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"Te vi tan triste y tan solita que hubiese dado mi vida para curarte las heridas"

     
Llegamos abajo en cuestión de segundos, ahí caminamos por la mina hasta que llegamos a donde estaba el viejo Guillermo, yo no entendía por qué el Alexis lo andaba buscando si ese viejo nunca se preocupó por él, crió a sus otros hijos pero al Ale no, bueno supongo que como ahora el Ale es famoso y tiene plata lo reconoce como su hijo. Es un imbécil por eso siempre lo he odiado a pesar de que sea amigo de mi padre.

—Papá— dijo el Alexis cuando vio al viejo. El viejo dejó lo que estaba haciendo y lo abracé. Rodé los ojos no sé qué habrá pasado en todos estos años, pero lo encontraba todo tan falso.

—Hijo ¿Qué haces aquí? —preguntó mientras le daba palmadas en la espalda.

—Vine a verte porque tengo que hacerte una invitación y no me contestabas el teléfono—dijo el Alexis. Se separaron del abrazo y ahí el viejo clavó su mirada en mí.

—¿Se conocen ustedes? —preguntó enarcando una ceja y mirándonos de manera suspicaz.

—Sí, con la Emilia nos conocimos hace algunos días—dijo el Alexis mintiendo. Lo cual agradecía—Y ahora fue muy amable de mostrarme el camino para hablar contigo.

—Ah, interesante—dijo el viejo. Dándome una mirada extraña—¿Y cuál es la invitación que me quieres hacer? —preguntó fijando su mirada en el Alexis.

—Que voy a hacer una corrida con mascotas en Tocopilla y también una especie de concierto para que vayas—dijo el Alexis con una sonrisa. Interesante.

—Está bien, hijo, allá estaré—dijo el viejo con una sonrisa. No sé cómo el Alexis no lo odiaba.

—Bacán, nos vemos allá entonces, ahora te dejo trabajar— dijo el Alexis, dándole otro abrazo a su padre— ¿Vamos Emilia? —preguntó. Asentí. El Alexis se encaminó hacia la jaula, yo lo iba a seguir pero...

—Emilia espera— me dijo el viejo, lo miré interrogante ¿por qué me había detenido de irme? El Alexis igual lo miró— tengo que decirle algo de trabajo a la Emilia— le dijo al Alexis, éste asintió y caminó hacia la jaula. ¡NO! Alexis no me dejes sola con este viejo—Ahora entiendo todo— dijo. Fruncí el ceño. ¿Qué era lo que entendía? Porque yo francamente no entendía ni una mierda.

—¿De qué está hablando Guillermo? —pregunté confundida.

—El otro día me encontré en Tocopilla con tu madre y me preguntó si yo era el papá de tu hijo— ¡Qué mierda mi mamá, por la chucha! ¿Cómo le pregunta esa hueá a este viejo? —yo quedé totalmente sorprendido por esa pregunta, pero al ver al Alexis y al haber conocido a tu hijo me doy cuenta que la idea de tu mamá no era tan descabellada... porque es verdad que tu hijo se parece a mí, pero realmente no se parece a mí, se parece al Alexis—MIERDA, PUTA MIERDA, nadie lo había descubierto hasta ahora, solo lo sabía mi abuela y yo y nadie más, era mi secreto mejor guardado. Y así tan fácil este viejo lo descubría—su padre...

—No sé de qué está hablando Guillermo usted está loco— dije. Mirándolo como si en verdad estuviese loco, pero no lo estaba. Ay maldición. Lo detesto.

—El Cristóbal es mi nieto, es hijo del Alexis—no supe que responder, no tenía ni puta idea de qué decir—y no intentes negarlo porque es evidente... el Cristóbal es idéntico a cómo era el Alexis cuando tenía su edad.

—Ya... ¿y qué pretende hacer con esto? —pregunté. No entendía por qué mierda me decía esto. Esto no tenía sentido.

—Bueno es obvio que mi hijo no sabe y probablemente no le quieras decir, pero yo sí quiero ser parte de la vida de mi nieto—estaba loco, completamente.

Te siento || Alexis SánchezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora