

Miguel: Porque t estas gstando mucha gasolina

Yo: Oc

Cogí el móvil y me vestí, me puse lo mismo que ayer porque es un lock ni muy formal, ni muy informal, y eso me encantaba.

Salí al pasillo y me encontré a Miguel saliendo de su casa.

Despidiendose de Tyler y Mick.

Antes de cerrar la puerta, Max salió a despedirse.

-En seguida vengo y te saco a correr-dije agachandome y dandole un beso en la cabeza, le acaricié un poco y cerré la puerta.

-Vamonos-dijo Miguel cerrando la puerta.

Un perro es más fiel que cualquier persona, porque un perro si ves que estas en malas condiciones, te sigue, se tumba al lado de ti, intenta estar contigo en cualquier momento, y una persona cualquiera no haría eso, puede que alguna sí, pero no todas.

Llegamos al garage y Miguel me abrió la puerta de su coche, dejandome pasar.

Cuando entré, el olor a él me inundó por completo, dejandome oler esa fragancia que usaba.

Nos pusimos en marcha hacia el lugar donde teníamos que ir.

En ese momento, pensé que tenía que usar más el skate, lo tenía abandonado y no sabía porqué.

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-Es aquí-dije saliendo del coche.

El chico del GAME © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora