Miguel
Estoy muy nervioso, han pasado tres años desde que vi como Alex se fue sin mirar hacia atrás, me sentí como el puto culo al verle entrar por esa puerta.
Me di cuenta de que la gente de Japón solo quería saber por mi cuerpo y eso no es solo ser un modelo, es más allá, y eso me da rabia, me fui de allí hace un año y no he tenido el valor de ir a Nueva Zelanda para ver a Alex.
Soy un cobarde de mierda.
–Miguel, coge ahora ese boleto que te dio Alex y ve al aeropuerto, vas a Nueva Zelanda y pregunta por Alex Black, es muy famoso con la fotografía–me dice Laura, la mejor amiga de él.
–Sabes, voy a ir como que me llamo Miguel Ángle–digo y me pongo de pie para ir a mi habitación y hacer las maletas.
–Pues vamos, yo también quiero ir y tengo boleto y la maleta hecha–dice y yo río.
Espero que esté feliz, no quiero verle mal por mi culpa.
Se lo dificil que tuvo que ser darse la vuelta y dejarme en el aeropuerto.
Voy a mi habitación y meto todas mis cosas.
Salgo y veo a Laura con el móvil mensajeando a Alex.
–Dejame verle, no lo he visto desde hace tres años y tres meses–digo intentado ver le imagen de perfil.
–Ya lo verás, hemos quedado con Vanessa, sabe sonde vive Alex y todo–dice Laura.
–¿Es su novia?–digo.
–No, está obsesionada con él y es su ayudante de la fotografía y eso–dice dirigiendose a la puerta.
–Hola Alex–dice poniendose a hablar con él.
Se ponen a hablar un poco por telefono hasta que escucho lo que menos quiero escuchar.
–Se que hace tiempo que no te hablo, más concretamente tres años y un mes–dice, Laura lo había puesto en altavoz–entre la fotografía, Vanessa y Nick no me da la vida–dice.
Me fijo en el nombre de Nick y me pongo en lo peor.
–Y, ¿se puede saber quien es Nick?–dice Laura.
–Sí, perdon, es mi fiel mejor amigo y a la vez profesor de defensa personal–dice y por su tono de voz pienso que está sonriendo.
–Estoy con alguien–dice Laura.
Se queda en silencio un momento.
–Me tengo que ir, desde que me mandaste a Max está muy juguetón conmigo y dentro de cinco minutos tengo clases–dice suspirando.
–¿No quieres saber quien es?–pregunta antes de que Alex cuelge.
–Ya se quien es y se que me está escuchando, no me chupo el dedo–dice riendo con nerviosismo–Max necesita atención, son las nueve aquí y tiene hambre–dice–adios–y cuelga rápidamente.
–Esta muy nervioso, no se espera que vayamos–dice Laura saltando de la alegría.
Una vez dentro del avión, Laura apoya su cabeza en mi hombro y se duerme, no tardo en dormirme yo también.
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–Vive ahí–dice señalando una casa ni muy grande ni muy pequeña, está pegada en la playa por lo que se ve en Google Maps.
–Gracias, nos vemos, Vanessa–digo y caminamos hacia allí.
No está muy lejos y se que me estoy muriendo de los nervios.
Llegamos y cuando vamos a tocar la puerta, se abre y sale un chico de un metro setenta, más o menos, cabello casi rubio y musculado, sin camiseta.
–Lo siento, Alex tiene clases, venid más tarde–dice entrando al jardín por un pasito pequeño que está decorado con piedras puestas.
–¡Vamos Nick!–dice gritando una voz grave y ronca a lo lejos.
Laura camina y yo la sigo despacio.
Llegamos al final y veo como la cara del chico que nos ha abierto y la espalda donde está la M que se había hecho Alex y unos tatuajes más. También veo que Alex se ha puesto el pelo plateado y le queda de maravilla.
–¡Un, dos tres!–grita Alex pero antes, Nick nos ve y frunce el ceño.
–Chicos, ya os he dicho que no podeis estar aquí–dice caminando hacia nosotros.
–Ya le habeis...oido–dice girandose y ve primero a Laura.
–¡Alex!–grita corriendo ha sus brazos.
Se dan un abrazo y cuando se separan veo que Laura señala hacia mí.
Tierra tragane ahora o nunca, por favor.
Ya es tarde porque tengo al chico que me vuelve loco delante de mí, sin camiseta y con pantalones que le dejan buen culo y con una sonrisa.
–Miguel–dice levantando mi cabeza.
No me deja decir nada ya que me besa y me atrae a su cuerpo fuertemente.
Me sube yenvuelvo mis piernas en mi cadera.
–Seguimos más tarde la sesión–dice Alex a Nick.
Escucho como ríen pero no le doy importancia y sigo besandole.
Se ha hecho una frase debajo del pectoral derecho donde pone en letra pequeña, " nunca olvides de donde has venido"
Se ha hecho unos cuantos en la espalda que rodean a la M y en el cuello, en la otra parte donde no había nada antes, tiene dos palabras.
"Be free"
Tambien tiene tres puntos consecutivos en su antebrazo derecho y un punto y coma al final de esos puntos.
Eso lo puedo ver cuando me carga y me lleva al interior de la casa.
Entra y cierra con la pierna y empieza a subir a la segunda planta.
–No sabes cuanto te he hechado de menos–dice entrando en su habitación, o es creo.
–Y yo a ti–digo y empiezo a besarle.
–Quedate, aquí conmigo–dice suplicando entre besos.
–Siempre–sonríe y me tumba en la cómoda cama.
Se pone encima de mí y empieza a quitarme la ropa.
–Te queda muy bien el pelo de color plateado–digo cuando empieza a quitarne la ropa.
–A ti te queda bien todo–dice sonriendo.
Y así, nos fundimos en uno otravez y así es comola felicidad aparece en mi pecho y no tiene planeado salir nunca más.
Este si que es el final, el episodio extra lo tendris mañana.
Votad y comentad y espero que os haya gustadl esta historia tanto como a mí escribirla.
La corregiré cuando termine el capítulo extra y cambiaré algunas cosas.
Nos leemos 😌
Alex.
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El chico del GAME ©
Ficção AdolescenteYo no pienso que necesites estar mucho tiempo con una persona para conocerla. Si que es verdad que la conoces con el tiempo, pero cuando realmente conoces a esa persona es cuando habéis hecho varias cosas, varios momentos juntos. Y a mi me pasó alg...