CAPITULO 15
Melissa se echa a mi lado, en el suelo, jadeando por el esfuerzo que ha hecho. Yo me quedo inmóvil junto a ella pensando en las ganas locas que siento de abrazarla. Que curiosos son los efectos que causa sobre mí. Nerviosismo, parálisis, ansias... Y no sé si es lo normal o no, porque nunca he sentido nada de lo que estoy sintiendo ahora.
Ella se incorpora sobre su costado mirándome, su cara y su pelo están llenos de harina, mucho peor está el suelo de la cocina y yo no me quiero ni imaginar. Pero me da igual. La miro a los ojos, es la primera vez que le sostengo la mirada. Sus labios son tan apetecibles...
- La pasta está más que lista.
Despierto de mi sueño, es hora de volver a la realidad. Me levanto y pongo la mesa mientas ella nos sirve. Al final ha sido espaguetis con tomate, sin más, por jugar no nos ha dado tiempo a nada más elaborado. Nos sentamos a la mesa ya recogeremos todo ese estropicio después. Comemos deprisa, queremos seguir vaciando cajas para que nos dé tiempo a pasar por casa de Beltrán, No le hemos avisado para venir, sin embargo hemos quedado en pasar por su casa para continuar con la historia de Fermín. Sé que Melissa está ansiosa por saber cómo continua , en parte yo también tengo cierta curiosidad. Desde que Fermín me dijo aquello de que le recordaba a él, y que nuestra historia era como la suya, no hago más que darle vueltas a la cabeza.
Subimos de nuevo al desván, y nos ponemos manos a la obra. Vacío lo poco que quedaba de mi caja y decido que ya he tenido bastante, prefiero cambiar de lado. Echo un vistazo a la habitación y me fijo en un baúl que hay junto a un armario. Ya he hablado de la atracción que me causan los baúles. Está cubierto de polvo, demasiado polvo, busco un trozo de tela o trapo viejo con lo que sacudirlo un poco, no quiero llevármelo todo en la camiseta. Tiene una cerradura antigua, de gancho, pero al tirar hacia arriba se abre sin problemas y me siento feliz. Echo un vistazo al interior y encuentro lo que parecen ser objetos personales. Un libro, un pijama, unas botas; una bolsa que me recuerda a un neceser, tiene un peine dentro, una loción de afeitar, una brocha... da la impresión de que alguien hubiera preparado ese baúl para viajar y nunca lo hubiera deshecho. Rebusqué un poco más hacia el fondo y descubrí una carterita pequeña de cuero negro, pensando que podría tener algún tipo de documentación en su interior , la abrí. La carterita no contenía más que una fotografía, desgastada por los años, de una chica. Era rubia, con el cabello largo y ojos muy grandes que destacaban más que nada en su cara.
- ¿Tienes algo?- Melissa me habla desde el otro lado de la habitación mientras sigue vaciando su caja.
- Bueno he encontrado este baúl y lo he abierto por si había algo interesante. Dentro estaba esta fotografía- le muestro la foto de la misteriosa chica- ¿La conoces, es de tu familia?
- A ver...- ella contempla la fotografía durante unos segundos- No sabría decirte, no me suena a nadie ahora mismo la verdad. Creo que sea quién sea no la conozco.- Le da la vuelta y se fija en la fecha que aparece escrita- 1952
- Mucha casualidad ¿no?- ella asiente con los ojos abiertos como platos.
- Miremos qué más hay por ahí
Melissa rebusca en el baúl, con mucha más energía y con mucho más ímpetu que yo. Saca de dentro todas las cosas que yo ya había visto y parece fijarse un poco más en el fondo.
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¿ Y Si Es Ella? #wattys2018
Mystery / ThrillerComo buen relato de fantasmas todo comenzó una noche de tormenta.- empezó el abuelo de Beltrán.-hubo una tormenta muy fuerte que hizo que llegara un barco a la costa inesperadamente [...] Era algo más de media noche cuando Ana, la hija de los Falcó...