El chico del GAME ©

5 | No, sigue

Alex POV:

Me desperté por los chupetones de mi perrito, cosa que me gustaba, le abandonaron y confiaba en mí, otro ser humano.

–Buenos días–le dije dandole un beso en el hocico.

Me dí cuenta de que Miguel estaba dormido al lado de mí, tuvo una pesadilla, provecito.

Me puse de lado, y empecé a acariciarle el pelo, lo tenía muy suave.

No podía creer que un asistente del Game pudiera acabar durmiendo conmigo, en la misma cama que yo y que solo lo haya conocido hace muy pocos días. Y lo más raro, sin haber tenido sexo.

Noté como se movía, y por inercia quité mi mano de su pelo.

–No, sigue–dijo sin abrir los ojos.

–Hay que levantarse–dije en un susurro.

–No–dijo como si fuera un niño pequeño de cuatro años.

–No me hagas que me ponga encima de tí y te haga cosquillas, o que mi perro te chupe entero–le avisé, a lo que él abrió sus ojos.

Se sentó en el colchón y se dio cuenta que estaba en boxers.

–Perdón–dijo este intentando ponerse de pie.

–¿Por qué?–le pregunté frunciendo el ceño–yo estoy en las mismas condiciones–dije pasando mis manos por mi torso.

Se quedó callado.

–Me voy a duchar–avisé pasando por encima de él, ya que mi parte estaba pegada a la pared.

Cogí unos boxers blancos y una camiseta de titantes roja, unos pantalones cortos negros y una toalla.

–Cuando termine, tendré que sacar a correr al pequeño–dije mirandola como se acurrucaba junto a Miguel.

-–Vale–dijo este acariciandole.

Abrí la puerta del baño y dejé la puerta entornada, no me gustaba dejar la puerta cerrada, así no me da claustrofobia.

–¡Animals, animals, like animal, ohhh!–cantaba mientras me pasaba el jabón por mi cuerpo.

–¡You stay, a minute, your heands, on my, the clock, is singing, so stay!–cantaba mientras me vestía.

Salí del baño y Miguel ya no estaba, solo estaba mi perrito, tumbado en mi cama, viendome.

Tarda un poco pero después salta y me recive.

Le acaricié un poco y me fui a la cocina.

–¿Quieres bacon?–me preguntó Laura mientras cocinaba.

–Ok–dije.

–¡Pero que cosita!–dijo Laura cogiendo a Max

–Se llama Max–dije cuando me senté.

–Por fin tenemos mascota–dijo Laura sentandose al lado de mí, dejandome un plato con huevos fritos y bacon.

–Hey, es mí mascota, no nuestra–le dije mirandola como comía.

–Hey–dijo Miguel entrando en la cocina–he cogido un poco de tu ropa, espero que no te importe–me dijo parada delnate de mí.

–Para nada–le dije yo–¿quieres desayunar?–le pregunté.

–Si no es molestia–dijo

–Toma, no lo he tocado–dije dejandole mi sitio–me haré lo mismo–dije poniendo la sartén el la vitrocerámica.

–Gracias–me contestó.

–¿Te lo has tirado, Alex?–me preguntó Laura–ya te dije que no quería que se quedaran por la mañana siguente–me contestó.

Ví como Miguel se ponía demasiado rojo, pero demasiado, a lo que yo solo reí.

–No–le dije–fuimos a correr y nos encontramos al perrito mientras llovía, le trajimos aquí y decidí tener una mascota, el piso es grande-le dije con una sonrisa.

No me contestó.

Encendí el fuego y ví como hacía demasiado calor en la cocina.

–Que calor–dije quitandome la camiseta–maldita cocina–maldije en flojito.

–Se nota que has hecho deporte–dijo Laura tocandome el culo.

–La verdad es que sí–dijo Miguel mirandome.

–Gracias–dije–quita tu mano de ahí–dije–solo mi madre me ha tocado el culo, y mi hermana, pero es porque es demasiado baja–dije quitandole la mano de Laura de mi trasero de un manotazo

Terminé de hacer el desayuno y me puse la camiseta, me senté y empecé a comer.

–Llamó Jack anoche–dijo Laura haciendo que levantase mi mirada de mi plato–dijo que lo de hace dos noches se podría repetir–dijo esta.

–Solo fue una noche, el solo me quiero por sexo, me di cuenta tarde–dije yo.

–Ya veras como encuentras a alguien–dijo Laura mirando a Miguel.

–Me voy a correr con el perrito, que esta tarde tengo que ir a vacunarle–avisé poniendome de pie.

–Que te diviertas–dijo Laura.

–Lo intentaré–le contesté.

Cogí la correa que compré el anterior día y se lo puse, a lo que este se puso feliz.

–Yo también me voy, a mi casa–dijo Miguel cogiendo su ropa seca.

–Adios chicos–dijo Laura.

Le di un beso en la mejilla y salí de la casa junto a Miguel.

–Nos vemos–dije yo dandole un beso igual que a Laura.

Me di la vuelta y caminé hacia las escaleras

Después me di cuenta de la estupidez que hice en ese momento, no se en que estaba pensando, me deje llevar por mis emociones.

¿Me estaba empezando a gustar Miguel?

Puede que sí.

Nota del autor:

Aquí teneis el quinto capítulo de esta historia, tengo muchas ganas de seguirla, pero muchas.

Espero que os haya gustado 😃

Alex.