Llueve Sobre Mojado (NALU Fanfiction)

Te Prometo (Lemmon)

Natsu no tenía idea de como reaccionar y Lucy se sentía adolorida aún por las heridas pero ambos se deseaban.

Lucy: ¿Qué quieres que te enseñe?

El pelirosa tenía mucha vergüenza de preguntar, él quería saber todo lo que sus amigos a veces alardeaban que hacían con sus novias.

La rubia al ver que él no respondía se decepcionó un poco pero recordó la mala experiencia que el pelirosa vivió.

Lucy: Hay... Yo lo siento, no quería sonar tan ofrecida.

Ella se disponía a levantarse pero él la tomo del brazo, suplicando con la mirada que no se fuera.

Natsu: Lo siento es que no sé como reaccionar a todo lo que siento. No quiero parecer que te falto el respeto o algo pero al mismo tiempo no quiero decepcionarte por no tener experiencia.

Realmente era muy inocente, pensó la rubia. Por lo cual, ella entrelazo sus manos con las de él, acomodándose mejor en el sofá.

Lucy: Dime sin miedo, ¿qué quieres que te enseñe?

El pelirosa estaba completamente rojo de la vergüenza, apreto las manos de la rubia y hablo con un poco de miedo.

Natsu: ¿Puedo... puedo tocarte?

Preguntarle si puede tocarla, eso le parecio un detalle dulce a la rubia.

Lucy: ¿Qué quieres tocar?

Él no necesito decir nada, su mirada se instaló en los pechos de la rubia. Al ver la reacción de Natsu, ella tomó una de sus manos para colocarla en uno de sus pechos.

Lucy: ¿Quieres tocar aquí?

Él timidamente respondió afirmativamente con su cabeza. Su mano estaba inmóvil y Lucy apretó un poco la de ella para que él repitiera la acción sobre su pecho.

Ella soltó un gémido suave y eso encendio al pelirosa, que por instinto tomó el otro pecho con su otra mano para hacer un masaje muy placentero a la rubia.

Lucy: ¿Te... gusta...?

Natsu: ¡Me encantan, son suaves!

Lucy: ¿Quieres sentirlas mejor?

Ella retiro las manos del jóven, se quito la blusa y el sostén. Para sorpresa de el pelirosa, los pezones de la chica estaban muy erectos.

Natsu: ¿Puedo... puedo usar mi boca?

Eso la sorprendio, jamás pensó que él fuera a pedir eso. Ella alzó su busto y al sentir los labios del pelirosa, se sintió muy excitada y empezaba a humedecerse más su interior.

Natsu: Se siente muy bien...

Lucy: Y sentirás mejor, lo prometo.

Ella tomó entre sus manos el rostro del pelirosa, besándolo desesperadamente; las manos de Natsu empezarón a quitar el pantalón de la rubia y ella trataba de deshacerse de la ropa de él.

Parecían dos adolescentes a punto de hacer una travesura, por que entre cada beso una sonrisa se dibujada en sus labios. Sus miradas era de deseo y el dolor en el cuerpo de la rubia se había ido.

Él acariciaba las piernas de la rubia de una manera suave para evitar causarle más dolor, no quería lastimarla.

Natsu: Si te duele, será mejor parar.

Lucy: Tienes manos mágicas, por que solo siento placer en este momento.

La rubia hablaba tan sensual que por un momento él pensó que estaba soñando pero cuando ella se sentó sobre su bulto se dio cuenta que no era para nada un sueño.