1

1.2K 59 41
                                    

           

"Te siento en el olvido"

La vida pasó, pasaron diez años de mi vida, ocho de estos estuve en el sur, en la ciudad penquista, en Tropiconce, terminé mi enseñanza media con excelentes notas, lo que valió para conseguir una beca en la Universidad de Concepción, donde estudié Geología, al principio fue difícil acostumbrarme al ritmo de la universidad, porque era complicado en especial en una carrera tan difícil, pero finalmente salí airosa, tuve un promedio decente, por lo que al dar mi tesis, la nota de ésta reemplazó el de  mi promedio, por lo que terminé con promedio siete. Al graduarme me ofrecieron un trabajo en una minera en Antofagasta, no era lo que quería hacer, no quería dedicarme a la geología económica, pero necesitaba el dinero por lo que acepté, pero cuando ya tuviera lo suficiente ahorrado me gustaría hacer un doctorado en Vulcanología o en Paleontología, aún no me decidía pero amaba esas dos ramas de la geología con mi vida.

                Así que bueno aquí estoy hace dos años llegué a Antofagasta y he estado trabajando arduamente. Cumplí mis sueños, y lo hice porque salí de ese pueblo de mierda, de Tocopilla. Si no lo hubiese hecho no hubiese conseguido nada en la vida.

                Muchos años pensé en él, pero ese pensamiento se fue borrando con el tiempo, lentamente comencé a olvidarlo, ahora solo podía alegrarme por él, por todo lo que había conseguido, por todo lo que había logrado en su vida, cumplió lo que me prometió, ahora es uno de los mejores futbolistas del mundo.

—Em, ven mira, lo que hay aquí—la voz de mi amiga, compañera de trabajo y ex compañera de universidad me sacó de mis cavilaciones.

Llevábamos días saliendo a hacer exploraciones al desierto de Atacama, buscando menas de Calcopirita, se decía que en ésta parte había mucha Calcopirita sin explotar, y la minera para que la trabajaba quería expandirse, así que aquí estaba junto a mi amiga Valentina. Llevábamos varios días explorando esta zona del desierto, pero no habíamos encontrado el gran lugar donde hubiera una gran concentración de Calcopirita, habíamos encontrado unas cuantas Calcopiritas, unas Piritas, unas calcantitas y unas cuantas turquesas, pero nada de importancia. Sin embargo hoy parece que era nuestro día de suerte, porque el lugar que me dijo la Vale se veía realmente con potencial para la exploración minera. Con la Vale comenzamos a hacer un estudio del suelo. Luego de estar unas horas ahí estudiando el suelo nos dimos cuenta que era el lugar perfecto, igual faltaban muchas cosas más por hacer, pero tenía que avisar a la compañía minera,  así que llamé a uno de mis compañeros.

—¿Aló? ¿Em? —escuché la voz grave de Ricardo Miller desde el otro lado de la línea telefónica. Por suerte donde estábamos me llegaba una barrita de cobertura, normalmente andábamos por lugares sin cobertura.

—Hola Richie, creo que ya encontramos el lugar perfecto. —le informé al encargado de esto, a Ricardo, uno de los ingenieros en minas de la empresa.

—Entonces ¿está todo listo para que vayamos a hacer nuestra magia? — sonreí. Debe estar todo emocionado, siempre se emociona con estas cosas, me imagino que ya debe estar pensando si hay que hacer una mina subterránea como El Teniente o a tajo abierto como Chuquicamata.

—Faltan algunos estudios de suelo aún, pero con la Vale ya tomamos algunas muestras, así que vamos para allá, para poder informarles las coordenadas y que todos vengan a cachar— le respondí.

—Bien...Pero apúrense, que te extraño, hace muchos días que no te veo. —sonreí. Bueno aparte de ser el encargado de este proyecto, Ricardo es mi novio, o más bien mi prometido, en el verano de éste año nos vamos a casar—podríamos salir a comer o no sé.

—Ya vamos Richie, no seas impaciente,  en aproximadamente tres horas estamos por allá—corté la llamada.

                A Ricardo lo había conocido hace algunos años en unas charlas a las que viajé a la Universidad de Chile, cuando los dos éramos unos simples estudiantes, nos hicimos amigos al principio y no sé después las cosas se fueron dando de manera natural. Nuestra relación terminó por fortalecerse cuando los dos nos vinimos a trabajar a la misma empresa minera.

Te siento || Alexis SánchezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora