Llueve Sobre Mojado (NALU Fanfiction)

La Calma Después De La Tormenta (Capítulo Final)

Napa Valley, California.

Un frío otoño había llegado a la ciudad, las hojas de los árboles comenzaban a tornarse de color amarillo y el viento volaba todo a su alrededor. En una pequeña iglesia de la ciudad, se celebraría una íntima reunión para unir las vidas de Natsu y Lucy para siempre.

Loki: ¿Nervioso, Sr. Dragneel?

Natsu: ¡Emocionado!

Gray: Claro hoy si te casarás por amor.

Natsu: Aún no puedo creer que de todo ese desastre encontrara al amor de mi vida.

Zeref: ¡Ese desastre debes agradecermelo a mí!

Natsu: ¡Si hermano, gracias por echarme a la calle con la arpía!

Zeref: Era parte de mi plan y recuerda la arpía ahora esta en la cárcel pagando cada cosa que hizo. Por lo que salimos ganando todos.

Natsu: En eso tienes razón pero aún en la calle la tuve que soportar un tiempo, hermano.

Loki: Mejor ya no hablar de eso. Este día es para celebrar, no para recordar malas cosas.

Gray: Bueno caballeros, la hora a llegado. Natsu debes ir a esperar a tu novia en el altar.

Salierón del pequeño cuarto de espera de la iglesia, había un número modesto de invitados, principalmente familiares y amigos muy cercanos.

Sting: ¡Felicidades Sr. Dragneel!

Natsu: Muchas gracias, ¿sabes si ya vienen en camino?

Sting: Rogue me llamo hace 15 mínutos, ya deben estar cerca.

Natsu: ¡Perfecto!

Sting: Me alegro tanto por ustedes.

Natsu: Esto es gracias a Rogue y a tí. Realmente, les agradezco que se les haya ocurrido presentarme con Lucy en aquella ocasión.

Sting: Esa fue idea de Rogue, por algún motivo imaginó que se verían muy bien juntos y como veo no se equivoco.

Natsu: Por supuesto que no y siempre estaré agradecido por eso.

De pronto alguien anuncio que la novia ya estaba ahí y el pelirosa sintió su corazón hincharse de felicidad. Quizas al conocerse lo que menos esperaba era una relación amorosa pero ahora estaban a punto de unir sus vidas para siempre.

Cuando Lucy se paró frente al umbral de la iglesia y sus miradas se cruzarón, haciendo que todo a su alrededor dejara de existir. La rubia lucía un vestido sin mangas, largo pegado a su cuerpo, con un corte de sirena al final. Para él, ella se miraba simplemente perfecta.

¿Así se siente casarse por amor? Pensó él. Esa mezcla de emociones que hace que todo a su alrededor desaparesca. Ese calor en sus cuerpos que proclaman entregarse sin medida, solo con verse. Sonreír ampliamente e involuntariamente, solo por el simple hecho de que esa otra persona exista.

Ella camino sonriente hacia el altar y cuando el pelirosa la tuvo de enfrente pensó en lo afortunado que fue al perder todo, por que termino encontrando su mayor felicidad.

Sacerdote: ¡Este día nos hemos reunido para presenciar la unión de estas dos vidas...!

El clérico seguía su discurso mientrás la rubia contemplaba a su flamante esposo. Tuvo que haber hecho una cosa bien en su vida para que el destino le permitiera conocerlo. Aún le parecía mucho para ella pero simplemente no podía separarse de él, por lo que cada día ella intentaba ser una mejor versión de sí misma.

Sacerdote: El matrimonio compone muchos factores que se van forjando a lo largo de la vida, las pruebas medirán la fuerza de su amor...

¿La fuerza de nuestro amor? Pensó el pelirosa. Habían superado tanto hasta ese momento, que él estaba seguro que la fuerza de su amor era grande. Así mismo, él se encargaría de fortalecerlo día a día.