Alex
–Perfecto–dijo Davon que estaba sacandome una fotografías para ese verano.
Eran unas fotografías las cuales tenía que salir en bañador, otras con la camisa desabotonada y cosas así.
Miguel ya se había ido porque yo tenía que quedarme a hacer otras, las ultimas.
Cuando salí, vi unas personas golpeando a un cuerpo que estaba en el suelo.
–¡Ehh!–grité.
Cuando estuve cerca, los chicos eran flacuchos pero en gran mayoría.
Se giraron y al verme, salieron corriendo como nenazas.
Miré la masa que estaba en el suelo y me di cuenta que era Miguel.
–¡No!–dije agachandome.
Le tomé el pulso y no respiraba.
Empecé a llorar y me puse a hacer las pruebas de reanimación.
Unos golpes en el torax y respiración a sus pulmones.
No respiraba y sentía que no podía hacer nada más, había muerto.
–Alex–dijo su voz a lo lejos–Alex, ¡Alex!–y desperté.
Me encontraba en mi habitación, era de noche y tenía a Miguel vivo al lado de mí.
Le enganché el cuello y le besé, sentí como el beso estaba salado, eran por las lagrimas que había soltado con la pesadilla.
–Morías en mi pesadilla y no podía reanimarte–dije abrazandole.
–En tu pesadilla no rn nuestras vidas–dijo tranquilizandome.
–Sentí tristeza de verdad–dije acariciando su pelo.
–Pero ya pasó–dijo, la oscuridad no me dejaba ver su cara pero supe que estaba serio.
–Vamos a dormir–dije tumbandome otra vez en la cama.
–Vale, recuerda que estoy aquí–dijo abrazandome por la espalda.
Y caí en los brazos de Morfeo.
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Me desperté y vi que Miguel aún se había dormido, seguíamos en la misma posición que cuando había tenido la pesadilla.
Vi su cara hasta que Max se subió encima de mí a chuparme haciendo que se despertara Miguel.
Me giré y me quité la sabana de encima de mí y puse a mi perro en mi pecho.
–Buenos días–dijo Miguel dandome un beso en los labios.
–Buenos días–dije.
Ya no tengo palabras para describirll después de tantos adjetivos que he utilizado para decir lo perfecto que es.
Me levanté y me fui a la ducha.
No tuve que quitarme la ropa ya que había dormido desnudo por algunas razones.
Después de unos segundos entró Miguel a la ducha, conmigo.
Nos duchamos y salimos del baño, nos vestimos con mi ropa y fuimos a la cocina.
–Hola, parejita–dijo mi hermano que se estaba haciendo un café.
–Buenos días–dijo Laura detrás de Miguel y de mí.
–Hola–dijo Guillermo.
Preparé dos cafes y unos huevos fritos con bacon.
–Tenía pensado ir hoy a saltar en paracaidas–dije.
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El chico del GAME ©
Novela JuvenilYo no pienso que necesites estar mucho tiempo con una persona para conocerla. Si que es verdad que la conoces con el tiempo, pero cuando realmente conoces a esa persona es cuando habéis hecho varias cosas, varios momentos juntos. Y a mi me pasó alg...