¡Adiós, Amor!

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Dicen que el tiempo que pasas con tu rosa es lo que lo hace especial* y eso lo habían comprobado Natsu y Lucy con el pequeño Larcade.

Durante un mes hacían de cada día de conejos especial para el pequeño y lo habían logrado visitar un par de veces en el orfánato.

Gajeel: ¿Soy yo o parecen una familia?

Levy: No eres el único que piensa así.

Jeral: Es que si ves el pequeño es rubio como Lucy.

Erza: Y ojos verdes como Natsu.

Gajeel/Levy/Jeral/Erza: ¡Parecen una familia!

Los cuatro amigos miraban hacia la mesa donde estaban los tres sentados jugando, parecían felices; aunque ante ellos, Natsu y Lucy no tenían ningún interes uno por el otro más allá de una amistad, realmente se comportaban como una pareja.

Al finalizar la jornada, el pequeño Larcade estaba dormido en brazos de Natsu, la cuál era su parte favorita del día.

Lucy: Debemos dejarlo ir con los otros niños.

Natsu: No quiero...

Lucy: Algún día ya no tendrás que hacerlo. Vamos despidete de él.

El pelirosa le dio un beso en la frente y Lucy le dio un beso en la mejilla. Larcade estaba tan cansado que solo se retorcio un poco en los brazos de Natsu. 

Esa noche estaba lloviendo y de camino al apartamento, Natsu y Lucy iban pláticando sobre sus planes futuros. Ella quiere aplicar a la universidad estatal y él quiere conseguir un trabajo en banco o una casa financiera.

Al llegar al apartamento su rutina era la misma. Cocinaban, limpiaban, preparaban las cosas para el día siguiente, se distraían con algún libro o con un programa en la televisión, se preparaban para dormir y se acostaban a pláticar hasta que uno de los dos se dormía.

Natsu: ¿Crees que Ultear acepte mi aplicación para adoptar a Larcade?

Lucy: ¡Por supuesto que la aceptará!

Natsu: ¿Crees que seré un buen padre? Es que a veces soy un poco tímido para preguntar o para hablar ciertos temas, te imaginas cuando sea  adolescente, como le hablaré de mujeres si ni yo he tenido una novia...

Lucy: Lo harás bien, ningún padre viene entrenado para serlo, eso es parte de la aventura.

Natsu: ¿Porqué no puedo ser como tú?

Lucy: ¿Cómo yo?

Natsu: Si ya sabes; eres amigable, extrovertida, empática, amable, muy buena administradora, cariñosa, buena anfitriona, sabes cocinar, y muchas cosas más...

Ella estaba roja de la pena, era muy dulce que él pensará así.

Lucy: Pero tú tienes tus cualidades también; eres respetuoso, amable, muy bueno con los números, ordenado, estas dispuesto a aprender, empático, y sabes escuchar. Eso te da muchos puntos...

Ahora él era el que estaba rojo, nunca había escuchado un halago de una mujer.

Natsu: Graaacias... Nunca nadie me había dicho algo así.

Ella le sonrió y acarició su cabellera rosa.

Lucy: Y se me olvidaba, eres muy inocente, a veces pareces un niño y por eso creo que serás un buen padre.

En ese momento ambos estaban viendosé a los ojos, ella aún acariciaba su cabellera y él no entendía que le estaba pasando, su corazón estaba acelerado y sentía sus mejillas muy rojas.

Lucy: ¡Vamos a dormir! Mañana iremos a visitar a Larcade al orfánato y preguntaremos los requisitos de adopción, ¿ok?

Natsu: Gracias por ser especial conmigo.

Lucy: No hay de qué... Buenas noches, Natsu.

Natsu: Buenas noches, Lucy.

Ella se dio vuelta e igual él, quedarón de espaldas pero la rubia espero a que el pelirosa estubiera dormido del todo para acercarse a él y darle un beso en la mejilla.

Lucy: Eres lindo cuando duermes...

Satisfecha con su pequeña azaña, pudo dormir.

A la mañana siguiente las cosas parecían normales entre ellos, ella no le insinuaba algo de que le gustara por que Lucy sabía también que él era inalcanzable por muchas razones.

Se alistarón e iban emocionados a visitar al pequeño pero al llegar al lugar recibierón una mala noticia.

Ultear: No puedo aceptar una aplicación de adopción de su parte por dos razones; la primera, deben cumplir con los requisitos y la segunda es que Larcade ya tiene aprobado un trámite de adopción.

Natsu: ¿¡Aprobado!?

En ese momento una tristeza invadió el corazón de ambos, se habían encariñado tanto con el pequeño que sentían que era parte de ellos.

Lucy: ¿Y porqué no cumplimos los requisitos?

Ultear: Deben estar casados por dos años, comprobar que tienen ingresos suficientes para mantener al niño, tener casa propia, pasar la inspección de la trabajadora social y tener la aprobación del cómite.

Más decepcionados no podían estar, quizas si él se le hubiese ocurrido adoptar un niño cuando era millonario.... ¡No! Mala idea, no con una mujer como Jenny de esposa.

Natsu: Por lo menos, ¿Podemos despedirnos de él?

Ultear: Pueden pasar el día con él. En serio chicos lo siento mucho. He visto el amor que han mostrado por él pero esta familia tiene un año luchando por adoptarlo y son buenas personas.

Lucy: Entendemos pero igual nos da tristeza, en verdad lo queremos mucho.

Ultear: En serio lo siento...

Luego de esa dura noticia, Natsu y Lucy pasarón con el pequeño jugando, atesorando cada momento a su lado. Ese pequeño les había traído felicidad ante la pérdidas de sus hijos y solo por eso lo amarían por siempre.

Luego de un largo día entre juegos y fotos, el pequeño cayó rendido en los brazos de Natsu, como siempre. En ese momento estaban en su cunero acomodándolo para dormir.

Natsu: Debemos irnos...

Lucy: Nosotros siempre te vamos a querer, pequeño.

Natsu: Aunque no nos recuerdes en un futuro, tú siempre estarás en nuestros corazones.

La rubia le besó la frente a Larcade e igual hizo Natsu. En ese momento, se tomaró de las manos para apoyarse ante otra pérdida.

Natsu/Lucy: ¡Adiós, amor!

Con tristeza se fuerón a su hogar y aunque la rutina fue la misma de todas las noches, se podía notar la tristeza entre ellos, el pequeño sería entregado en un par de días a su nueva familia y ya no podían hacer nada.

Natsu: Duele...

Lucy: Mucho...

Se abrazarón y llorarón hasta que se  durmierón. Se necesitaban mutuamente, el dolor irreparable, ya que habían pérdido a otro hijo.

Llueve Sobre Mojado (NALU Fanfiction) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora