"En la vida todos tenemos un secreto inconfesable, un arrepentimiento irreversible, un sueño inalcanzable y un amor inolvidable."
Londres, Casa de Lysandro Ainsworth, invierno de 1815.
Lysandro paso su dedo pulgar sobre sus propios labios, para ocultar la pequeña sonrisa que se dibujó en sus labios. Juliette no solo era hermosa, inteligente y amable. Definitivamente ella era dulce y lo amaba. Era más de lo que podría esperar de ella y quería realmente tomar todo lo que ella le ofrecía.
Aclaró su garganta y las palabras se precipitaron por su boca — Ese niño no es tuyo, ¿cierto? —
Juliette sintió que las piernas le fallaban y la sangre se iba directo a sus pies. Un repentino mareo y sensación de vacío en su estómago la invadieron. Mentir ya no era una opción. Asintió y evito que notará que tenía ganas de irse a llorar. — cierto, no es mío... — murmuro.
Lysandro se sintió frustrado, ¿como alguien le hacía esto a Juliette? ¡A su Juliette! Nadie tenía derecho a ensuciarla de esa forma, era algo ruin, horrible, pero él no se lo diría, pensó en preguntar más, pedirle que le explicara todo. Sin embargo, cuando volteo a mirar a Juliette, ella parecía realmente afectada con lo que pasaba y decidió dejar de lado sus dudas y orgullo, no quería que Juliette se sintiera aún peor, lo mejor sería que ella dijera todo porque así lo deseaba.
— Está bien, debiste tener una buena razón — intento consolarle Lysandro.
— La tuve, aún es una buena razón — contesto ella.
— ¿y puedo saber cuál fue? — indagó un poco más, ella suspiro y evito su mirada totalmente.
— lo hice por amor, por eso — resumió recordando la carta que recibió aquel día de Nina.
Lysandro frunció el entrecejo, le habían asegurado de Juliette estaba enamorada de él, ¿acaso le habían mentido? Se sintió picado por una sensación de malestar, no quiso reconocer que simplemente habían sido celos. Dio por terminada la conversación y se marcho de la sala.
Cuando su esposo abandono la habitación, Juliette se dejo caer en el primer sofá que estuvo a su alcance, erróneamente pensó que podría guardar el secreto mas tiempo, pero afortunadamente, la mayor parte de este, aun seguía sin que el lo supiera.
Londres, Casa de Lysandro Ainsworth, primavera de 1816.
Pronto seria un año desde que Lysandro, accedió a ser el esposo de Juliette, por el resto de su vida y vivir cómodamente con la condición de guardar aquel secreto, que ahora sabia a medias. Por otro lado, también ya era mas de un año desde que Castiel tuvo ese pequeño altercado con Juliette y se decidió por marcharse a Francia. Ella se empeño en enviar varias cartas, pero ninguna recibió respuesta del que alguna vez considero su mejor amigo.
El invierno en Londres había sido complicado, las personas de la alta sociedad no dejaban de murmurar sobre Juliette y su repentino matrimonio con Lysandro Ainsworth; especulaban argumentando que todo coincidía para que realmente Juliette hubiera concebido antes de irse al campo. Lo peor era que todos sabían que Lysandro, no estaba en Londres cuando Juliette se fue al campo. Juliette suspiro desanimada, la temporada de bailes estaba por iniciar, recordaba con terrible tristeza aquellos años en que se veía obligada a ir a los bailes, competir con aquellas hermosas mujeres con no solo carisma, si no hermosas cabelleras rubias, pelirojas y ojos con colores vibrantes. En cualquier caso, no debería perder mucho tiempo en pensar en cosas pasadas. Después de todo, estaba "casada" con quien siempre deseo.
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Por favor, Ámame
Historical FictionLondres 1815, el segundo hijo del Duque de Bouillon está en edad casadera, Lysandro Ainsworth podría ser considerado el soltero más codiciado en la temporada de bailes de Londres; por ser galante, educado y apuesto. Sin embargo, Lysandro debe buscar...