Parte 19(editado)

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CAPITULO 19

Me colé en la casa sin esperar a ninguno de los dos. Me repateaba que ella tuviera esas muestras de cariño hacía Beltrán, las mismas que horas antes había tenido conmigo,  y que por lo visto no eran tan especiales como yo había querido creer. No soy ningún envidioso, entendedme , pero para mi no sería tan fácil regalar muestras de cariño a diestro y siniestro.

La planta baja tenía un enorme recibidor que estaba atestado de gente. De frente me encontré con las escaleras que subían al piso de arriba y en las que también se veía a algún que otro compañero de clase. Miré hacia el fondo de la casa y vi la puerta que salía hacia el jardín. Decidí que sería buena idea que me diera el aire, quizás así se me pasaría el mal humor. En mi camino escuche que alguien me llamaba.

- ¡Nil!- Lucía corrió hacia mi desde lo que intuí que sería la cocina. – que bien que hayas venido- Me sonreía amablemente y yo agradecía, de corazón, que alguien se alegrara de verme- Ven conmigo te daré algo de beber.

Lucía tiró de mi hacía la cocina mientras yo buscaba a Melissa y a Beltrán con la mirada pero no había ni rastro de ellos. Que importaba ya... estarían  juntitos perdidos por alguna parte ignorándome a mi que nada parecía importarles.

La cocina era tan grande como el salón de mi casa, tenía un frigorífico con dos puertas enormes que llamaban mucho la atención. En el medio de la cocina había una isla sobre la que se encontraban todas las bebidas y algunos vasos de plástico. Lucia se acercó a una ponchera para servirme  una especie de liquido rojo y brillante. No quise saber lo que era.

- Ten, te gustará. Es el cóctel secreto de Marisa.
Marisa era otra chica de clase a la que no conocía más que de vista. Al principio me sentí un poco reacio a probar la bebida  pero Lucía me insistía en que la probara y yo me dejé llevar. Esa noche había decidido dejarme llevar. No más Melissa, ni más Beltrán , ni mas historias del pasado , ni más de nada. La verdad es que estaba bastante buena, que llevaba alcohol se intuía con solo olerla, era un sabor bastante suave. Creí adivinar que además llevaba granadina y quizás naranja, pero no soy un experto coctelero. Me lo bebí casi de una vez y Lucía me sirvió más. Yo no estaba acostumbrado a beber, más me valía controlarme un poco.

- Ven te presentaré a las chicas.- Lucía tira de mi hacía el jardín. Este es mucho más grande que el mío y por supuesto mucho más cuidado. En la entrada tiene una carpa enorme con una mesa y sillas como para 15 personas. Al fondo tienen una piscina rectangular con innumerables tumbonas en los bordes. Los invitados se encuentran todos repartidos por la zona y algunos incluso están bañándose. A mí nadie me dijo que debiera de llevar bañador.- Chicas, este es Nil, ¿lo conocéis verdad? Está en nuestra clase.

Un grupo de unas cinco chicas me miran y me sonríen. Alguna de ellas suelta alguna risilla de más y creo que otra además dice algo de que soy guapo. A mi, que el ponche comienza a hacerme efecto, no se me ocurre otra cosa que guiñarles un ojo.

- Quedaos con su cara chicas, porque creo que ahora lo vais a ver bastante – dice Lucía mientras me mira.

Mi vaso se ha vuelto a quedar vacío pero inexplicablemente ella me lo cambia por otro que está lleno y ya van tres...creo.

- Ven Nil, te enseñaré la casa.

Andamos hasta una casita que tienen en el jardín, las puertas son de cristal y están abierta. Hay algunos chicos dentro haciendo cola para lo que parece el baño. En la casita tienen una especie de salón con unos sillones enormes y una tele de plasma que no sabría decir de cuantas pulgadas era, pero eran muchas. Al fondo una barra semejante a la de un par donde también podían verse toda clase de bebidas, con y sin alcohol. ¿Cómo habría conseguido Lucia semejante Arsenal?

¿ Y Si Es Ella? #wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora