Sigue Adelante

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Los Ángeles, California

Dos semanas han pasado desde que Lucy se marchó. Las esperanzas se estan agotando para todos. Natsu esta al borde de la locura por la desesperación de no saber si ella esta bien.

El invierno se hacía sentir, era una noche fría en la ciudad y mientrás el miraba su tatuaje en el dedo meñique, una voz en su interior le recodaba que por más que se separarán el destino les ayudaría a encontrarse de nuevo.

Erza: ¿Quieres más café, Natsu?

Natsu: Estoy bien.

Jeral: No te desanimes, la encontraremos pronto.

Natsu: Eso quiero creer pero no he tenido ni una señal de ella en dos semanas.

Levy: No podemos dejar nuestras esperanzas flaquear, seguiremos buscándola.

Natsu: Gracias por su apoyo.

Él estaba desanimado, ya que regreso a Los Ángeles con la esperanza de encontrarla.

Todo este tiempo Natsu ha mantenido a Jude y Layla informados de cualquier cosa pero cada vez que hablaba con ellos, sentía un gran peso por la ilusión que les creó de reencontrarse con su hija.

En el restaurante estaban todos tratando de animar al pelirosa, cuando alguien tocó a la puerta. Ya habían cerrado por lo que les parecio extraño.

Rápidamente, Jeral atendió al llamado, dejó pasar a una persona que en ese momento Natsu no quería ver, su padre.

Igneel: ¡Necesito que hablemos!

El progenitor de los Dragneel, ni siquiera saludo.

Natsu: ¡Al menos dignate a saludar!

Igneel: No tengo tiempo para formalidades, vén conmigo.

Natsu: No iré contigo a ningún lado...

Igneel: No seas infantil o sino nunca encontraremos a esa chica.

Natsu: ¿Ahora te interesa encontrar a Lucy? Cuando pudiste haberla recibido de otra manera en casa y evitar todo este problema.

Igneel: ¡Si me equivoque, lo siento, solo quería protegerte ya que la primera vez no lo hice!

Todos estaban callados, siendo espectadores de la discusión.

Igneel: ... No creí que ella se fuera... Pensé que no le importaría, así como a Jenny, pensé que Lucy al saber de tu apellido te había seducido para aprovecharse de tí...

Natsu: ¿Te atreves a comparar a Lucy con Jenny? ¿¡Acaso no confías en mi juicio!? ¡Ella me dio un hogar cuando ustedes me dejarón, me ayudo a conseguir un trabajo, me cuido y me demostro lo que era amor de verdad! Lo que jamás recibí de esa mujer con quien me obligaste a casarme, solo por salvaguardar el apellido familiar y tu reputación.

Igneel: Yo entiendo que estés molesto conmigo, sé que para que me perdones pasará mucho tiempo pero quiero ayudarte a encontrarla.

Natsu: ¡No, gracias! Te puedes ir...

Jeral: Sr. Dragneel, dísculpe pero creo que lo mejor será que se retire.

El peliazul tenía la puerta abierta y sin decir más Igneel se fue del lugar.

Gajeel: Hey Natsu...

El pelirosa solo le sonrió, se despidió de todos y se retiro. Recorrió la ciudad recordando todos esos lugares en donde compartió junto a Lucy. Llegó al edificio del apartamento que compartierón y se dirigió al inmueble, aún estaba vacío.

Él deseaba entrar, deseaba encontrarla ahí en el sofá leyendo algún libro o una revista, deseaba verla en la cocina preparando la cena, deseaba estar en la cama con ella y deseaba besarla con desesperación.

Ella lo abandonó para que su familia no se separara pero había pasado lo contrario. Él no quería hablar con su padre, Zeref esta molesto con Igneel y todo parecía no tener solución.

¿Acaso debería mejor seguir con su vida? ¡Jamás! Se prometierón un para siempre. Miró el tatuaje en su dedo meñique y recordó de nuevo la leyenda del hilo rojo.

De pronto su móvil sonó, era Jude.

Natsu: Señor Heartifilia, ¿paso algo?

Jude: No te preocupes, nosotros estamos bien, te llamaba para saber ¿cómo estás?

Natsu: Lo mismo pero tengo la esperanza de encontrar a Lucy pronto.

Jude: Natsu... No es que quiera desanimarte ni nada pero Lucy cuando decide algo, no hay nada que la haga cambiar de parecer.

Natsu: Señor Heartfilia, yo en realidad estoy enamorado de su hija, esto no puede terminar así, sé que la encontraré.

Jude: Te entiendo, nosotros a pesar de lo que ella hizo aún la amamos y estamos dispuestos a recibirla pero ella es terca. Te aconsejo hijo que trates de seguir con tu vida, arregla las cosas con tu familia y en especial tu padre.

Natsu: Por favor, no me diga que siga con mi vida... ¡La encontraré, se lo prometo!

Jude: Nosotros llevamos más de dos años queriendola encontrar pero ella se ha negado, incluso Brandish fue las que no comunicó de que ella estaba en California pero Lucy se negó a hablar con nosotros.

Natsu: Pero...

Jude: Como te lo dije muchacho, ella es terca y cuando una idea se le mete a la cabeza, no hay nada que la hará cambiar de opinión. Lo siento mucho, Natsu.

Natsu: No tiene por que disculparse pero le diré algo, no pienso rendirme en cuanto a su hija. Tendré que escuchar de sus propios labios que ya no quiere estar conmigo, por que no pienso dejarla ir tan fácil.

Jude: Bueno es tu decisión pero en cuánto a Layla y a mí, tú no tienes compromiso. No te preocupes si no la encuentras, nosotros siempre estaremos agradecidos por haber cuidado de nuestra hija. Cuidate, Natsu.

La llamada se cortó. El corazón de Natsu latía demasiado rápido, sentía rabia, él no quiere seguir adelante, él quiere encontrar a Lucy, él quiere casarse por amor y pasar el resto de su vida con la persona que ama.

¿Acaso era mucho pedir?

Toledo, Ohio

Jude cortó la llamada con mucha tristeza, no quería hablarle de esa manera a Natsu pero conociendo a su hija, ella quizas fue capaz de salir del país.

Layla: ¿Cómo lo tomó?

Jude: Mal... Espero este muchacho entienda que cuando a Lucy se le mete un capricho, no hay nada en el mundo que logre persuadirla.

Layla: Quisiera abrazarla, la extraño mucho.

Jude: A pesar de todo, yo también la extraño pero nuestra hija es de cáracter firme. Si ella tomó su decisión dime ¿qué podemos hacer?

Los padres de Lucy estaban desilusionados, era la segunda vez que recibían noticias de su hija pero nunca lograban contactar directamente con ella.

Es una noche fría en Toledo, la nieve cae para vestir a la ciudad con su manto blanco y Jude miraba como su auto se llenaba de nieve desde la ventana.

De pronto alguién tocó a la puerta, una hora inusual para una visita. Jude atendió y al abrir la puerta se quedo sin palabras, su hija había vuelto a casa.

Lucy: ¡Hola papá! Ha pasado mucho tiempo...

Llueve Sobre Mojado (NALU Fanfiction) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora