El tiempo entre Natsu y Lucy empezo a pasar; quizas demasiado lento para el pelirosa, por que él quería pedirle matrimonio a la rubia lo más pronto posible pero quería que todo fuera especial y sabía que la espera valdría la pena.
Lucy: ¿Cómo se me ve este vestido?
Natsu: ¡Perfecto! Creo que a Sting y a Rogue les encantará.
Lucy: Entonces este será el elegido.
Estaban comprando el vestido que Lucy usaría para la boda de Sting y Rogue. La fecha se acercaba y parecía increíble que los meses hubierán volado, por fín un par de semanas más y Natsu podría proponerle matrimonio por todo lo alto a su rubia.
El frío del invierno había sido reemplazado por la calidez de la primavera; así como los malos recuerdos habían sido reemplazados con hermosas memorias. Cada día, ambos intentaban siempre hacer algo memorable e incluso aquellos días en que parecía que todo sale mal y este era uno de esos días.
Natsu: ¿Cómo te sientes?
Lucy: Bien...
A pesar de estar comprando y compartiendo juntos, ese día Lucy cumplía un año de haber pérdido a su bebé. Ella se sentía extraña, realmente hubiera querido conocer a su pequeño o pequeña e incluso Natsu le había dicho que hubiera querido ser el padre de la criaturita sin importar quien fuera el padre biológico.
Natsu: Vén, iremos a comer a nuestro restaurante favorito y luego iremos a un lugar especial.
Lucy: ¿Lugar especial?
Él ya no dijo nada con respecto a la sorpresa. Aunque él se moría por proponerle matrimonio, no era el momento aún, ella estaba triste.
Cenarón animadamente en un restaurante en el centro de la ciudad; el amor entre ellos era percibible en el ambiente, incluso habían personas que les admiraban desde otras mesas, preguntándose como una pareja tán jóven podían estar muy enamorada.
Luego de la cena, el pelirosa llevó a Lucy a su viñedo. Un hermoso manto de estrellas iluminaban la ciudad, el clima era templado y el silencio de los campos de uvas era excepcional.
Lucy: El cielo se mira hermoso.
Natsu: No tanto como tú.
Se besarón suavemente y sin segundas inteciones, simplemente querían estar cerca uno del otro.
Natsu: Venimos a este lugar por que quería que contemplarás las estrellas, había leído en la aplicación del clima que esta noche estaría el cielo despejado.
Lucy: Es muy lindo de tu parte que recuerdes que me gustan las estrellas.
El tono de voz de la rubia estaba lleno de melancolía. Aunque su rostro reflejaba una sonrisa, Natsu la conocía muy bien para saber que ella finjía.
Natsu: Traje una manta para que nos acostabemos a contemplar las estrellas.
El pelirosa extendio la manta, tomó la mano de la rubia, sentándose él primero se acomodó y suavemente acomó a la rubia entre sus brazos, ambos miraban al firmamento. Por un momento permanerierón en silencio hasta que de pronto ella comenzo a llorar.
Lucy: Lo... siento...
Él de nuevo no dijo nada, sino que la abrazó más fuerte. Aunque el embarazo de Jenny resulto ser una farsa, el dolor de la pérdida había sido real. Por lo que entendía perfectamente los sentimientos de Lucy.
Ella se acomodó más en el pecho del pelirosa, procurando ocultar su rostro. En tanto él acariciaba su cabello sin decir nada.
Lucy: Hubiese querido saber si era una niña o un niño...
Natsu: Lo que fuera, hubiese sido lindo o linda, por que tú eras la mamá.
Lucy: ¿Crees que hubiera sido buena mamá?
Natsu: Hubieses sido la mejor; eres muy cariñosa y hogareña. Te preocupas por que todo este bien en casa y siempre me haces sentir amado. Eso creo son las cualidades perfectas para ser mamá. Quizas no estabas en las mejores condiciones hace un año pero sé que hubieses hecho lo imponsible para que tu bebé estubiera bien.
Lucy: ¿En serio crees eso de mí?
Natsu: Por supuesto, siempre he admirado eso de tí y sé que no entendemos por que han pasado ciertas cosas pero cariño ahora estamos juntos y te apoyaré cada vez que te sientas triste.
Él hizo que sus rostros quedarán frente a frente, limpió las lágrimas de las mejillas de la rubia y acarició su rostro admirando su belleza. En ese momento, él agradeció lo malo que le paso, incluso el hecho de que su familia le diera la espalda por un momento.
Suavemente se acerco a ella para unirse en un tierno beso que poco a poco se fue profundizando. Ella correspondió sin ninguna objeción y se acomodó sobre él para darle la libertad de que recorriera su cuerpo.
Ciertamente, no había nada mejor para calmar cualquier ansiedad que la cercanía de sus cuerpos y el dulce sónido de sus corazones latiendo al mismo tiempo. Se separarón jadeantes y sus ojos brillaban mucho más que el destellos de las estrellas.
Lucy: Siempre me haces sentir mejor, por eso y mucho más, te amo tanto.
Ahora fue ella quién lo besó con pasión, con el firme propósito de entregarse a él bajo la luz de las estrellas y la paz del viñedo.
Él entendiendo el mensaje, se dejo llevar por la necesidad de entregarse a ella. Desesperadamente la ropa se fue desvaneciendo de sus cuerpos, los besos ahora erán esparcidos por doquier y las caricias inundaban aquellos rincones más profundos de sus cuerpos.
Natsu: Quiero que contemples el cielo...
Cambiarón su posición, ella ahora era quién miraba directamente al cielo estrellado, sintiendo como él la llenaba suavemente. Si bien el pelirosa quería que ella mirara el cielo mientrás hacían el amor, ella no pudo evitar cerrar los ojos al sentir la ola de calor recorrer su cuerpo.
Los movimientos erán armónicos, sus cuerpos se acoplaban perfectamente y lo único que hacían erán disfrutar uno del otro en ese momento.
Y como el destello de una estrella fugaz el placer llegó a su punto máximo en ambos. Un beso marcó el glorioso momento y sus cuerpos se fundierón totalmente, haciendose uno.
Esa noche no solamente conmemoraba la pérdida de un ser amado sino que conmemoraba lo que fue el inició de una travesía que los llevo a encontrarse, convirtiendo sus lazos más fuertes con cada obstáculo que superaban juntos.
Lucy: Realmente me encanta ver las estrellas de esta manera...
Natsu: Y a mi me encanta ver el brillo de las estrellas en tus ojos...
Por que incluso un día malo puede convertirse en uno perfecto si se esta con la persona correcta.
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Llueve Sobre Mojado (NALU Fanfiction)
Fanfiction¿Saben cómo duele ver que tu hermano menor sea obligado a algo que no quiere hacer? Mi nombre es Zeref Dragneel, hijo del empresario más importante del país. Tengo un hermano menor, el cuál debo ver ahora casarse con la mujer menos indicada para un...