Aunque Duela

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Verano, 2016

Los Ángeles, California

Juez: ¡Declaro culpable al señor Bora, por caso de violencia doméstica y homicidio agravado, lo condeno a 10 años de cárcel, se levanta la sessión!

En el juzgado de Los Ángeles, la pesadilla de Lucy se daba por terminado. Paso un año sufriendo maltrato por parte de su pareja, al principio verbal pero poco a poco paso a los golpes, en una noche ella le contó a su pareja que estaba embarazada y este le golpeó el vientre hasta provocarle que pérdiera al bebé.

Brandish: Por fín se acabo esto pequeña, nunca más nadie te hará daño.

Lucy: No puedo creer que soporte mucho tiempo a ese mounstro...

Brandish: Lo bueno que ya se acabo la pesadilla y ahora ya tienes tu propio apartamento, un trabajo y un futuro por delante.

Lucy: Si, muchas gracias por todo tu apoyo en estos 6 meses del caso.

Brandish: No es nada, ese es mi trabajo y ahora el tuyo será contruír un buen futuro para tí, ¿si?

Lucy: ¡Así será!

Brandish: ¿Quieres que contacte a tus padres?

Lucy: ¡No, por favor! No tengo cara para enfrentarme a ellos, les fallé... Les rompí su corazón y no merezco ni siquiera verlos.

Brandish: Sabes que te buscarón, ellos quieren verte.

Lucy: No, por favor. No puedo verlos, yo soy una vergüenza para ellos, no merezco su amor.

Brandish: Bueno cuando te sientas preparada, creemé los harás felices.

La rubia no dijo más, ella sabía que sus padres habían tenido razón todo ese tiempo y le avergonzaba regresar con la cola enrollada. La peliverde había llevado su caso desde hace 6 meses, ella le ofrecía ayuda pero la rubia no lo aceptaba.

La miró dormir por tres meses en el auto que poseía cerca de un gimnasio, eso le partía el corazón a Brandish pero el orgullo de Lucy no le permitía aceptar ayuda.

La peliverde la siguió por los pasillos del juzgado, la encontró llorando al final de este acariciando su vientre, ese día Lucy tendría 8 meses de embarazo. A pesar de que el padre de la criatura era un hijo de puta, la rubia hubiese querido ver a su bebé nacer.

Brandish: Vén te llevaré a tu casa...

La rubia vendió el auto que tenía con Bora para poder pagar el depósito de su pequeño apartamento.

Lucy: Debo ir a trabajar...

Brandish: Llamá que estás enferma, tú necesitas descansar.

Lucy: No quiero dejar a Lissana sola en el turno, ella me ha apoyado mucho, no quiero hacerle eso.

Brandish: Esta bien te llevaré al restaurante, me alegro tanto que ya empiezes hacer amistades.

Lucy: A mi también, eso me ha ayudado mucho.

Pero, a pesar de que la vida de la rubia empezaba a tomar otro rumbo, no todo sería fácil.

San Francisco, California

En la empresa Dragneel, un pelinegro esta hasta la coronilla de las malcriadeces de su cuñada. Desde el aborto, ella abusa de la bondad de su hermano.

Zeref: DíMaría dile a Natsu que venga a mi oficina de inmediato.

El pobre pelirosa solo logró terminar su asociado en administración de empresas. Así que su cargo en la empresa es inferior a lo que Zeref desea.

Natsu: ¿Me llamaste?

Zeref: ¿¡Hasta cuándo!?

Natsu: No entiendo... ¿Te pasa algo?

Zeref: ¿Me pasa algo? Inocente pregunta la tuya, siempre tan inocente mi querido hermano.

Natsu: ¡Hermano, cálmate!

Zeref: No me calmo, ya no me mantendré al margén, estoy harto de ver a esa arpía abusar de tí.

Natsu: ¡Tú sabes que Jenny aún esta afectada con lo del bebé!

Zeref: Ah si esa es la razón por la que no trabaja y se la pasa excediendo las tarjetas de crédito que le das, ¿no?

Natsu: Su psicólogo dice que debo apoyarla para que no caiga en depresión, no soy tan malo para dejarla en esas condiciones.

Zeref: ¡Me temo Natsu que tendrás que encontrar la manera de ayudarla por tu cuenta!

Natsu: ¿De qué hablas?

Zeref: ¡Que veremos como le haces para ayudarla sin la fortuna familiar!

Natsu: ¿Me estás echando de casa?

Zeref: ¡Así es, te estoy quitando todo lo que esta familia te ha dado!

Natsu: Pero Zeref, ¿¡porqué!?

Zeref: ¡Estoy harto de que seas un tonto que no mira la clase de mujer que tiene al lado, te dije hace un año que te divorciarás, que le dieras su parte del divorcio y ya, parece como si te hubieras enamorado de la arpía!

Natsu: ¡Claro que no, no nos hemos divorciado por que ella se deprime cuando hablo de eso y es capaz de hacerse daño; jamás podría cargar con ese peso en mis hombros!

Zeref: ¡Pues mira como te las arreglas ahora para soportar la carga de esa bruja pero de esta familia ya no tienes un centavo! ¡Vete de esta empresa y tienes un día para irte de la casa, quedate con tu cuenta personal del banco pero me dejas las tarjetas de crédito!

Natsu: ¿¡Zeref, creí que me apoyabas!?

Zeref: Me canse... ¡Vete! Mira si esa arpía sigue contigo...

Natsu: ¿Hermano...?

El pelinegro le dio la espalda, no soportaba esa situación pero lo hacía por el bien del pelirosa, aunque en ese momento no lo entendería.

Zeref: Vete...

Una lágrima rodo por la mejilla del pelinegro, realmente dolía pero era por su bien.

Natsu: Si es lo que deseas... Esta bien, gracias por la oportunidad en la empresa Dragneel.

El pelirosa tomó el gáfete con su nombre y lo colocó sobre es escritorio. En cierta manera, comprendía a Zeref pero le dolía que su familia lo dejaran en esta situación tan díficil y ahora lo único que esperaba era que su esposa le apoyará, así como él lo ha hecho desde la pérdida del bebé.

Llueve Sobre Mojado (NALU Fanfiction) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora