La señora Prioz era un mar de lágrimas. Era obvio lo que había sufrido reviviendo toda aquella historia, y nos sentíamos tremendamente culpables por ello. Sin embargo, nos encontrábamos en el mismo lugar que al principio. Volviamos a perderle la pista a Clara, en el mismo lugar que siempre, en aquella casona ahora abandonada.
Salimos de aquella casa a toda prisa, la culpa nos invadía por dentro, no queríamos dar explicaciones a la hija de María sobre lo que había pasado durante aquella conversación. Una vez en la calle, perdidos, confusos y abatidos, caminamos sin rumbo por un parque cercano a la casa de aquella mujer.
- Es demasiada información para asimilar- dije.
- Sí, pero seguimos igual que al principio, o peor aún, porque ya no tenemos opciones.- se quejó Beltrán.
- Tranquilo, ya verás cómo encontramos algo, siempre acabamos haciéndolo, ¿verdad?
- No lo sé Melissa...-dije- Quizás si... ¿has traído el diario que encontramos?
- Si...-contestó ella buscando en su mochila.
- Vamos a leer la última página, a ver, déjamelo- pasé las hojas hasta llegar a lo que estaba buscando, el último día que Clara había escrito en su diario- Aquí está, a ver..."no sé cuántos días llevo aquí encerrada. He perdido la noción del tiempo, las ganas de nada, y hasta la conciencia. No tengo fuerzas para seguir soportando este calvario, no tengo fuerzas ni si quiera para comer lo que me traen. El servicio se porta muy bien conmigo, son muy atentos, vienen a visitarme más veces de las que tienen permitidas, pero a mí no me importa. ¿Cuánto hace ya que no veo a Fermín? ¿Cuánto hace que me quitaron a María? Sin ellos, mi vida ya no tiene sentido ninguno. Me encantaría desaparecer, pero me encantaría más que nunca, aunque sé que nunca más voy a salir de aquí, sé que mis días están contados....
-¿ Y?- preguntó Beltrán.
- Y nada. Fin. No hay nada más escrito.- contesté, mostrando las páginas vacías del diario.
- Genial...
Los ánimos, brillaban por su ausencia. En parte porque estábamos cansados, y en parte porque estábamos perdidos. Igual de perdido que debió sentirse Fermín. De repente, y por primera vez, comencé a ponerme realmente en la piel de Fermín, o al menos lo intenté. Imaginé cuánto debió dolerle el corazón cuando su amada, desapareció sin explicación alguna. Valoré lo importante que eran las explicaciones para no perder el rumbo.
- Tenemos que irnos. Nuestro autobús sale en quince minutos, y es el último. Más nos vale no perderlo.- Beltrán me devolvió a la realidad e instintivamente mi mirada se desvió hacía Melissa, ¿era ella la persona que se marcharía sin avisar dejándome el corazón roto?.
El viaje de vuelta a casa se me antojó mucho más corto que la ida, cosa que era totalmente improbable, ya que el recorrido era el mismo. Me pasé la mayor parte del camino durmiendo, seguramente ese era el motivo. Recordé a la chica del bus. Aquella espontánea y veraz muchacha había congeniado con mi persona casi al segundo. Habíamos mantenido una conversación bastante sincera en la que habíamos conseguido intercambiar sentimientos bastantes profundos. Para hacer honor a la verdad, diré que, más bien había sido yo quien había compartido sentimientos profundos. Ella se había limitado a comentar mi estupidez y mi falta de valor para con la vida. Siendo honesto diré, que iba a echar realmente de menos poder hablar con alguien con tanta sinceridad y ser tan francamente aconsejado. Me percaté de que ni si quiera sabía su nombre... una lástima.
Cuando llegamos a nuestra parada eran las once de la noche. Clara y yo nos apeamos, Beltrán seguía hasta la siguiente. Estaba deseando llegar a casa, dejar atrás aquel fin de semana de locos, por lo que me despedí con un rápido adiós y me dirigí hacía mi puerta. No me volví para ver la reacción de Clara. Se había pasado todo el día esquivándome, de nuevo, nuestra relación era caótica, agotadora y exasperarte. Decidí que no quería seguir sufriendo innecesariamente, que las cosas imposibles hay que dejarlas atrás. No quería sufrir como Fermín había sufrido por Clara, no quería pasarme la vida lamentándome porque me habían roto el corazón.
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¿ Y Si Es Ella? #wattys2018
Mystery / ThrillerComo buen relato de fantasmas todo comenzó una noche de tormenta.- empezó el abuelo de Beltrán.-hubo una tormenta muy fuerte que hizo que llegara un barco a la costa inesperadamente [...] Era algo más de media noche cuando Ana, la hija de los Falcó...