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Una semana con esa mujer y ya no la soportaba me daban ganas de pegarle todo el rato, además que se intentaba hacer la simpática cuando estaba el Alexis presente pero después cuando se iba era una venenosa. Había estado a punto de hacerle muchas cosas, pero el Mauro me calmaba. Al menos ese idiota del Mauro me había estado apoyando a mí en vez de al Alexis.

El Cris estaba bien, creo que ya había perdonado al Alexis aunque tampoco le caía bien la Mayte y menos la Naomi, la perra de la Mayte, puesto había intentado comerse al gato una vez, por suerte el gato había arrancado, pero era obvio que el Cris no perdonaba eso si amaba a ese gato.

Ahora estaba aquí en el maldito estadio del Arsenal, el Emirates Stadium, ya que el Cris había insistido mucho en que quería ir aunque yo no tenía ganas sinceramente. El Alexis desde que me besó y luego lo golpeé no me había dirigido la palabra, de hecho estábamos en una especie de ley del hielo.

―Este partido está demasiado fome―dijo la Mayte con cara de aburrimiento, había tenido esa cara de poto todo el partido. Rodé los ojos.

―Entonces ¿Pa qué viniste po?

―Para ver a mi amorcito―dijo intentando sacarme pica. Rodé los ojos―Pero no hay caso, no me gusta el fútbol.

―Bueno si vienes a ver a "tu amorcito" al menos intenta parecer entretenida, se supone que eres actriz así que demás que podís fingirlo―la odiaba, era demasiado insoportable.

―Mami, mami mira mi papá―dijo el Cris emocionado apuntando al Alexis que estaba corriendo hacia el área. Pero lamentablemente se perdió el gol.

El partido no estaba para nada de fome como decía la maldita estúpida del Alexis. De hecho ahora iba el Arsenal ganando 1-0 aunque les habían expulsado uno, así que estaba re bueno. Yo estaba re metida al igual que el Cris, aunque la Mayte para nada de hecho estaba mirando su teléfono. Rodé los ojos y me concentré en el partido mejor. En el alargue, cobraron un penal a favor del otro equipo, el cual convirtieron por lo que el partido quedó igualado. El tiempo de alargue estaba siendo eterno y estaba demasiado bueno, cuando no quedaba nada cobraron un penal a favor del Arsenal. El Alexis se paró frente a la pelota.

―Mami, mami, le va a pegar mi papi, me dijo que iba a hacer un gol―dijo el Cris tirándome el brazo y luciendo muy emocionado―Mauro, mi papi va a ser un gol―le dijo al chico que estaba sentado a su lado.

Y bueno como predijo mi hijo, el Alexis convirtió el gol en el minuto ocho de alargue y el Arsenal ganó el partido dos a uno quedando así en el segundo lugar de la Premier League. El Cris no daba más de contento estaba re emocionado.

Apenas terminó el partido fuimos donde el Alexis. Obviamente el Cris corrió al ver al Alexis, lo quería abrazar, pero la mina esa, la Mayte fue más rápida que el Cris en ir donde el Alexis y la muy maldita tiró lejos a mi hijo. Ahí fue cuando vi rojo, hueón, es que ya no la soportaba más.

―Emilia cálmate―escuché la voz del Mauro en mi oído, pero lo ignoré. La Mayte estaba abrazando al Alexis, así que fui con decisión hacia allá. Que fuera odiosa conmigo lo podía permitir, pero que empujara al Cris no. Eso sí que no. Agarré las mechas rusias de la Mayte y las tiré, tirando su cabeza para atrás.

―Nunca más vuelvas a empujar a mi hijo, zorra. De hecho no quiero que le pongas ni un puto dedo encima.

―Emilia...―escuché la voz del Alexis, quien me habló de manera suave, como si yo fuera a saltar a atacarlo en cualquier momento. Lo fulminé con la mirada.

―Tú cállate, ¡Que todo esto es tu puta culpa!, te dije que no me importa lo que me hagas a mí, pero a mi hijo nadie lo toca, hueón.

―Ay me duele―se quejó la zorra del Mayte. Ay había olvidado que aún la tenía con la espalda toda doblada y con la cabeza para atrás. Tiré su pelo más fuerte, haciéndola caer al piso, ahí la solté.

―Mami...―dijo el Cris. Dirigí mi mirada a él. Iba a ir a abrazarlo, pero me fue imposible por la hueona de la Mayte se abalanzó encima de mí, haciéndome caer al piso. Mi costado impactó contra el piso, auch dolió, no alcancé a detener la caída. Solo me alcancé a girar para ponerme de espalda, porque después la Mayte hueona me atacó.

―Nunca más me vuelvas a tocar zorra―me pegó una cachetada. Ah no, esto no se quedaba así.

―Cállate, estúpida. Tú no vuelvas a tocar a mi hijo porque o sino te mato―Quería pegarle, pero la hueona estaba sentada encima de mí y esquivó mis manos, al menos alcancé a agarrar su pelo y comencé a tirarlo.

La odiaba demasiado, era demasiado pesada, odiosa, cuica al peo, me cargaba. Así que liberé todo mi odio. Por suerte andaba con las uñas largas así que la arañé y le tiré el pelo lo más que pude. E intenté darle unos combos, estoy segura que más de alguno había llegado a su destino. Nunca había estado en una pelea y no sé, se sentía liberador. A pesar de que igual ella me estaba sacando la chucha, igual ella tenía ventaja porque estaba encima, pero no me importaba. De repente sentí el peso de la Mayte salir encima de mí, me paré de un salto para intentar seguir pegándole, pero unos brazos me rodearon la cintura. Intenté liberarme, pero el agarre era de acero.

―¡Suéltame!―exclamé. Mientras pataleaba y aleteaba.

―No, Emmyboo, no te soltaré, cálmate―al escuchar la voz del Alexis en vez de calmarme más me descontrolé.

―No me digas así y suéltame hueón―grité. Pero él no lo hacía. Así que hice una estupidez, le mordí el brazo para que me soltara, él profirió un grito, y me soltó. Intenté escapar, pero con el otro brazo me agarró.

― ¡Ya basta! ¡Para la hueá! ―No, yo no iba a parar―el Cristóbal está llorando―me dijo suavemente al oído. Ahí fue cuando me paralicé. ¿Qué? ¿Mi bebé estaba llorando?

―Suéltame―dije.

―Emmy...

―Te juro que no iré a matar a tu zorra, solo donde el Cris...

―Está bien, te soltaré...―el Alexis lentamente quitó su brazo de mi cintura. Apenas lo hice, busqué a mi Cris con la mirada, ahí lo pillé llorando. Fui inmediatamente hacia donde él.

― ¿Estás bien bebé? ―pregunté con dulzura. Él me vio y envolvió sus brazos en mi cintura. Escondió su cara en mi abdomen, que era hasta donde me llegaba. Aunque ahora que lo pienso igual estaba alto, la parte superior de su cabeza ya me llegaba a las bubis―Tranquilito―dije acariciando su cabello de manera suave―Yo estoy bien, no te preocupes―de hecho sí, o sea estaba magullada y tenía unos cuantos rasguñones. Pero estoy segura que la otra estaba peor, si hasta unas cuantas mechas de pelo le había sacado.

―Quiero que se vaya―sollozó contra mi estómago. Ay no mi pobre bebé, si no se iba ella, me iba a ir yo, con el Cris obvio... Ya está decidido.

―Tranquilo Cris, se va a ir―escuché la voz del Alexis. Le di una mirada inquisitiva. ¿Hablaba en serio?

― ¿No estás hueveando? ―pregunté.

―No, la Mayte se va ahora mismo―los sollozos de mi hijo, comenzaron a ralentizarse. Luego sacó su carita de donde la tenía escondida.

― ¿En serio papi? ―preguntó. Sus ojitos brillando de emoción.

―Sí, Cris, te prometo que se va a ir―El Cris sonrió y se lanzó encima del Alexis, éste lo agarró y lo levantó entre sus brazos.

―Te quiero―dijo rodeando su cuello con sus brazos.

―Y yo a ti papi―le dijo con una sonrisa gigante. Yo también sonreí. Si el Cris era feliz, yo lo era...

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Holi! Sorry por haber abandonado esta fic otra vez JAJAJA, gracias a las que aún la leen a pesar de que siempre desaparezco jajaja 

Espero que estén bien :) 

Besitos

Fran 

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⏰ Última actualización: May 16, 2020 ⏰

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Te siento || Alexis SánchezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora