Junto A Mí

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San Francisco, California

Después de una busqueda intensa, Ángel logró dar con el paradero de Jenny. La encontró en un fiesta de una persona muy importante de la ciudad de Los Ángeles, Jenny había conocido a ese hombre en el hotel donde Natsu la dejo sin nada y con su actuación lo convenció de que el pelirosa había sido malo con ella.

Jenny: ¿Dónde estoy?

Ángel: Srita. Jenny, usted esta en la delegación de la policía de la ciudad de San Francisco.

Jenny: ¿¡La policía!?

Ángel: Oh si y usted tiene tanto que contarnos o le aseguro que me encargaré que su condena sea peor de lo que ya tiene ganado.

Los Ángeles, California.

Natsu ha pasado toda la semana enfermo por gripe, el frío en la ciudad se empieza a sentir y eso ha provocado que muchas personas se enfermen.

Lucy: Al parecer tu fiebre ya disminuyo.

Natsu: Siento mucho causarte incomodidades.

Lucy: No te preocupes, en Toledo los otoños son más fríos y yo era la que cuidaba de papá cuando se enfermaba de gripe.

Natsu: ¿Aún no te decides en hablarles?

Lucy: Ya hablamos de eso, no merezco su perdón después de haber huído.

Natsu: Yo ya te dije deberías dar el paso, te ayudará a que te perdones. Además, les darás una gran alegría a ellos.

Lucy: No lo sé... Vén mejor toma tu sopa de pollo para que te ayude a sentirte mejor.

El pelirosa no podía negar que le gustaba ser consentido, recordando a su madre con los cuidados de la rubia. Él sabe que desde el cielo ella lo cuida y que fue ella quien le envió a Lucy para ayudarlo.

Los días pasarón y gracias a los cuidados de la rubia, Natsu se recuperó muy rápido. Él estaba en el restaurante trabajando pero Lucy estaba libre y había ido a visitar a Sting y Rogue para hablar de la boda.

Gajeel: ¿Y has encontrado algo en los clasificados?

Natsu: Si, ya mande mi hoja de vida a una pequeña casa financiera y a una casa de créditos.

Gajeel: Espero te salga algo pronto.

Natsu: Eso espero, así podré ayudarle a Lucy para que vaya a la universidad para la temporada de primavera.

En ese momento Erza interrumpio la conversación, su rostro reflejaba horror y sus labios temblaban.

Erza: ¡Gajeel te quedas a cargo! ¡Natsu vámonos, Lucy esta en el hospital!

En ese momento un horrible sentimiento de impotencia y dolor se instaló en el corazón del pelirosa. Solo una vez había experimentado ese sentimiento y fue al saber que Jenny perdió a su hijo.

Sin perder tiempo se fuerón con Erza y Jeral para el hospital. Sus manos le temblaban mientrás escuchaba a Erza hablar de la información que dierón por teléfono.

Al parecer Lucy iba a cruzar la calle, cuando de la nada un tipo la atacó. Por suerte, la rubia había olvidado su bufanda en el gimnasio y Sting logró llegar a tiempo para defenderla.

Al llegar al hospital se encontrarón con Rogue y Sting.

Natsu: ¿¡Dónde esta!?

Sting: Necesito que te calmes, por favor.

Natsu: ¿¡Cómo quieres que me calme, si atacarón a Lucy!?

Rogue: Natsu, entendemos tu dolor. A nosotros también nos duele que la lastimarán pero atraparón al malhechor.

Natsu: ¿¡Dónde esta ese mal nacido!?

Sting: Con la policía pero por el momento trata de controlarte en ese estado pudierás alterar más a Lucy.

Erza: Debemos esperar a ver que dice el doctor.

Jeral: Vén Natsu, tomaremos un café para calmar tu ansiedad.

Natsu: ¡Pero yo quiero verla!

Jeral: Lo harás, solo deja que los doctores hagan su trabajo.

Permanecierón en la sala de espera como por una hora más, hasta que un médico aparecio.

Médico: Pueden pasar a verla pero su estado aún es crítico, así que deben pasar uno a uno.

Erza: Vé tú primero, Natsu.

El pelirosa paso juntó a una enfermera a la sala donde se encontraba Lucy. Estaba conectada a unos aparatos raros, tenía un par de sueros y tenía su cabeza vendada más un par de moretones.

En ese momento el corazón del pelirosa se quebranto, alguien como ella no merecía estar en esas condiciones y un sentimiento de desesperanza lo invadió. Tenía miedo de perderla, tenía miedo de no verla dormir junto a él, tenía miedo de que ya no platicarían hasta la madrugada sobre el futuro, tenía miedo de nunca verla sonreír.

Lentamente se acerco a ella, sus ojos no paraban de llorar y su cuerpo le temblaba; él daría lo que fuera por ser el que estubiera en esa camilla.

Natsu: Lucy, ¿porqué? Si tú eres muy buena, ¿porqué a tí?

La tomó de su mano derecha, la acaricio y le se la besó.

Natsu: Quédate junto a mí... por favor... no pudiera estar sin tí... te prometo que estaré junto a tí pero quédate.

Esa noche, él no pudo despegarse de ella. Él miraba como entraban muchas personas del personal de salud a revisar a la rubia. Era de madrugada cuando se quedo dormido a un lado de la camilla.

A la mañana siguiente, la enfermera lo despertó.

Enfermera: Señor, debemos mover a la paciente a otra unidad, según los examenes esta fuera de peligro.

Natsu: ¿Y porqué no ha despertado?

Enfermera: Debe entender que recibió varias contunciones y su estado neurológico aún es incierto pero las heridas han respondido bien.

Ese día no fue a trabajar, se quedo junto a ella para ver el momento en que despertaría. Las visitas llegarón, las flores igual, las tarjetas con buenos deseos igual llegarón pero ella no despertaba.

Estaba a punto de desmoronarse pero cuando había pasado la hora del almuerzo, él estaba leyendole un libro cuando ella le termino de recitar las últimas líneas.

Natsu: ¡Lucy!

Ella le sonrió, se abrazarón por un largo tiempo, no dijerón nada por un rato por que no podían hablar estaban llorando como dos niños. Se tenían uno al otro y la idea de perderse era demasiado dolorosa para concretarla.

Lucy: Lo siento por preocuparte...

Natsu: ¿Qué dices? Lo importante es que estás bien y vas a mejorar; prometo que te cuidaré y te recuperarás pronto.

Lucy: Muchas gracias por estar junto a mí.

Se quedarón frente con frente un instante; quizas sea el momento perfecto para un beso pensó el pelirosa pero su idea fue frustrada por que llegarón a revisarla.

Ciertamente él se había enamorado de esa chica que lo cuido sin ni siquiera conocerlo bien; deseaba darle lo mejor pero sus condiciones en ese momento no eran favorables pero ese día se prometio que haría lo imposible por superarse solo para asegurarse que ella estubiera bien y  no importaba por cuantos problemas más debían pasar, él sabía que juntos los iban a superar.

Llueve Sobre Mojado (NALU Fanfiction) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora